
Descripción de Némirovski, hilandera de élitros. pk5t
hilando litteras.................................................................................................................... Peter Frampton The Bravery 6h436j
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Lucille Angelier se había sentado a la sombra de un cerezo con un libro y la labor.
Aquella era la única parte del huerto en que habían dejado crecer árboles y plantas sin preocuparse del provecho que se les pudiera sacar, porque lo cierto era que aquellos cerezos apenas daban fruta. Pero era la época de floración. Recortadas contra un cielo de un azul puro y homogéneo, el azul de cedra, cálido y brillante a un tiempo, de ciertas porcelanas finas, las ramas parecían cubiertas de nieve. La brisa que las agitaba ese día de mayo aún era fría.
Los pétalos se defendían débilmente, se encogían con una especie de friolera coquetería y volvían su corazón de rubios pistilos hacia la tierra. El sol atravesaba a algunos y revelaba un entramado de minúsculas y delicadas venas que destacaban en la blancura del pétalo y añadían a la fragilidad, a la inmaterialidad de la flor, algo vivo, casi humano, en la medida en que el adjetivo humano implica un tiempo, debilidad y firmeza. No resultaba extraño que el viento pudiera agitar a aquellas maravillosas criaturas sin destruirlas, sin siquiera ajarlas. Se dejaban vencer soñadoramente.
Parecían a punto de caer, pero estaban firmemente unidas a las delgadas, lustrosas y duras ramas.
Unas ramas cuyo aspecto tenía algo metálico, como el propio tronco, esbelto, liso, de un solo fuste, con reflejos grises y purpúreos. Entre los blancos racimos se veían hojitas alargadas y cubiertas de un bello plateado. A la sombra eran de un verde suave. Al sol parecían de color rosa.
El jardín se extendía a lo largo de una calle estrecha, una calleja de pueblo bordeada de casitas, en las cuales habían instalado en una de ellas su polvorín los alemanes. Un centinela caminaba de un lado a otro, bajo un cartel rojo, que en gruesas letras rojas rezaba «verboten», prohibido.
Y debajo, en francés, con caracteres más pequeños, prohibido acercarse a este local bajo pena de muerte.
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