La Lente del Óculo 5i2u5z

MONSTRUOS ENTRE NOSOTROS Hay gente que aún no ha entendido que hay monstruos entre nosotros. Sí, hay monstruos entre nosotros. Pero esos monstruos, no llevan pasamontañas, no se encuentran en la sociedad civil. Exponen su cara y su nombre. Los conocéis bien. Viven en las afueras, alejados del pueblo, acorazados, en grandes fincas y alta seguridad. Siempre ha sido así. Desde los pequeños caudillos feudales hasta los reyes más poderosos han abusado de su pueblo. La diferencia, es que entonces, corrían el riesgo de terminar con la cabeza en una picota. Hoy, vivimos en una ensoñación de leyes y normas, que nos confunden y desactivan. Un sofisticado mecanismo que vive mayormente en el mundo de las ideas nos impide aplicar la ley natural, cuando la otra no funciona. Hoy, se arrogan derechos y prebendas, beneficios vitalicios, fama y agasajos, pero sin aceptar aquello que nuestra infantilizada sociedad ha olvidado: responsabilidad. El pasado 29 de Noviembre, en los peores momentos de la tragedia, unos eran recibidos en una obsequiosa función teatral en la India: Responsabilidad. Otros, aprovecharon para tomarse unos días libres y así prepararse para la comisión europea. 27mil euros mensuales tienen la culpa: Responsabilidad. Otros, aprovechaban para alojar a sus cercanos en la casa de las ofrendas de la televisión pública como pag o provechoso por la función de apoyo incondicional al régimen estos últimos años. Responsabilidad. Otros, sin embargo, se agarraban a una rama, mientras el empuje vertiginoso del caudal desbordado se llevaba para siempre sus pertenencias y familiares. Hay monstruos entre nosotros. Solo la genealogía de Abraham puede competir en longitud contra la cronología criminal de aquellos que visten prístinos y se jactan de la ceguera del pueblo ante su infamia histórica:. Robos, secuestros, golpes de estado, asesinatos o malversación. Un haber indiscutible en el currículum de una organización que todavía, se hospeda en las instituciones. Sin duda, hay monstruos entre nosotros, pero es dificil percibirlos, pertenecen a una logia intocable, y solo cuando el líder se enfada, los sueltan para ser despedazados por la opinión pública, sedienta, como es natural, de sangre y venganza. Por lo personal, fantaseo con el día en que calibren mal la asfixia a la que nos someten, con el día en el que respetemos nuestro esfuerzo productivom que es saqueado permanentemente, para sufragar los placeres, caprichos y compra de favores e intereses y así permanencer en el poder ad eternum. El circulo se cierra, y el pueblo, obediente, contribuye a ese flujo circular que redunda irremediablemente en su propia tumba. Hay monstruos entre nosotros. y como tal, hay que llamarlos. Pues están consiguiendo modificar nuestros deseos más profundos, para que vayamos contra natura, que rechacemos a la familia, nuestro único apoyo, rechacemos a los nonatos, rechacemos nuestras costumbres y así, poco a poco, nos convirtamos en átomos dispersos buscando un hombro donde llorar: el hombro del magnánimo estado. Hay monstruos entre nosotros, monstruos que acabarán con todo. Y la solución, me temo, no es democrática.