Peligrosa (1935) BETTE DAVIS / FRANCHOT TONE / ALFRED E. GREEN / Drama / Cine Clásico 19344r

Peligrosa. ¿Cuándo vuelvo a recogerle, señor? El tiempo de toparme un par de cócteles. Digamos media hora.

Sí, señor. La señora Farnsworth me pidió que le recordara que esta noche tienen un compromiso.

Media hora será suficiente para cambiarme y llegar a tiempo. Ah, por cierto, ¿le dijo la señora Farnsworth con quién vamos a cenar? Con los Linder, señor.

Ah, los Linder.

Vuelve dentro de una hora, Williams. Creo que esta noche voy a necesitar algún cóctel más.

Perdone, señorita, ¿no es usted Joyce Heap? No.

Pues, ¿y ese jurado? Se ha equivocado.

Es asombroso. Qué gran parecido. Disculpeme.

¿Caballeros? Ah, me alegra verte, Farnsworth.

Buenas tardes, Rogers.

Siéntese.

Anthony, un saikari. Esta noche sé generoso con el brandy.

Sí, señor.

Espero que recuerdes cómo le sienta el brandy a tu hígado.

Sí, por eso he dejado el oporto y he vuelto al brandy.

El hígado resulta menos llamativo que la nariz.

¿Recordáis a esa famosa actriz Joyce Heap? Sí, en Camille estuvo magistral.

Sólo la vi una vez y me impresionó.

Es una actriz temperamental y espontánea.

Es asombroso con qué fuerza puede proyectar una personalidad fuera del escenario.

Esa noche estaba en las últimas filas y, sin embargo, fue como si la tuviese en mis brazos.

Quizá exageras, pero es interesante.

Calla, dejemos que se confiese.

Joyce Heap no sabe que ella me impulsó a tomar una decisión que cambió el curso de mi vida.

Rechazar los planes de mi familia respecto a Wall Street.

¿Ya veis? Sentí un gran deseo de crear.

Descarté la novela porque lo mío no es escribir y para la música no tengo oído, pero í pintar.

Tres años de bohemia en París me devolvieron a la realidad.

Si quería crear, lo mío era la arquitectura.

Acabo de verla justo antes de entrar.

Desaliñada y ausente, como avergonzada de ser Joyce Heap.

Estaba en la cumbre.

¿Ocurre algo, señor Hanley? ¿Tal vez su whisky? ¿Eh? Ah, el whisky.

Está perfecto.

¿Por qué? Me ha dado la impresión de que algo le desagradaba.

Te ruego que ni lo menciones.

Estaba leyendo mi artículo.

¿Heat? ¿Eh? Queremos preguntarte una cosa.

Sí, es un peluquín.

No, no es eso.

Se trata de Joyce Heap, la gran estrella.

Demasiado brillante y fugaz para serlo.

Fue un cometa que apareció de repente, se precipitó y desapareció por completo.

Esto es una metáfora acerca de una gran actriz, Joyce Heap.

Por esa razón no leo su columna.

Porque escribe igual.

Bueno, ¿y qué fue de ella, Pitt? Aunque parezca extraño, era gafe.

Dicen que daba mala suerte.

¿Gafe? Todo empezó cuando el galán se mató la noche del estreno.

A partir de entonces, quien se relacionaba con ella fracasaba, se divorciaba o se suicidaba.

Sí, claro, siempre ocupaba las primeras páginas.

Al principio se rió de la superstición, luego cambió.

La última vez que la vi hacía un bodevil barato.

Luego desapareció como por arte de magia.

Resulta difícil de creer.

Pero ha pasado.

Tengo que irme si quiero cambiarme antes de recoger a Gayle.

Nos han invitado.

¿Los Linder? Los Linder.

La mayoría de los Linder.