RDF 42: David Lynch I: Bebé nuclear, dignidad y pugs espaciales 4d5z1b

Muy buenas a todos, esperemos que os encontréis bien. Somos Ruido de Fondo y estamos aquí una vez más con John.

Hola, buenas.

Y con Luis.

Hola, muy buenas.

Y bueno, estamos aquí para empezar un integral que estará compuesto de tres programas y esos tres programas irán dedicados a la filmografía de David Lynch, que nos ha dejado recientemente y a día de hoy no lo hemos superado, o sea que de esta no creo que salgamos nunca. Pero bueno, a ver, una mínima introducción, pues no sé, es que creo que sólo se puede hablar de su obra y de él como una persona pura y que sabía sacar la pureza de cada cosa que sus ojos miraban, tanto para la bondad y para las personas como para también ver la oscuridad que hay dentro de ellas y cómo ha creado unas pesadillas y un universo muy característico que nos atormenta, pero que a la vez nos bendice.

El primer programa va a estar dedicado a sus tres primeras películas, a Cabeza borradora, del 77, a El hombre elefante de 1981 y a Dune, que es creo que del 83, 84, no la ubico ahora, pero bueno, pues del 83. Y bueno, no cubriremos Twin Peaks porque eso es una cosa muy suicida, pero hemos visto Twin Peaks, o sea que en algún momento puede surgir algún apunte, tanto de la película como de las piezas desaparecidas, como de sus temporadas. Pero no vamos a dedicar algo exclusivamente a Twin Peaks porque nuestra cabeza no da para más y Twin Peaks es algo que no aparece ni tarde ni pronto, sino en el momento adecuado y no vamos a forzar ese momento.

Hablar ahora, me gustaría empezar el programa preguntándoos a vosotros, que lo tendréis más asentado, cuál fue vuestro primer o con Lynch y qué ha significado para vosotros. Creo que es la única forma ahora mismo de afrontar una obra como la suya desde nuestros sentimientos y sin obedecer a cosas ahora muy crípticas o incisivas, sino pues hablando de puro corazón.

John, si quieres hablar tú primero. Sí, yo la primera vez que me acerqué al cine de Lynch creo que fue cuando te pones a investigar un poquito más sobre cine. Yo creo que a cualquier persona que se vaya más allá de los límites habituales a los que nos acostumbra el cine comercial o el cine que está en salas de multicine y así grande, pues cuando tú empiezas a entrar un poquito ya fuera del entretenimiento y empiezas a investigar un poco más allá lo que significa la imagen o lo que puede ser el sonido, lo que puede ser...

Bueno, enterarte un poquito, darte cuenta de que igual la cosa más grande que hay en el cine no es una entrega de premios, sino la propia película o el artista que está detrás, el que hace la película. Yo creo que lo primero que leí sobre Lynch viene a ser Mulholland Drive, pero porque suele ser como un básico dentro de también como las grandes películas del siglo XXI y muchas de las películas que cambiaron la forma de ver cine a la gente, fue Mulholland Drive.

También entras como esa película críptica, esa película imposible, esa película que no se parece a absolutamente nada y la verdad que me quedé flipando. O sea, te quedas flipando porque realmente es una película que no has visto nunca y lo que más sorprende de esto es que es una película que nunca vas a volver a ver porque siempre es... El cine de Lynch siempre es algo que no has visto nunca.

O sea, tiene como esa capacidad de que da igual qué película veas de David Lynch, no hay nada que se le parezca, ni de cerca, tanto por su tratamiento de la imagen, del sonido, del absurdo, todo. Y ya una vez ves Mulholland Drive, que es una película bastante heavy para entrar, igual yo no diría de entrar a David Lynch desde Mulholland Drive, pero es muy curioso, ya sabes que tienes que ir con mucho cuidado y con pies de plomo a entrar a su filmografía, pero que vas a disfrutar cada vez que veas una de sus películas. Y nada, fue ver Mulholland Drive y decir, quiero ver más.