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Descripción de Rafa Pascual, La mujer adúltera 153u29
Rafa Pascual, La mujer adúlteraRafa Pascual, La mujer adúltera 164i56
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Jesús se retiró al monte de los olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él y sentándose él les enseñaba a todo el pueblo. En esto que los letrados y los fariseos le traen a una mujer sorprendida en adulterio y colocándola en medio le dijeron maestro esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
La ley de Moisés nos manda a pedrear a las adúlteras tú qué dices. Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo, pero Jesús inclinándose escribía con el dedo en el suelo. Como ellos insistían en preguntar les incorporó y les dijo el que esté sin pecado que le tire la primera piedra e inclinándose otra vez siguió escribiendo.
Ellos al oírlo se fueron escabullendo uno tras otro empezando por los más viejos hasta el último y quedó sólo Jesús y la mujer en medio de pie. Jesús se incorporó y le preguntó mujer ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado? Ella contestó ninguno señor. Jesús dijo tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques más. La gente cuando escucha este evangelio se cree que va de una mujer a la que la pillan cometiendo adulterio y mire usted va a ser que no. El evangelio de mañana no va de eso.
En primer lugar si la sorprenden adulterando ¿cómo es que sólo la traen a ella? Que yo sepa para el adulterio se requieren dos personas.
En segundo lugar ¿dónde está su marido el cornudo? Porque la denuncia y acusación en tema de adulterio era cosa del marido cornudo no de una institución puritana. Este relato brevísimo del evangelio está lleno de detalles y de marcas que nada concuerda ni con la legalidad vigente entonces ni con la realidad de aquel momento.
Además es que tiene fallos narrativos que ni el escritor más tonto cometería en un relato de escasos 11 versos. Por ejemplo comenzaba diciendo que Jesús estaba enseñando e instruyendo a todo el pueblo en la esplanada del templo y de buenas a primeras aparecen los escribas fariseos del Sanedrín con una mujer sorprendida adulterando pero ni traen con ella al que adulteraba ni al marido cornudo a presentar la acusación y por arte de Biblio y lo que oye que desaparece todo el pueblo al que ya no se le menciona más.
La escena siguiente es Jesús sólo a un lado y al otro escribas fariseos y Sanedrín y la mujer en medio. ¿Dónde demonios ha ido a parar la multitud? La multitud del pueblo no ha desaparecido ha quedado concentrada en la mujer.
El pueblo entero la humanidad estamos desposados con Dios que es fuente de fecundidad y vida pero le ponemos los cuernos con frecuencia. De eso va el tema el tema va de nosotros que somos infieles y buscamos la fecundidad en quien no puede darnos vida. El marido cornudo claro que está hombre es Dios representado en Jesús. Un marido que no acusa porque no quiere nuestra muerte sino llenarnos de vida. Por eso en vez de acusar se dedica a instruir y a enseñar sólo la instrucción y la enseñanza nos puede dar luz y salvación.
La acusación sólo trae muerte y apedreamiento.
El amante con el que adultera la mujer no aparece, no aparece porque sencillamente no existe. Ponerle los cuernos a Dios que es el todo y la vida equivale a desposarte con la nada y con la muerte y ni la nada ni la muerte tienen consistencia ni existencia. Hay muchísimas más marcas y detalles que nos indican que la literalidad de este texto no funciona y que en realidad el texto habla de las relaciones adúlteras que todo ser humano tenemos cuando dejando al esposo que nos puede fecundar y llenar de vida tonteamos con lo opuesto.
El domingo pasado fue el domingo de la alegría y escuchábamos con la parábola del padre-madre buenos y aquellos dos hijos lo inmensamente misericordioso y perdonador que es Dios, que deja libertad, que como sabe que vamos a volver sale todos los días para ser el primero en vernos y defendernos de la ira de nuestros enemigos.
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