Raúl García revela los secretos visuales de La luz de Aisha 5n1l4g

Bueno, pues estamos con Raúl García, toda una leyenda de la animación española, que nos va a hablar de su trabajo como director de animación en La Luz de Aisha y bueno, Raúl, eres una leyenda de la animación y el primer español, digamos que, en trabajar en Disney, es una pasada. De hecho, llevo un montón de tiempo siguiéndote, como buen... bueno, de hecho, estudié animación en la Escuela Fantasma de Madrid.

Ah, sí, verdad, con Emilio Luján.

Sí, sí, una escuela mítica. Y nada, pues eso, ¿cómo te llevó a involucrarte en esta película? Bueno, pues la verdad es que mi trabajo en La Luz de Aisha fue un poco por casualidad.

Yo siempre tengo estas dos vertientes en mí, que son el trabajar con el cine industrial, el cine de Hollywood, trabajar con Disney, que es lo que estaba haciendo antes de empezar La Luz de Aisha, y de pronto Raúl Berniche me ó, pues tenía esta película, una película independiente de animación, dirigida por Xavi David, que, bueno, pues en principio yo no sabía nada de la película, pero me enseñó un proyecto, me enamoré de la historia, me pareció superinteresante.

Luego, hablando con Xavi, descubrimos que teníamos miles de puntos en común de cómo enfocar la película en este tipo de cine, y fue, bueno, pues el momento perfecto, la tormenta perfecta.

¿Qué es lo que más te atajó del proyecto cuando te lo presentó Xavi? Pues la verdad es que el personaje principal me enamoró, me pareció un personaje muy bonito.

Y luego la idea de que una película pasase en Holanda Luz, de pronto en el siglo XI español, pues me parecía que era algo inusual, algo que nunca se había hecho en la animación, y entonces era una cosa que me parecía muy atractiva al explorar ese mundo que hasta ahora no se había explorado en animación.

Es una Holanda Luz un poco steampunk, ¿no? Bueno, sí, obviamente, teníamos aire totalmente históricamente correcto, entonces sí que fue divertido el imaginar cómo podía ser esa ciudad en el mundo de Holanda Luz, que efectivamente era un steampunk medio con elementos gráficos o con elementos arquitectónicos de la ciudad de Córdoba o de la Alameda de Granada, e incorporando todo eso en una narrativa hecha, además, con un estilo diferente.

Ahora la película tiene un estilo animación con plastilina bastante inusual en el mundo de la animación con ordenador.

Sí, de hecho, de eso te iba a preguntar, ¿es stop motion o es animación 3D? No, no, no, es animación 3D, lo que pasa es que quisimos replicar esa estética y ese ritmo que tiene la película stop motion.

Para que te hagas una idea, en la animación convencional, por ordenador, se trabaja 24 imágenes por segundo y cada imagen es diferente.

En el mundo stop motion se trabaja también 24 imágenes por segundo, pero las imágenes se realizan dos veces como en la animación tradicional, es decir, que cada muñeco, cada pose del muñeco, se fotografía dos veces, con lo cual necesitas 12 poses diferentes para recortar un segundo de animación.

Ese es el estilo con el que íbamos a trabajar en Aisha, buscar un poco ese estilo mundo Armand, mundo Wallace Agrobin o mundo pirata de Armand, para replicar esa estética 2D, que te permite también jugar con el timing y hacerlo un poco más cartoon y un poco menos hiperrealista como el resto de la película de animación 3D, De hecho, ya te digo que era una de mis primeras preguntas que tenía que hacerte porque hubo momentos en los que estaba dudando, la verdad es que en stop motion, por la velocidad en la que se mueven los fotogramas y luego por esa estética que tú has dicho de replicar la animación en plastilina, pero luego cuando empiezan a hablar y demás con las bocas ya dices, eso ya igual no es plastilina.

Efectivamente, hay una secuencia en la película que está hecha realmente en plastilina.

La de, bueno, sin hacer spoiler, me imagino que la que estamos pensando, ¿no?