El Papel Higiénico SIEMPRE VA HACIA AFUERA. La Tierra es Blanda 1x38. 4e2m17

Bienvenidos, bienvenidas, bienvenides a la tierra esblanda.

¡Uh! ¡Bien! ¡Bravo! Bien ¿qué tal, Enoch? Buenas tardes, Pazos. ¿Cómo estás? Bien, estoy bien. Estoy bien, estoy bien, estoy bien.

¿Qué tal esta semanita? ¿Cómo te ha ido? ¿Cómo te lo has pasado? Sé que tenía un viaje potente.

Ha sido tan espectacular que casi ni me acuerdo.

Sí ¿verdad? Has comido bien ¿no? Hombre, sí.

Te voy a decir una cosa, te habrás puesto cerdo a comer, pero ni un gramo has ganado.

¿Has visto qué maravilla? No se te nota.

Es por la barba.

Por la barba, seguramente. Y te mantiene ¿eh? Te la afeitaste, te la recortaste el otro día, hace una semana y pico.

Claro, claro. ¿Por qué hacemos esto, Enoch? ¡Ja, ja, ja, ja! ¿Por qué hacemos esto? Hay gente que todavía se lo cree.

Pero ¿en qué más da? ¿En qué más da? Es como la gente que empezó a darse cuenta en los 90 que en el programa de Buena Fuente hay guionistas… ¡No, si te parece…! Se le ocurre todo en el momento, por favor.

Enoch. Dime.

Hoy tenemos un patrocinador. ¿Qué ha pasado hoy? Ah, bueno. Vaya novedad.

Sí, la verdad es que sí.

La verdad es que tenemos demasiados.

Mira qué te digo, igual tenemos demasiados.

El patrocinador de hoy es… La máquina de escribir, Olivetti.

¡Ojo! ¡Aplausos! Las tengo detrás.

Sí, se ven todas, todas.

Mira, ahí ves una.

No había más imágenes que poner.

Nunca te acuerdas que estás en medio.

Esto es una foto en blanco y negro de una… de una tienda de máquinas Olivetti de Barcelona, superantigua.

Y me ha parecido… Quiero hacer ese homenaje hacia ti, que eres de Barcelona y eres viejo.

Entonces, las dos cosas están ahí.

¡Ja, ja, ja! Bueno, eh… ¡Ja, ja, ja! Y dice así… A ver, cuenta.

Espérate, me lo bajo aquí mejor. Y dice así.

En 1908, un italiano visionario crea la empresa Olivetti y domina el mundo de las máquinas de escribir.

¿Te acuerdas ese ordenador sin pantalla de tu abuelo? Eso era una Olivetti.

Incluso fuimos los pioneros en las primeras máquinas de escribir portátiles, que en vez de 20 kilos pesaban 18.

Un poco como los portátiles gaming de ahora, que si los desenchufas ya no son gaming, son pisapapeles con una batería de patata.

Olivetti no necesitaba corriente, solo media mesa del comedor.

A día de hoy, con los correctores de los móviles, aceptadlo, no sabéis escribir.

Os pensáis que eso os ayuda a reconocer las faltas, pero hay cientos de estudios aclarando que, en realidad, cada día sois más tontos.

Con las máquinas de escribir Olivetti, no solo no había correctores, es que si la cagabas en una letra, tenías que volver a escribir toda la página y te jodes y lo asumes y ya verás cómo no te vuelve a pasar.

Además, se trabajaba con hojas, con A4 de toda la vida.

¿Hace cuánto que no escribes en papel? ¿Desde cuándo los árboles son más importantes que la caligrafía? Porque se siguen talando los mismos homases, solo que ahora todo va para papel del culo.

Antes, esas hojas podían contener historias maravillosas que hacían avanzar la humanidad. ¡Me cago en la leche! No sé.

El imperio de Olivetti creció como la espuma.

Sin nosotros, no se podría haber hecho la intro de Se ha escrito un crimen, que salía la vieja ahí escribiendo en la máquina de escribir y no habríamos tenido el momento del Jerry Lewis en la máquina de escribir invisible.

Esa máquina invisible era un Olivetti.

Entonces, llegaron los ordenadores.

Vaya, ¿sabes quién creó el precursor de los ordenadores personales? Vaya, pues lo hizo Olivetti.

¿Ahora qué? ¿Ahora qué? Estoy muy nervioso y no sé por qué.

Para entrar en la batalla contra los ordenadores en Olivetti, tuvimos una brillante idea.

Crear el primer ordenador de Europa en 1982, el M20, y para asegurarnos el tiro, lo hicimos totalmente incompatible con el sistema 2 de IBM.

Madre mía, ¿eh? Es un plan sin fisuras.

Mientras todas las demás empresas se centraron en crear componentes, nosotros hacíamos ordenadores enteros porque éramos Olivetti.

Véase el énfasis en éramos, porque ya no somos.

¿Quién iba a pensar que el puto Gates iba a sacar un ratón? ¿Y quién iba a pensar que iba a ser un sistema cerrado solo para Windows? Igual todo el mundo lo pensó, pudiera ser Olivetti.

No existimos.

Pero teclear en una máquina de escribir sigue dando el mismo gustazo.

Bill Gates, hazme un mamazo.

¿Se corta aquí? Justo ahí.

Justo ahí se corta. Bien, bien, bien.

¡Aplausos! Justo ahí.

¿Ya estará vivo el Oli este? ¿Oli estará vivo? Oli, el dueño ¿no? Era Olivetti. ¿No se llamaba Oli? Era Olivetti. Ah, era Olivetti. Yo creo que sí.

Que en catalán es aceituna pequeña.

¡Continúa, compañero! ¡Ja, ja, ja! Ahora dudas de si eso es verdad o no.

Duda, duda.