relato erotico. doña sofya y su hija. hd 5f4c69

Estos hechos ocurrieron en sudamérica en el año mil ochocientos cincuenta hola me llamo david y desde los veintidós quise saber que se sentía tener sexo así que por estar de curioso embarace a mi novia cuando le conté a mis padres ellos se llenaron de alegría pues no eran ellos que tendrían que cargar con la responsabilidad pero los padres de mi novia no se lo tomaron de la misma forma y los entiendo pues si mi única hija se dejara preñar de un muerto de hambre bueno para nada yo también me enfadaría mi suegro los consiguió una casita muy modesta en el mismo pueblo pero el alquiler correría por mi cuenta así que me pasaba días enteros en la calle en busca de empleo confieso que convivir con mi novia no era algo que me causaba tanta felicidad pues en los dos años que llevábamos de novia éxitos ni siquiera estábamos enamorados luego de una semana de buscar trabajo lo único que conseguí fue un puesto como ayudante del panadero del pueblo pero a ese infeliz solo le trabaje un mes y luego lo mande al diablo mi última alternativa fue acudir a don daría don mario es un buen hombre a quien todo el mundo respeta en el pueblo es dueño de unas de las plantaciones de algodón más productivas de la región y todo aquel que necesita trabajo acude a la puerta de su mansión así que una mañana fui hasta su casa en busca de trabajo pero tal parecía que ese día todos en el pueblo se antojaron de pedirle trabajo de modo que había una gran multitud en la puerta de su casa y allí estaba yo navegando entre morosos y muertos de hambre y por más que yo estuviera en primera fila gritando que me escogieran como que si mi vida dependiera de ello solo escogieron a los hombres más adultos y robustos pero yo sabía que podía tener mejor dicha que esos perdedores así que espere la noche y fui a casa de margarita mi tía de crianza ya que ella era empleada directa de doña sofía la esposa de don daría al llegar a casa de margarita ella me recibió con un cálido abrazo mientras me decía y ese milagro la última vez que viniste horas de que jamás volvería el estúpido de tu ex marido ya no vive aquí así que viniendo a tu casa ya no corro riesgo de que me vuelva a partir la cara de hecho él y yo regresamos hace poco pero dime qué tal te va a la vida de casado tomando asiento le respondí si las cosas siguen cómo van a lo mejor ni viva para contar por eso quiero que me consigas trabajo en casa de don mario llevas mucho tiempo trabajando allí y sé que tomarán en cuenta tu recomendación mirándome fijamente me contesto lo siento mucho sobrino pero en casa del don sólo pueden trabajar mujeres pues el señor darío no quiere a ningún hombre cerca de su juicio estefanía mi tía guardó silencio por unos segundos a la vez se veía pensativa como si estuviera planeando algo luego prosiguió a no ser que te quieras hacer pasar por homosexual estas de mente yo tengo muy claro cuáles son mis preferencias así que ni de broma podría cerrar el pico y dejar que te explique exclamó mi tía doña sofía despidió a su empleada personal porque supuestamente trato de envenenar ahora quiere que ese puesto no ocupe un hombre pues ahora ella piensa que todas las mujeres somos todas unas envidiosos pero como dije antes su esposo no permite que entre nombres a la casa a no ser que se trate de alguien que no le gusten para nada las mujeres supongo que no tengo más remedio no te preocupes sobrino además ese es el puesto de mejor paga y la señora sofía suele ser muy generosa ya verás que en tres meses acumuladas muchas monedas de oro solo fue cuestión de unos días para que margarita me diera la buena noticia de que podía comenzar a trabajar cuando yo estuviera listo una noche antes de presentarme ante doña sofía y su familia yo estaba practicando unas de mis peores falsas en casa de margarita aún recuerdo lo ridículo que me veía frente al espejo mientras practicaba los gestos generados y aquella estúpida vocecita ni nada en la mañana siguiente no podía creer que estuviera frente a las mujeres más deseadas del pueblo me refiero a sofía y a su hija estefanía y si hubiera sabido desde antaño que era tan bueno para la actuación hace tiempo que me hubiera forrado de dinero en el teatro puesto que durante la entrevista los muy imbéciles no se dieron cuenta que estaban al frente del más fiel amante de las páginas en mi primer día de trabajo entre a la habitación de la señora que aún estaba dormida de modo que tenía que esperar a que le diera la gana de