NTSD ft. NSD-BD #86 - El Gym del Cerebro 4j2o61

Muy buenos días, Gemma, ¿qué tal?
Muy bien, cuéntame qué es eso de entrenamiento contrario,
qué es de lo que vamos a hablar hoy.
Venga, vamos a hablarlo y vamos a empezar con una pregunta.
¿Cuántas veces has metido la pata
y tu propio cerebro te lo ha recordado una y otra vez?
Uf, esto le sonará a muchísima gente
porque ha pasado millones de veces.
Eso es, parece que cada vez que hacemos algo mal,
en nuestra propia cabeza, la que no nos deja olvidarlo
y nos lo repite en forma de imagen,
trayéndonos emociones como la culpa y la vergüenza,
para hacernos sentir aún peor.
En realidad, esto tiene todo el sentido del mundo.
Aunque se suele decir que el ser humano
es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra,
es lógico que nuestro propio cerebro
esté preparado para recordar mejor lo negativo que lo positivo.
Si atendemos explicaciones evolucionistas,
es más interesante recordar
que si cuando sales de la cueva en la prehistoria
y giras a la derecha hay un acantilado por el que te puedes caer,
o si giras a la izquierda hay una manada de dientes de sable
que te pueden comer, por aquello de evitar esos peligros.
Recordar, en realidad, si sigues recto,
hay un campo de flores superbonito donde poder pasear.
¿Esto tiene que ver con la ansiedad adaptativa,
de la que algunas veces nos has hablado,
de ese mecanismo que tiene el cerebro
para prepararse ante esos escenarios?
Literalmente tiene que ver con eso,
y por eso se recuerda ese tipo de eventos.
Tengo matrícula de honor en tu clase, Javier.
No pasa nada, lo puedes reconocer.
Llevando la turra tres años.
No, oye, pero es interesante,
porque te das cuenta al final de lo que aprendes
y luego son herramientas que tú puedes poner en práctica
en tu día a día, y espero que en el caso de los oyentes igual.
Bien, y es guay, porque al final también conectas temas con otros.
Sí, sí.
Es que estás aprendiendo, me gusta, me gusta.
Gracias.
Bueno, si traemos estos ejemplos mucho más actuales,
es mejor que recordemos que cuando vemos a una señora
con un poco de barriga,
no le preguntemos si está embarazada,
porque podría contestarte que no
y hacerte la cruz para toda la vida.
Por tanto, el cerebro humano, como ya hemos dicho,
está preparado para crear huellas emocionales
centradas en lo negativo.
Aún así, puedo asegurar a todos los oyentes
que al igual que se crean esos surcos feos,
también se pueden entrenar cerebro
a responder de una forma más positiva para tu día a día,
creando lo que se llama huellas emocionales diferentes.
Y ahora entramos, entiendo,
en ese entrenamiento del que nos hablabas,
pero claro, ¿en qué consiste?
Porque estamos un poquito perdidos.
Entendemos entrenamiento por otra cosa
y por eso nos lo tienes que explicar.
Justamente, ahora sí entramos en el tema del entrenamiento.
Y antes de explicar cómo hacerlo,
sí que me gustaría hacer hincapié en eso del entrenamiento,
ya que de forma natural, como hemos dicho,
sale recordar mejor lo negativo.
Pero si le ponemos empeño, esfuerzo y dedicación,
podremos conseguir lo que yo llamo entrenamiento contrario.
A mí me gusta hacer la analogía
con que si quieres tener un bíceps fuerte,
tienes que ir al gym y entrenar el bíceps.
Pues lo mismo pasa con esto.
Si quieres empezar a realizar surcos diferentes en tu cerebro,
hay que entrenarlo, porque ya de forma natural no sale.
Ahora bien, ¿cuáles son las cosas que podemos hacer
para empezar a poner en marcha esto del entrenamiento contrario?
Veamos algunas ideas.
Por ejemplo, todos los días dedica un momentito
a pensar en aquellas cosas por las que estás agradecido.
La idea es establecer una hora determinada,
por ejemplo, las seis de la tarde,
en la que de manera consciente dejes lo que estás haciendo
y pienses en aquello por lo que quieres dar la gracia.
Una variante de la anterior, y que personalmente a mí me gusta más,
es tener como una especie de libretita en la mesa de noche
y antes de irte a dormir, pensar y apuntar
qué tres cosas buenas te han pasado en las últimas 24 horas.
Estas cosas pueden ser cosas importantes,
como que te toque la lotería, que eso estaría guay apuntarlo,
o pequeños detalles,
como el pedazo de tazón de cereales tan rico
que te has comido para el desayuno.
Porque entiendo que cuando llega ese momento,
cuando uno está a punto de dormir,
si hace esto, permitirá que el cerebro, digamos,
proyecte una película bonita durante la noche,
no todo lo contrario, y bajen además los niveles de cortisol.
En realidad, a eso puede ayudar,
pero más bien es interesante que se haga esto
para tener en cuenta,
y si lo haces durante una semana, dos semanas,
tres semanas, cuatro semanas,
ver qué puntos en común tienen todas las cosas
por las que das la gracia
o por las cosas por las que te hacen sentir bien.
Y eso hace que tengas mucho más en cuenta qué cosas a mí
me hacen sentir bien que, en realidad,
todas las cosas que me hacen sentir mal.
Vale.
Vale, otra opción es literalmente utilizar la meditación
y meditar sobre algún tema positivo,
pues qué es la felicidad o cómo sería mi vida ideal.
Y un ejercicio de meditación más específico,
centrado en objetivos vitales,
sería la meditación de todo va bien en mi vida,
cuya idea es reflexionar sobre cómo va a ser tu vida
cuando por fin todo esfuerzo invertido
en aquello que te has propuesto, pues dé sus frutos.
Interesante.
Estas son solo algunas ideas que pueden ser útiles
para crear nuevas huellas emocionales positivas.
Por supuesto, cada uno tiene que elegir
la que mejor vaya con su forma de ser
y con las dificultades de su día a día,
pero si se invierte tiempo y esfuerzo,
estoy seguro de que se puede conseguir.
Por supuesto, y además,
si alguien cree que se le hace demasiado cuesta a riesgo,
pues no se preocupe,
porque la verdad es que no es tan fácil,
y no es tan fácil como parece,
pero si se invierte tiempo y esfuerzo,
estoy seguro de que se puede conseguir.