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HISPANIDAD LIBROS IMPRESCINDIBLES
NAUFRAGIOS Cap 5. CABEZA de VACA. Cómo dejó los navíos el Gobernador

NAUFRAGIOS Cap 5. CABEZA de VACA. Cómo dejó los navíos el Gobernador 5c4866

18/6/2024 · 06:02
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CAPITULO 5 La expedición va a llegar a Apalache. Se van a encontrar tribus por el camino. Alvar Nuñez realiza una búsqueda de algún puerto de mar, pero no lo encuentra. Vocabulario del episodio: OSTIÓN (ostrón) Clase de ostra de mayor tamaño y más basta que la común. ANCÓN: Del latín ancon, anconis = codo, ángulo. Mar: Ensenada pequeña en que se puede fondear. CELADA: Emboscasa de gente armada en paraje oculto, acehando al enemigo para asaltarlo descuidado o desprevenido. 496d5r

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Capítulo cinco cómo dejó los navios el gobernador sábado uno de mayo el mismo día que esto había pasado mandó dar a cada uno de los que habían de ir con él dos libras de bizcocho y media libra de tocino y ansí nos partimos para entrar en la tierra la suma de toda la gente que llevábamos era trescientos hombres en ellos iba el comisario fray juan suárez y otro fraile que se decía juan de palos y tres clérigos y los oficiales la gente de caballo que con estos íbamos éramos cuarenta de caballo y así anduvimos con aquel bastimento que llevábamos quince días sin hallar otra cosa que comer salvo palmitos de la manera de los de andalucía en todo este tiempo no hallamos indio ninguno ni vimos casa ni poblado y al cabo llegamos a un río que lo pasamos con muy gran trabajo a nado y en balsas te tuvimos es un día en pasarlo que traía muy gran corriente pasados a la otra parte salieron a nosotros hasta doscientos indios poco más o menos el gobernador salió a ellos y después de haberlos hablado por señas ellos nos señalaron de suerte que nos hubimos de revolver con ellos y prendimos cinco o seis y éstos nos llevaron a sus casas que estaban hasta media legua de allí en las cuales hallamos gran cantidad de maíz que estaba ya para cogerse y dimos infinitas gracias a nuestro señor por habernos socorrido en tan gran necesidad porque ciertamente como éramos nuevos en los trabajos allende del cansancio que traíamos veníamos muy fatigados de hambre y a tercero día que allí llegamos nos juntamos el contador y veedor y comisario y yo y rogamos al gobernador que enviase a buscar la mar por ver si hallaríamos puerto porque los indios decían que la mar no estaba muy lejos de allí él nos respondió que no curase hemos de hablar en aquello porque estaba muy lejos de allí y como yo era el que más le importunaba díjome que me fuese yo a descubrirla y que buscase puerto y que había de ir a pie con cuarenta hombres y así otro día yo me partí con el capitán alonso del castillo y con cuarenta hombres de su compañía y así anduvimos hasta hora de mediodía que llegamos a un los placeres de la mar que parecía que entraban mucho por la tierra anduvimos por ellos hasta legua y media con el agua hasta la mitad de la pierna pisando por encima de ostiones de los cuales recibimos muchas cuchilladas en los pies y nos fueron causa de mucho trabajo hasta que llegamos en el río que primero habíamos atravesado que entraba por aquel mismo ancón y como no lo pudimos pasar por el mal aparejo que para ello teníamos volvimos al real y contamos al gobernador lo que habíamos hallado y cómo era menester otra vez pasar por el río por el mismo lugar que primero habíamos pasado para que aquél ancón se descubriese bien y viésemos si por allí había puerto y otro día mandó a un capitán que se llamaba valenzuela que con setenta hombres y seis de caballo pasase el río y fuese por él abajo hasta llegar a la mar y buscar si había puerto el cual después de dos días que allá estuvo volvió y dijo que él había descubierto el ancón y que todo era bahía baja hasta la rodilla y que no se hallaba puerto y que había visto cinco o seis canoas de indios que pasaban de una parte a otra y que llevaban puestos muchos penachos sabido esto otro día partimos de allí yendo siempre en demanda de aquella provincia que los indios nos habían dicho a pa place llevando por guía los que de ellos habíamos tomado y ansí anduvimos hasta diecisiete de junio que no hallamos indios que nos hacen esperar y allí salió a nosotros un señor que le traía un indio a cuestas cubierto de un cuero de venado pintado traía consigo mucha gente y delante de él venían tañendo unas flautas de caña y ansí llegó do estaba gobernada dor y estuvo una hora con él y por señas le dimos a entender que íbamos a apalache y por las que él hizo nos pareció que era enemigo de los de apalache y que nos iría a ayudar contra él nosotros le dimos cuentas y cascabeles y otros rescates y él dio al gobernador el cuero que traía cubierto y ansi se volvió y nosotros le fuimos siguiendo por la vía que él iba aquella noche llegamos a un río el cual era muy hondo y muy ancho y la corriente muy recia y por no atrevernos a pasar con balsas hicimos unas una canoa para ello y estuvimos en pasarlo un día y si los indios nos quisieran ofender bien nos pudieran estorbar el paso y aun con ayudarnos ellos tuvimos mucho trabajo uno de caballo que se decía juan velázquez natural de cuéllar por no esperar entró en el río y la corriente como era recia lo derribó del caballo y se asió a las riendas y ahogó así y al caballo y aquellos indios de aquel señor que se llamaba toussaint chelín hallaron el caballo i nos dijeron dónde hallaríamos a él por el río abajo y así fueron por él y su muerte nos dio mucha pena porque hasta entonces ninguno nos había faltado el caballo dio de cenar a muchos aquella noche pasados de allí otro día llegamos al pueblo de aquel señor y allí nos envió maíz aquella noche donde iban a tomar agua nos echaron un cristiano y quiso dios que no lo hirieron otro día nos partimos de allí sin que indio ninguno de los naturales pareciese porque todos habían huido más yendo nuestro camino parecieron indios los cuales venían de guerra y aunque nosotros los llamamos no quisieron volver ni esperar mas antes se retiraron siguiéndonos por el mismo camino que llevábamos el gobernador dejó una celada de algunos de a caballo en el camino que como pasaron salieron a ellos y tomaron tres o cuatro indios y éstos llevamos por guías de allí adelante los cuales nos llevaron por tierra muy trabajosa de andar y maravillosa de ver porque en ella hay muy grandes montes y los art hueles a maravilla altos y son tantos los que están caídos en

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