RADIO CHUSMA 5l6t1k

Margarita y sus voluntarias preparan 202 viandas de comida dos días a la semana y meriendas casi todos los días. Además todos los meses entregan bolsones de alimentos y sueñan con techar un sector del centro vecinal que los cobija para abrir un espacio para los adultos mayores y establecer una biblioteca para que los estudiantes tengan apoyo escolar. Margarita sabe que está construyendo un legado y así como ella heredó el costado solidario de su papá, el árbol genealógico de la empatía no se detendrá. “Mis hijos son grandes, mis hijos van viendo y van acompañando y son igual que yo, lo que le pidan están dispuestos a brindarlo. Y vienen mis nietas, que en el colegio también hacen lo mismo, si tienen un compañero que no tiene zapatillas, enseguida buscan cómo encontrar un par de zapatillas para ayudar. Así que es toda una carga, pienso que ya cuando a mí se me acabe la pila, va a llevar el legado en mis hijos y en mis nietos”.

Jesús Tapia, su esposa María Fernanda y sus ocho hijos ayudan a las personas con más vulnerabilidad a través del comedor y merendero Adonai de la localidad cordobesa de Capilla del Monte. Se hicieron conocidos en los medios por cantar villancicos y salir a recaudar fondos con el canto. Los días de semana brindan merienda para 134 niños y 20 adultos mayores y los fines de semana: platos de comida. Además hacen talleres, capacitaciones y actividades para los peques. “Queremos, no solamente darle un plato de comida, sino también darle la caña para que pesquen ellos”, nos cuenta Jesús.

Es referente de la organización “Accionar Verde” donde han limpiado una decena de basurales a cielo abierto de la zona de Sierras Bayas del partido de Olavarria (Buenos Aires). Con cerca de 150 voluntarios de la localidad y alrededores además realizan tareas de concientización en hogares e instituciones. Por otra parte, entre 2022 y 2024 la joven ha visitado 30 centros educativos para debatir sobre temáticas socioambientales, incluyendo mesas juveniles para tratar distintos temas de interés de jóvenes agentes de cambio. “Los jóvenes no somos el futuro, somos el presente”, pregona.

Hay personas que hacen un mundo mejor no sólo en la tierra, sino también en el agua. Georgina Melatini es bicampeona de surf adaptado y dirige una escuela de este deporte en Santa Clara del Mar. Su misión es que personas con discapacidades ejerzan su derecho a la accesibilidad y además puedan disfrutar y ser felices practicando una actividad.

Silvina Forrester se formó en la docencia de todo tipo, desde jardín hasta idiomas, fue catequista y coach en la Universidad, su hija Clara la inspiró a crear un grupo de hockey para incluir a personas con discapacidad intelectual a través del deporte. Lionas y Liones, como se autodenomina informalmente este grupo, ofrecen entrenamientos dos veces por semana en el Polideportivo Onega y en el Pomar (CABA) y apoya iniciativas de hockey inclusivo en diferentes provincias del país. Además, realizan visitas a escuelas, clubes y profesorados para expandir la práctica del hockey inclusivo.

Es un laboratorio dependiente de la Universidad Nacional de San Luis, dedicado a transformar comunidades rurales al proporcionar a electricidad y agua, mejorando su calidad de vida y fomentando el desarrollo local. Capacitan a estudiantes secundarios, para que ellos mismos sean quienes ayuden a implementar los proyectos en comunidades cercanas a sus escuelas. Su papá tenía un taller donde inventaba todo tipo de cosas y junto con su hermano más grande metían manos en el taller. De su mamá le legó el aspecto social ya que asistía con ella a en comedores de barrios vulnerables de la ciudad de Villa Mercedes, San Luis. “Era el típico que desarmaba y después no lo podía volver a armar”, sonríe Guillermo Catougno, el protagonista de esta historia. Haciendo un posgrado en Alemania pudo seguir de cerca la transformación de la ciencia y se cuestionó que en nuestro país muchas veces los desarrollos científicos no llegan a la industria y sólo quedan en papers o publicaciones. Se dispuso a crear un laboratorio a su regreso en su San Luis natal y además acercar la tecnología y las energías renovables a sectores postergados. En el 2017 se anotó en un concurso para transferir energías en el sector rural y ese fue el puntapié de todo. “Una vez que terminamos el primer proyecto que fue en una escuela rural en un lugar de difícil , nos dijimos esto es lo que queremos hacer”.

Brindan atención médica primaria a niños con discapacidades como parálisis cerebral, epilepsia y síndrome de Down en zonas rurales con limitado a servicios de salud. Cada tres meses, un equipo de 40 profesionales de la salud viaja 200 kilómetros desde la ciudad de Córdoba hasta la localidad de Serrezuela para evaluar, atender y hacer seguimiento de más de 80 niños. También organizan donaciones de insumos médicos, sillas de ruedas, pañales y alimentos. Los abuelos de Agustina Arata fundaron el voluntariado de Córdoba, y de pequeña ella los acompañaba al Cottolengo Don Orione, al Hospital de Niños o al hogar Padre La Mónaca. De algún modo fueron maestros en la caridad como cuenta ella. Cuando formó una familia, su hija Isabella vino a este mundo a recordarle cuál era su camino: “yo estaba muy alejada de la discapacidad hasta que me tocó vivirla en carne propia”, dice. Su hija Isabella tras un accidente quedó con una discapacidad severa. Una tarde, siendo parte de un grupo de whats app de electrodependencia, Agustina escuchó el audio de una mamá de la localidad de Pichanas que necesitaba ayuda. El ruego de esa madre la conmovió tanto que sintió que debían colaborar urgente con ella y preparar una visita a esos parajes tan desconocidos del noroeste cordobés. A ese primer viaje fueron seis personas y al último 53. Goodwill en apenas dos años logró dar una mano a 117 pacientes ahí donde todo parece ser olvidado.

Ubicada en Venado Tuerto (Santa Fe) esta ONG ofrece herramientas educativas y sociales a familias vulnerables para mejorar su calidad de vida. Mediante el acompañamiento constante, fomentan la inclusión social y ofrecen un apoyo integral que abarca desde la educación hasta la salud emocional y la creación de oportunidades laborales.

Es una entidad sin fines de lucro creada por el kinesiólogo Ignacio Calabró junto a un grupo de padres, amigos y profesionales del Partido de La Costa que decidieron tender redes para concretar proyectos para personas con y sin diversidad funcional. Desde ese entonces realizan diferentes actividades con el objetivo de promover la real inclusión como DisfrutArte en Bici, y la producción de sillas anfibias para surf con DisfrutArte Surf. Crearon un espacio de encuentro inclusivo para personas con y sin discapacidad, donde se promueve la inclusión social a través del deporte. Cada año ayudan a 60 familias y a aproximadamente 200 niños, y ya llevan recicladas 35 bicicletas. Desde el año pasado trabajan en la construcción de su sede en Santa Teresita.

La ONG Volando Alto aborda la alfabetización en espacios informales en Concordia, acompañando el trabajo realizado en las escuelas con fundamentos neuropedagógicos, componentes de inteligencia emocional y elementos que enriquecen los procesos de enseñanza propuestos por las instituciones educativas formales.

Esta ONG lleva dos décadas promoviendo el desarrollo comunitario, solidario y voluntario cuyo fin es combatir la desnutrición infantil en la ciudad de Córdoba y alrededores. Trabajan brindando asistencia alimentaria a comedores y merenderos infantiles y desarrollan programas puntuales para mejorar las condiciones de las infancias. Agustín se calzaba los cortos todos los días pero los fines de semana eran distintos porque había fútbol once contra once. No tardó en advertir que algunos de sus compañeros no tenían botines como los de él ni tampoco sánguches, frutas o meriendas para satisfacer la demanda energética. Que los colegios eran distintos y varios de ellos siquiera asistían. Podría haber mirado para el costado o directamente no advertirlo pero esa situación desigual lo marcó de entrada. Cuando fuera grande algo debía hacer se dijo. Y lo hizo

Es un programa que busca solucionar la problemática de la falta de a infraestructura y hábitos de higiene a través de la instalación de módulos sanitarios anexados a viviendas precarias y la realización de talleres de higiene. Trabajan con familias en situación de alta vulnerabilidad social en barrios y asentamientos del país que construyen, junto con los voluntarios de la fundación, sus propios baños.

Concurren más de un centenar de niños y niñas para llevar su vianda de comida y de merienda pero desde hace más varios años es también un lugar de encuentro y de contención. La historia de su fundadora Marta Nasisi es además un ejemplo de fortaleza y resiliencia para abrazar el dolor y atravesarlo para compartir con quienes más lo necesitan.

Es docente rural en plena cordillera patagónica a 487 km de Neuquén capital, en donde junto a un equipo de docentes rurales, impulsa la iniciativa “Mantener el vínculo Escuela - Familia”. Valeria va con nieve o sin nieve, y cuando llegó la pandemia, recorría las casas de cada uno de los 100 chicos que asisten a la escuela para entregarles cuadernillos impresos con material bibliográfico para que no dejen de estudiar y los acompañan de manera psicológica para sobrellevar los problemas ocasionados por el encierro.

Desde hace una década Las Manos de mi Barrilito, es un comedor y espacio cultural y recreativo, incluso potrero, que alimenta y brinda contención a más de 300 personas en Villa Los 40 de Granja de Funes II, en Argüello. Dayana Vázquez es la creadora y nos cuenta su historia de lucha y superación en servicio de la solidaridad.

Gabriela es la coordinadora del comedor, merendero y centro cultural Patito Feo del barrio Colinas del Cerro de la Capital provincial. Funciona dentro de la coopertativa Vivienda, consumo y servicios sociales. Al merendero asisten 60 peques y para el comedor son 24 familias que reciben semanalmente 120 raciones de comida. "Estamos en una situación que es peor que en la Pandemia", dice en esta entrevista.

Fundación Alegría Ahora es una organización sin fines de lucro cuya principal actividad es la escuela pública primaria para jóvenes y adultos. Nació en la calle hace más de 20 años con el novedoso formato de casa escuela desde un sistema de educación popular y con pedagogía propia. Basados en el concepto de “amor político” brinda formación y asistencia humanitaria integral a estudiantes con entornos de extrema marginalidad, desprotección y violencia.

Es un espacio integrador surgido en 2003 que acompaña el desarrollo de niñas, niños y jóvenes con discapacidad motora y cognitiva de distintos grados. Funciona como un servicio educativo terapéutico y apoya también a las familias desde un abordaje interdisciplinario.

Producen unas de las líneas de alfajores artesanales más deliciosas del país. El emprendimiento nació por medio de los talleres de inclusión laboral de Fundación Empate (que apoya y acompaña a personas con síndrome de down). Desde sus inicios se enfocan en la calidad de los productos y en generar empleos inclusivos. Hoy siguen creciendo y poseen varios sueños para seguir evolucionando.

Se trata de una red solidaria que funciona como puente entre quienes tienen objetos y alimentos para donar y merenderos ubicados en varias provincias. Su creadora, Romina Bilches comenzó con una campaña puntual para juntar cosas en Facebook hace seis años y fue evolucionando sin parar. Pintó Ayudar nació en 2018 para gestar una red solidaria entre diversos lugares del país. Colaboramos con nueve merenderos ubicados en las provincias de Chaco, Formosa, Mendoza y Misiones. Las necesidades de los merenderos son muchas y dependen de las donaciones de la gente común