Dedicada a todos los Venezolanos que decidieron cruzar las fronteras y emigrar a otro país buscando una mejor vida. La historia que hoy les cuento, Se parece a muchas más, Esta puesto el sentimiento Y en mis ganas de llorar, Porque nací en un país, Donde reinó la bondad, Repleto de cosas buenas Hasta para regalar. Pero en una época triste Todo eso empezó a cambiar, Y aquellas grandes riquezas Comenzaron a menguar, No existía para sus hijos, La misma oportunidad, Y una gran crisis política, Parecía no terminar. Poco a poco me robaron El gran deseo de luchar, Y agotándose los medios, La solución, emigrar Opciones había distintas, En México, Panamá, República Dominicana Y hasta pensé en Canadá, Estados Unidos y Chile Y algunas opciones más. Pero sea pa´donde fuera Bien lejos de mi ciudad, Desde ese preciso instante Mi mundo empezó a cambiar, Ya con el boleto en mano, Sentía la fecha llegar, Mi mente sacaba cuentas, De lo que le iba a faltar, Aquellas grandes parrandas Y el abraso en navidad. Ir a unos toros coleados, El calor de mi mamá, La reunión en la esquina, El sabor de una empaná, El joropito en la radio, Temprano en la madrugada, Los chistes de mis amigos, La sopa y la carne asada, Pero así llegó la fecha, Pasajeros a embarcar, Viendo a los que me querían Con las manos levantadas, Mientras yo disimulando Que no me vieran llorar, Y así despegó ese avión Con mis recuerdos atrás. Me tocó la ventanilla como para completar, mi vista puesta en la orilla se iba adentrando en el mar y así nació esta esperanza de un día poder regresar. Han pasado varios meses todo permanece igual y es una alegría tan triste que jamás podré explicar, aunque económicamente creo que no me ha ido mal apenas pisé esta tierra aquí empecé a trabajar pero hay cosas de mi gente que jamás podré comprar, cosas que mantienen viva mi esperanza en regresar; un Caracas-Magallanes, sentir la grada vibrar, discutir con mis amigos sin saber quien va a ganar, si hoy juega la Vino tinto que triste no voy a estar. Mi viaje pal´sinaruco , emparrandao e ir a pescar. Mérida, la gran sabana como las voy a olvidar, las mujeres y las playas, sentir la brisa pegar son los recuerdos de mi alma con los que voy a luchar, mi gran amiga la almohada conoce bien mi pesar, a ella le cuento mis penas, ella me ha visto llorar , ella ha secado mis lágrimas el día que me siento mal y me dice con ternura pronto vas a regresar. Como el tiempo no se apura solo me queda esperar, y así entre tanta nostalgia mi mente empieza a volar y hasta pintó una sonrisa solo con imaginar que aquel avión aterriza de nuevo en suelo natal y escucho esa voz clarita que me trae felicidad “bienvenido a Venezuela” “ya pueden desembarcar”, desabrochen cinturones, acabamos de llegar, y así me quedo dormido, sabiendo que no es verdad, y aunque es simplemente un sueño, sé que pronto va a pasar, por eso, mi Dios bendito, sé que me vas a escuchar, haz que este sueño bonito pronto se haga realidad, o regálame otra noche, quiero volverlo a soñar.?