NOCHE DE HISTORIA Y MISTERIO 30 DE ENERO DE 2025 1u4b4i

INVENIBLE HISTORIAN
INTRATE IN MYSTERIO
ERGO NOX HISTORIA ET MYSTERIO
Descubre la historia. Entra en el misterio.
A continuación, noche de historia y misterio.
Quien ha atravesado los misterios, pues conoce la fuente y el fin de la vida.
La historia oficial y la historia proscrita.
Noche de historia y misterio.
Dirigido y presentado por Javier Ballesteros.
El día comenzaba a despertar.
Era la hora en que, tras las estrechas ventanas de uno de los aposentos de honor de la abadía de Ainay,
el cardenal Jacobo Duese meditaba sobre la muerte.
El cardenal nunca había tenido mucha necesidad de dormir
y con tres horas tenía más que suficiente.
Era una persona versada y sobre todo lista, muy lista.
Había compuesto tratados de teología, de derecho, de medicina y de alquimia
que sentaba catedra entre los entendidos y doctores de su tiempo.
Los doctores me aseguran, pensaba aquella mañana,
que después de la muerte, las almas de los justos
gozan inmediatamente de la visión beatífica de Dios, que es su recompensa.
itámoslo, pero las escrituras nos dicen también que, al fin del mundo,
cuando los cuerpos resucitados se hayan reunido con sus almas,
seremos juzgados en el juicio final.
Pero en esto hay una gran contradicción.
¿Cómo puede Dios, totalmente soberano, omnisciente y perfecto,
convocar dos veces al mismo caso en su propio tribunal
y juzgar en apelación su propia sentencia?
Luego, los doctores se equivocan.
Luego no puede haber beatitud propiamente dicha ni visión.
Beatifica antes del fin de los tiempos
y Dios solo se dejará contemplar después del juicio final.
¿Dónde se encuentra el altar de los muertos?
¿No iremos a esperar subaltaredei bajo ese altar del Dios
del que habla San Juan en el Apocalipsis?
La somnolencia es un mal del hombre,
pero el saber y la pregunta una virtud.
Jacobo seguía preguntándose y disertando
como si se tratara de dos personas.
Una pregunta, otra responde.
Lo que es cierto para las almas de los justos,
forzosamente lo es también para las almas de los pecadores.
Dios no puede castigar a los malos antes de recompensar a los buenos.
El obrero recibe su salario al final de la jornada.