
Delirios de España. Las frivolidades de un país 6n5yn
En el año 2000, Nicole Kidman y Tom Cruise se mudaron a Madrid. El rodaje de Los otros, la película más cara de la historia del cine español, consiguió algo que no había ocurrido antes y que no volvería a ocurrir después: traer Hollywood a España. Aquel choque de culturas fue un “bienvenido Mr Marshall” en el cambio de siglo. Durante un verano, convivieron las estrellas de Hollywood (y sus representantes, sus publicistas y su manera de hacer las cosas) con un equipo de españoles que no sabía dónde se estaba metiendo: cada día se encontraban con una sorpresa nueva (la estrella quiere un camerino nuevo, el director debe hacer 34 cambios en el guion sí o sí, está prohibido mirar a Tom Cruise a los ojos)... en una España que por fin se sentía parte del primer mundo pero que todavía arrastraba viejos complejos de inferioridad. Por un lado, asumían con mucho cachondeo lo de “están locos estos americanos”. Por otro, no había tiempo para frustraciones: había que sacar adelante ese proyecto tan ambicioso a toda costa. Y lo consiguieron. Los otros sigue siendo hoy la película española más taquillera de la historia. Aquella hazaña no fue nada, nada fácil. Y esta es la historia. g4t2w
En el año 2000, Nicole Kidman y Tom Cruise se mudaron a Madrid. El rodaje de Los otros, la película más cara de la historia del cine español, consiguió algo que no había ocurrido antes y que no volvería a ocurrir después: traer Hollywood a España. Aquel choque de culturas fue un “bienvenido Mr Marshall” en el cambio de siglo. Durante un verano, convivieron las estrellas de Hollywood (y sus representantes, sus publicistas y su manera de hacer las cosas) con un equipo de españoles que no sabía dónde se estaba metiendo: cada día se encontraban con una sorpresa nueva (la estrella quiere un camerino nuevo, el director debe hacer 34 cambios en el guion sí o sí, está prohibido mirar a Tom Cruise a los ojos)... en una España que por fin se sentía parte del primer mundo pero que todavía arrastraba viejos complejos de inferioridad. Por un lado, asumían con mucho cachondeo lo de “están locos estos americanos”. Por otro, no había tiempo para frustraciones: había que sacar adelante ese proyecto tan ambicioso a toda costa. Y lo consiguieron. Los otros sigue siendo hoy la película española más taquillera de la historia. Aquella hazaña no fue nada, nada fácil. Y esta es la historia.