MM31 - La espada de Damocles 1z2v6e

En la corte del antiguo rey dionisio de siracusa había un hombre llamado damocles uno de los cortesanos más cercanos al monarca aunque vivía rodeado de lujos y privilegios damocles no cesaba de expresar su iración y envidia hacia la vida aparentemente perfecta del rey a menudo se maravillaba de la opulencia y el poder de dionisio y lo elogiaba constantemente por su supuesta dicha para damocles el rey vivía en un estado ideal libre de preocupaciones mientras él como simple cortesano sólo podía observar desde la distancia aquella posición elevada un día cansado de escuchar las constantes alabanzas y envidias de su cortesano dionisio decidió darle una lección a damocles sobre lo que realmente significaba ser rey con una sonrisa misteriosa le ofreció una proposición inesperada si tanto deseas experimentar lo que es ser rey damocles te concederé el honor mañana podrás ocupar mi lugar en el trono y disfrutar de todo lo que poseo dijo dionisio observando con atención la reacción de su cortesano damocles aceptó de inmediato entusiasmado por la oportunidad de vivir como un monarca aunque sólo fuera por un día al día siguiente se vistió con las mejores ropas fue escoltado al trono real y rodeado de sirvientes que atendían cada uno de sus caprichos banquetes abundante se dispusieron ante el música resonaba por el salón y los aromas de los perfumes impregnaban el aire damocles absorto en la atmósfera de lujo y placer se sentía verdaderamente afortunado convencido de que su vida como rey era perfecta sin embargo mientras disfrutaba del banquete y de las atenciones algo llamó su atención y le hizo fruncir el ceño sobre su cabeza colgando del techo se encontraba una espada afilada sostenida únicamente por un delgado hilo de crin de caballo damocles palideció de inmediato la espada estaba suspendida justo sobre el amenazando con caer en cualquier momento la impresión fue tan intensa que apenas podía concentrarse en nada más la amenaza de aquella espada le parecía cada vez más real y aterradora y su mirada quedaba fija en el fino hilo que era lo único que la sostenía en un instante todo el placer y la comodidad se desvanecieron la comida que antes le parecía exquisita perdió todo su sabor y la música que lo había deleitado ahora sólo aumentaba su nerviosismo los lujos y atenciones que minutos antes había disfrutado se tornaron triviales e inútiles eclipsados por la presencia constante de la espada sobre su cabeza dionisio observando atentamente el cambio en el rostro de su cortesano se acercó y le preguntó dime damocles porque ella no disfrutas del banquete acaso no es esta la vida que tanto irabas damocles sin apartar los ojos de la espada tartamudeó una respuesta reconociendo finalmente la angustia y el miedo que acompañaban al poder comprendió que el rey a pesar de sus privilegios vivía en constante peligro y con la amenaza de traiciones y enemigos ocultos la seguridad de su vida dependía de un frágil hilo igual que aquella espada que pendía sobre su cabeza la aparente tranquilidad del monarca era en realidad una ilusión y su posición estaba siempre en riesgo finalmente incapaz de soportar más el estrés y la tensión damocles imploró a dionisio que lo liberara de aquel papel confesando su error y renunciando su idealización del poder dionisio satisfecho de que damocles había aprendido la lección ordenó que lo retiraran del trono y descolgar la espada ahora entiendes damocles dijo el rey que la vida de un monarca no es tan envidiable como parece los que ocupan el poder viven siempre con una amenaza constante como esa espada suspendida por un hilo qué puede caer en cualquier momento damocles asintió aún temblando por la experiencia y nunca volvió a expresar envidia hacia el rey había comprendido que la vida de un soberano no era solo lujo y gloria sino también una existencia llena de riesgos y preocupaciones