Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
Meditaciones breves del Evangelio diario
Miércoles dentro de la Octava de Pascua

Miércoles dentro de la Octava de Pascua 3z6t5g

23/4/2025 · 04:47
0
201
0
201
Meditaciones breves del Evangelio diario

Descripción de Miércoles dentro de la Octava de Pascua 24326r

El evangelio de hoy nos presenta uno de los encuentros más entrañables y reveladores del Resucitado: Jesús caminando con los discípulos de Emaús. Estos dos seguidores iban tristes, decepcionados, con la esperanza rota por la muerte de Jesús. Aunque caminan con Él, no lo reconocen. Su corazón está tan lleno de dolor que no pueden ver con claridad. 24o1r

Lee el podcast de Miércoles dentro de la Octava de Pascua

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Del Evangelio de Lucas.

Aquel mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos 70 estadios.

Iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido.

Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos, pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.

Él les dijo, ¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino? Ellos se detuvieron con aire entristecido, y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió, ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado estos días? Él les dijo, ¿Qué? Ellos le contestaron, lo de Jesús el nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo, como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte y lo crucificaron.

Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero con todo esto ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió.

Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues, habiendo ido muy de mañana al sepulcro y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo.

Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron.

Entonces él les dijo, ¿Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas? ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrar así en su gloria? Y comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las escrituras.

Llegaron cerca de la aldea donde iban y él simuló que iba a seguir caminando, pero ellos lo apremiaron diciendo, quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída.

Y entró para quedarse con ellos, sentado a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando.

A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció de su vista.

Y se dijeron el uno al otro, ¿no ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las escrituras? Y levantándose en aquel momento se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once con sus compañeros, que estaban diciendo, era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.

Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

El Evangelio de hoy nos presenta uno de los encuentros más entrañables y reveladores del resucitado.

Jesús caminando con los discípulos de Maús.

Estos dos seguidores iban tristes, decepcionados, con la esperanza rota por la muerte de Jesús.

Aunque caminan con él, no lo reconocen, su corazón está lleno de dolor que no pueden ver con claridad.

Jesús con paciencia y pedagogía divina los escucha, los acompaña y les explica las escrituras.

Les ayuda a releer los acontecimientos a la luz del plan de Dios.

El clímax llega en la fracción del pan, gesto que repite a la última cena, a la Eucaristía.

Es ahí cuando sus ojos se abren, reconocen a Jesús, pero él desaparece, dejándoles el ardor en el corazón y el deseo de compartir la buena nueva.

Este texto tiene un profundo carácter eucarístico, misionero y pastoral.

El resucitado se hace compañero de camino, catequista y pan partido para que la comunidad reviva su fe.

Los discípulos de Maús representan nuestras propias decepciones, dudas o momentos de tristeza.

A veces la desesperanza nos ciega.

Reconozco a Jesús que camina a mi lado en medio de mis dolores.

Jesús explicó las escrituras y eso hizo arder el corazón de los discípulos.

Dedico tiempo para escuchar la palabra y dejar que ella me conforte, me enseñe y me transforme.

Al partir el pan los reconocieron.

La misa es ese momento privilegiado donde Cristo se nos da y se revela.

Voy al altar con hambre de Dios y ojos atentos.

Los discípulos volvieron a Jerusalén.

El encuentro con el resucitado no se guarda, se comparte.

¿A quién puedo anunciar hoy que Cristo vive?

Comentarios de Miércoles dentro de la Octava de Pascua 111s6d

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!
Te recomendamos
Ir a Fe, filosofía y espiritualidad