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Hay decisiones que pueden cambiar vidas. Y cuando se toman bajo los efectos del ego, del miedo o del alcohol, suelen dejar un rastro de dolor. En este programa hablamos de los actos de mal juicio, esos momentos en los que nos creímos capaces, listos o invulnerables… y al final acabamos causando daño. Jesús, del Grupo 24 horas AA de Madrid, y Óscar, del Grupo Villa de Madrid, comparten historias en las que el autoengaño y la impulsividad dominaron el timón. Y cómo, gracias al programa de recuperación de AA, hoy aprenden a parar, a consultar y a no actuar solos. Porque el buen juicio no se impone: se cultiva.

Cuando los instintos se descoyuntan, dejan de ser fuerza vital para convertirse en fuerza destructiva. En este nuevo episodio de Viviendo Sobrios, Luis, del Grupo 24 Horas AA Madrid, y Ramón, del Grupo 24 Horas AA Villa de Madrid, se atreven a mirar de frente su historia. Nos hablan del instinto sexual y afectivo convertido en obsesión, del deseo de poseer, controlar o escapar, de la búsqueda desesperada de amor y aceptación de los demás... y del vacío que todo eso les dejaba. A través de la experiencia, la reflexión y el Cuarto Paso del programa, comparten cómo esos instintos, después de estar fuera de control, han encontrado cauce y serenidad gracias al inventario moral y a trabajar su historial alcohólico en el grupo.

Los complejos las convirtieron en esos espejos rotos en los que durante años se miraron, buscando aprobación, encajando en moldes que no eran los suyos. En este programa, Leticia, del Grupo Villa de Madrid, y Megan, del Grupo Madrid, comparten cómo la vergüenza por el físico, el color de la piel, la timidez o el miedo al juicio ajeno se convirtieron en el combustible para la bebida y el consumo. Nos cuentan cómo el programa de AA y la terapia de los Grupos 24 horas les han dado un nuevo reflejo: uno sin culpa, con aceptación y libertad. Porque los complejos no desaparecen con magia… pero sí con amor propio, trabajo interior y la fuerza del grupo.

En esta nueva emisión de Viviendo Sobrios nos acompañan dos compañeros, ambos llamados Luis, que han recorrido caminos muy distintos, pero marcados por una misma herida: el alcoholismo. Hoy nos comparten, con honestidad y valentía, algunos de los episodios más significativos de su historial. ¿De qué sirve mirar atrás? ¿Por qué volver a recordar aquello que tanto dolió? En este espacio reflexionamos sobre el valor de recordar: no para castigarnos, sino para comprender quiénes éramos, qué nos hacía sufrir y cómo empezó a cambiar nuestra vida cuando decidimos emprender el camino de la sobriedad. Una conversación entre recuerdos oscuros, momentos de luz y un mensaje de esperanza: cuando los recuerdos se comparten, empiezan a sanar.

Hoy en Viviendo Sobrios nos adentramos en el primer paso de Alcohólicos Anónimos —el primero de un total de doce—, que señala un punto de inflexión para quienes buscan una salida al alcoholismo, y una puerta que se abre a una nueva vida. Eliceo y Edwing, dos compañeros con historias de lucha y transformación, nos acompañan para compartir cómo vivieron ellos el proceso de rendirse a la impotencia, enfrentándose finalmente a la realidad de que no podían dejar de beber por sí solos. Una derrota con final feliz, solo por hoy.

Hoy en Viviendo Sobrios hablaremos sobre el reto y la esperanza que supone abrir un Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos. Nos acompañan Marta y Pedro, guías de los grupos de Madrid y Villa de Madrid, respectivamente, quienes hace años dieron el paso para crear estos espacios de recuperación. Nos contarán cómo fueron los inicios, las dificultades y, sobre todo, las experiencias que ha marcado sus vidas y las de tantas personas que han encontrado en estos grupos una oportunidad para empezar una nueva vida en sobriedad.

En este episodio nos adentramos en uno de los pilares fundamentales del programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos: la fe. Para hablar de ello, nos acompañan dos compañeros, Sabrina y Eliceo, quienes compartirán su experiencia personal con la fe y cómo esta ha sido clave en su proceso de recuperación. A través de sus relatos, descubriremos que la fe, más allá de una creencia religiosa, se convierte en una herramienta poderosa para enfrentar las dificultades y superar el alcoholismo. Hoy, exploramos que la fe abre un camino hacia la sobriedad y la esperanza, incluso cuando parece que todo está perdido.

En este episodio de Viviendo Sobrios, abordamos un tema fundamental en el camino de la recuperación: la aceptación. Aceptar que somos impotentes ante el alcohol y las drogas, que nuestra vida se había vuelto ingobernable y que necesitamos ayuda es el primer paso hacia el cambio. Pero la aceptación va más allá: implica asumir nuestra historia, nuestras emociones y la responsabilidad sobre nuestra nueva vida en sobriedad. Para hablar de ello, nos acompañan Edwing y Aitor, dos compañeros que han vivido en carne propia este proceso. Nos contarán cómo llegaron a comprender y aceptar su realidad, qué dificultades encontraron en el camino y cómo esta actitud transformó su manera de vivir.

Este miércoles “Viviendo Sobrios” abre el micrófono para hablar sobre el alcoholismo y los jóvenes. Tres compañeros, Cris, Raúl y Luis, compartirán cómo el alcohol y las drogas marcaron sus vidas desde muy temprano, las razones que los llevaron a buscar ayuda y lo que les hizo quedarse en el Grupo 24 Horas AA Madrid. Sus historias son un recordatorio de que pedir ayuda nunca es demasiado pronto y que una vida nueva es posible, incluso cuando todo parece perdido. Un episodio de experiencias reales, superación y esperanza.

En esta ocasión exploramos un pilar esencial del Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos Madrid: el anexo, un espacio donde algunos compañeros residen temporalmente para lograr su recuperación. Aunque a menudo se asocia con quienes han perdido su hogar o el apoyo de la familia, el anexo está abierto para todo aquel que lo desee y busque alcanzar la sobriedad en un entorno estructurado y de apoyo constante. Nos acompañan José y Germán, que fueron anexados y cuya extensa experiencia ofrece una perspectiva única sobre la importancia de este recurso. Juntos, nos explicarán las dinámicas de convivencia, las reglas que fortalecen la disciplina y el sentido de comunidad y los valores que hacen del anexo un lugar de aprendizaje y crecimiento personal. El testimonio de nuestros invitados dará luz a cómo la decisión de pasar un tiempo en el anexo, basada no solo en la necesidad sino también en la voluntad de mantenerse sobrio, representa una herramienta poderosa en la recuperación del alcoholismo, demostrando que una nueva vida sin alcohol es posible.

La Navidad puede ser una época de alegría, reuniones familiares y celebraciones, pero también puede convertirse en un desafío para aquellos que luchan contra el alcoholismo. En este programa, hablamos con dos compañeros que viven esta época desde perspectivas muy distintas. La joven Megan, originaria de Perú, lleva un año en recuperación en el grupo, mientras recompone la relación con su familia, máxime en fechas tan difíciles y lejos de su país. Por otro lado, Vicente, español maduro y soltero, vive con su madre y busca reconstruir la relación consigo mismo y con quienes lo rodean. Ambos nos comparten cómo enfrentan los retos de estas fiestas, desde los recuerdos de su pasado con el alcohol hasta las herramientas que hoy los mantienen en sobriedad.

Hoy hablamos de los recién llegados, esos compañeros y compañeras que dan el valiente primer paso hacia su recuperación. La llegada a Alcohólicos Anónimos supone enfrentarse a miedos, prejuicios y dudas, pero también es el inicio de un camino lleno de esperanza. Diana y Guillermo, nuestros invitados, comparten cómo llegaron al grupo en uno de los momentos más difíciles de sus vidas y lo que significó para ellos ser acogidos por un grupo que los entendía sin juzgarlos. Si alguna vez has sentido que necesitas ayuda o conoces a alguien que la necesita, este programa es para ti. Escucha cómo es dar ese primer paso y lo que significa encontrar apoyo cuando más lo necesitas.

En el programa de hoy exploramos cómo el abuso de alcohol y drogas puede arruinar la vida profesional de quienes les ha tocado sufrir esta enfermedad. El alcoholismo no solo afecta la salud física y mental, sino también la capacidad de responder a las demandas laborales, provocando ausencias, retrasos y deterioro en las relaciones con colegas y supervisores. A través de testimonios de compañeros del Grupo Madrid, abordaremos las señales de advertencia y la solución que existe para aquellos que buscan romper esta progresión destructiva y recuperar el control de sus vidas. Sin ir más lejos, ellos lo han logrado hasta el día de hoy.

Uno de los síntomas del alcoholismo, a menudo desconocido, es el consumo de drogas. Esa aparente desconexión, que lleva a muchos a tomar otras sustancias para controlar emociones o aliviar miedos, puede pasar inadvertida, incluso entre quienes ya se identifican como alcohólicos. Para muchos, el uso de drogas fue inicialmente una “solución” para escapar del dolor o el vacío, hasta que se volvió otro pilar de su enfermedad. Aitor, Raúl y Pedro, compañeros del Grupo 24 Horas de AA Madrid, se dieron de frente con una verdad que han tenido que aceptar: no solo tenían un problema con el alcohol, sino también con las drogas, las dos caras de una misma moneda, el alcoholismo. Hoy, gracias al programa y a su esfuerzo, están aquí para compartir su experiencia, un testimonio sincero que revela a las drogas como otra pieza importante en el camino hacia la sobriedad y la recuperación.

Uno de los destinos del alcohólico, si no deja de beber, es la calle. Ese ser andrajoso, que vemos dormir dentro de un cajero automático o en el banco de un parque, que bebe cartones de vino, hablando solo y loco, un día tuvo familia, trabajo, hace tiempo tuvo una vida. Francisco y Antonio, compañeros del Grupo 24 Horas de AA Madrid, vivieron la calle y relatan ahora tu terror e infierno diarios. Gracias a la ayuda del Grupo y de la terapia, hoy lo pueden contar en sobriedad. Han recuperado la dignidad, y lo que es igual de importante, las ganas de vivir.

Segunda entrega de un apasionante tema, cómo viven la enfermedad del alcoholismo las mujeres. Dos jóvenes compañeras del Grupo 24 Horas AA Madrid relatan su experiencia: así bebieron y consumieron, cada vez más a escondidas, ante el sufrimiento de ser señaladas con el dedo por una sociedad con esquemas todavía machistas. Además, dan testimonio de cómo usaron otro tipo de drogas, que también son, actualmente, síntomas de la enfermedad del alcoholismo. En este caso, la marihuana y el “speed”.

Compañeros del Grupo 24 Horas de AA Madrid comparten sus miedos desde la infancia, a los que el alcohol y las sustancias ayudaron, al principio, a mitigar. Después, con el paso de los años, aquella ayuda se convirtió en terror. Describen episodios y experiencias dramáticas en sus vidas y de qué manera, con la llegada al grupo y el comienzo de la terapia de AA, las superaron para llevar una vida feliz en sobriedad hasta el día de hoy.

Con motivo de la inminente celebración de su aniversario, compañeros del Grupo 24 Horas AA Madrid hablan de lo que significa este evento especial para cada uno de ellos. Desde la tremenda emoción de los que están a punto de vivirlo por primera vez, hasta la experiencia de los que ya llevan haciéndolo varios años. Al final, de lo que se trata es de disfrutar la alegría de una nueva vida en sobriedad con familiares y amigos, e invitar a todo aquel que tenga problemas con su forma de beber. En el aniversario, compañeros llegados de grupos 24 Horas de toda España y el extranjero compartirán cómo lo hicieron ellos para dejar de sufrir, en una junta abierta y gratuita a toda la ciudadanía.

Con el capítulo 9 del Libro Grande –"biblia" del programa de AA– de referencia, los compañeros Roberto, Ricardo y Juan Carlos comparten sus experiencias como maridos y padres cuando bebían, y ahora que están en sobriedad. Las hipotecas emocionales, el sentimiento de culpa, la relación con sus hijos e incluso el sexo en pareja se despliegan con honestidad en un episodio de gran interés para todos aquellos que están sufriendo por su manera de beber o consumir, y sus familiares, esposas e hijos, que deben sobrevivir a relaciones tóxicas, a veces durante muchos años. Pero hay una solución...

Marta, guía del Grupo 24 Horas AA Madrid, empieza a desentrañar cómo es ser mujer alcohólica, en su caso. Beber a escondidas, la responsabilidad añadida de dar una imagen ejemplar a la sociedad y a la familia, el sentimiento de culpa acarreado, la degradación, perderlo todo... Marta se sincera y abre su corazón para que conozcamos cómo fue su dolor y sufrimiento por su forma de beber, además del desafío de iniciar, posteriormente, un Grupo 24 Horas en Madrid, que está abierto las 24 horas, todos los días del año, para todo aquel que quiera dejar de beber o consumir drogas.