Proyecto Terror 💀 Agrohorror: Cuentos de los insólito rural 1f3h2g

Aquí comienza Proyecto Terror.

Bienvenidos a la cripta.

Hemos obtenido una buena caza.

Esta noche vamos a hacer una gran barbacoa.

¿No creen que nuestros invitados tendrían que ir preparándose para estar listos para esa gran barbacoa? Tienes razón Lester, que se vayan preparando.

Hola queridos amigos de la cripta de Proyecto Terror.

En la sesión de hoy charlamos con Ana Martínez Castillo y David Roas sobre Agrohorror, una antología de relatos ambientados en lo rural y cotidiano.

El horror, lo insólito, lo grotesco, el fantástico e incluso lo onírico se dan la mano en esta serie de historias narradas por varios autores en las que no hay cabida para lo bucólico.

El pueblo, en toda su crudeza, nos espera.

Y a los cuales yo les doy la bienvenida. ¿Qué tal? Ana, David, bienvenidos.

Hola Patricia.

Hola, ¿qué tal? Un placer bajar a la cripta.

En esta cómoda cripta acogedora, aunque no lo parezca.

Pues salimos, bajamos a la cripta para de nuevo salir a campo abierto a disfrutar de esta antología que habéis organizado.

Y leyendo un poquito acerca de ella, Ana, David, dejáis algo muy claro.

Que no hay momento para la nostalgia, para pensar en el campo, en lo rural, en lo natural, como algo a reivindicar en plan positivo.

Sino que la naturaleza esconde un lado oscuro.

Que lo rural, lo cotidiano, la vida rural, también esconde ese lado sombrío.

¿Es así? Sí, claro. Nosotros no reivindicamos, ahora que está tan de moda lo neorural, el ruralismo, feria, panza de burro, la nostalgia del pueblo de otros tiempos mejores, en los cuales todo era bello y sencillo.

Nosotros, en realidad, lo que hacemos es reivindicar la España negra.

Esos pueblos de mierda que están ahí, en las cuales vive gente normal y corriente, que hace sus cosas, gente normal y corriente del pueblo.

Pero, ¿qué les pasa a cosicas? Cosicas raras.

Algunas más tirando a lo fantástico, otras más a lo insólito, otras simplemente surrealistas, hay de todo tipo.

Pero sí que estamos en un ambiente rural distorsionado, un ambiente rural creo que más real que nunca.

Porque la parte de la España, del pueblo, con sus abuelas, curanderas, gente muy rara, eso es la realidad también.

Quizás lo que no es real es lo idílico, lo bucólico, esa nostalgia a lo mejor es más fantasía que lo que nosotros estamos haciendo.

Queremos dar una imagen de esa otra ruralidad, que es la ruralidad de lo extraño.

Sí, porque la idea era escapar de pensar que en el pueblo pasan cosas diferentes que en la ciudad.

El pueblo es como la ciudad, un ámbito tanto del realismo más cotidiano como del horror más salvaje.

Pero lo que queríamos era ver, y nos dimos cuenta de la cantidad de gente que estamos ahora en la literatura y en el cine, escarbando en ese mundo, viendo cómo en el mundo rural pasan cosas que sólo pueden pasar en el mundo rural y que determina eso, que esas historias no lleven a ser un canto bucólico al campo ni una simple evocación costumbrista, sino que busquen el otro lado, el lado oscuro de ese campo.

Y por eso en el prólogo insistimos mucho, que esas historias, si las sacas de ahí, no funcionan.

Y era lo que más nos obsesionaba, demostrar que el campo tiene sus propios terrores.

Exacto, porque el campo, lo rural o lo silvestre, es el protagonista.

Tiene su propia idiosincrasia, tiene su propia personalidad, es un personaje más.

Claro, es que ahí es fundamental eso, entender que el espacio del pueblo va a generar sus propias condiciones de funcionamiento que determinan eso.

Lo que veréis en la antología serán historias de gente de fuera del pueblo que va al pueblo, que no conoce el pueblo y le van a pasar cosas raras, o gente del pueblo a la que le pasen cosas raras.

O sea, esto no es la típica historia del mundo rural.