La luz de la palabra 17/03/2025 4e372h

Bueno, pues hemos empezado a escuchar algunas de las notas musicales que hoy comentábamos a primera hora en esta casa, en Informarradio y en EDATV de ese gran artista, para todo reconocido por su voz, por su música, como fue Nat King Cole, hoy era su efeméride y yo quería introducir este inolvidable porque tiene mucho que ver además con el motivo de la publicación, que vamos a tratar con la mujer, con la madre y con la artífice de las letras que es Ana Montojo Mico, y que al igual que este artista que hemos comenzado a escuchar, pero me temo Ana, que por tema de derechos no podemos introducir de forma completa, pero bueno, tú sabes a ese unforgettable que nos referíamos y decía que lo mismo, que él es un virtuoso de la palabra musical, tú lo eres con esa palabra escrita y además con tantas publicaciones, y me vas a permitir que me remita directamente a una descripción que hace de ti el filólogo Ricardo Fernández Esteban, que dice sus poemas destilan lo vivido y lo pensado y si no fue así y hay invención en la verosimilitud, aún más nos demostraría su buen hacer y su maestría al escribir esos poemas que leemos como si se tratase de una autobiografía.

Te voy a dar los buenos días, Ana, antes de remitirme a parte de esa trayectoria que ahora vamos a explicar y que nos va a remitir a esta última publicación que yo tengo conmigo en el estudio, que es el grito de Janis Joplin y muchísimas gracias por estar aquí, porque es muy buen motivo el que tenemos que tratar aquí y sobre todo por una asociación a la cual le vamos a dar las gracias, pero bueno, vamos pasito a paso, que es Las Triples. ¿Cómo estás? Lo primero de todo, Ana, gracias por estar aquí.

Pues muchas gracias a ti por convocarme a esta entrevista y por dar voz a la asociación Las Triples, que hace una labor muy importante y a la que yo he querido contribuir con este libro.

Con este libro que ahora vamos a contar, porque tiene tiene toda una trayectoria de vida que vamos a seguir recordando durante muchos años, también por esa protagonista que es tu hija, Ana, que motiva esta escritura. Pero, como te decía, vamos desde el principio, si te parece, para hacernos una idea de quién es Ana Montojo Micó, de cómo son esos más de 30 años en los cuales tú te introduces en el ámbito literario. Podemos contar que en 1998, con tu poema Cuando vuelvas ganas, el premio de poesía Carmen Conde, del Ayuntamiento de Majadahonda, y ya, tan solo algo más de diez años después, en 2010, tu primer poemario obtiene el galardón premio Blas de Otero, de la misma institución, en el año 2010.

Son numerosas las publicaciones que además vamos a ir poniendo en forma de imagen también, porque sabes que tenemos esa posibilidad.

Bueno, podríamos hablar de ese segundo poemario, Plantas de Interior, en la editorial Cuadernos de Laberinto, en el año 2012. Has participado en numerosas antologías como Enésima Hoja, Poesía Escrita por Mujeres, y Amor, Poesía Amorosa Contemporánea.

También, en el año 2015, colaboras en la antología contra la Violencia Machista, Amor se Escribe Sin Sangre, de Editorial Lastura.

Poemas tuyos en varias revistas literarias, como Álora, Tinta Viva, Piedra del Molino y La Hoja Azul en Blanco. En 2014, Ve la Luz, tu primera novela, Memoria Secreta de una Niña Bien, en la colección Nerdwriters, de la editorial Atlantis.

También, en el 2015, tercer poemario, Vivir con lo Puesto, en la editorial Huerta y Fierro, y en Lastura, has publicado, en la primavera de 2016, Los Poemarios, Este Atronado Silencio de los Pájaros, y la plaquete Jaime, dedicada a tu hijo.

Son muchas las personas que el pasado 1 de marzo se reunían contigo, entre ellas yo también, junto con tu familia, en ese espacio cromática, que fue la presentación, la puesta en marcha, la puesta en escena, más bien, de este grito de Janis Joplin.

Y yo quería, fíjate, que yo quería remitirme a ella para empezar diciendo que se ha agotado la primera edición, con lo cual tenemos que ponernos en marcha con una segunda, y te damos las gracias por haber publicado estos poemas que relatan estos momentos vividos, y que, como decimos, nunca van a ser olvidados.

Sí, el grito, bueno,