LQHF Entrevista Pepe García Bosch 21-03-25 5j6l6o

Escuchando Valencian Svingau en la voz de Aysa Bordas y la Escolanía, vamos a hablar un ratito de la ofrenda. Y va a ser maravilloso. Ayer surgieron varias preguntas acerca de la ofrenda en el programa. Incluso esta mañana también nos preguntaba Juan Merino, que ahora lo tengo aquí en el estudio, que por qué el tapiz que está apoyado en la Basílica estaba vacío este año. Bueno, nosotros hemos intentado contestar, pero como tenemos al otro lado del teléfono a Pepe García Bosch, amigo, fallero, valenciano. Valenciano de los que ejerce de Valenciano, con orgullo a toda hora. Que es la voz de las fallas, que tiene el respeto y el cariño de todos. Yo le agradezco muchísimo que comparte estos minutos con nosotros y vamos a hablar un poquito de la ofrenda.

Pepe García Bosch, qué tal, buenos días. Muy buenos días. La voz de la ofrenda. Cuántos años, Pepe? Cuántos años la voz de la ofrenda? Bueno, pues si la Virgen me acompaña y pienso que el año que viene cumpliré la ofrenda número 50, las rodas de oro del número 50. Me acabas de dejar 50 años siendo la voz de la ofrenda, que además hasta la hiciste en marzo de 2021 aquí en la radio virtual. Sí, sí, bueno, pues si contamos eso, vamos a ver. En realidad ya llevo 50, pero te explico. ¿Recuerdas la lluvia que cayó en el 89? Pues parecida a esta, o igual, o peor todavía. Entonces, en aquella época, el día 18, comisiones de falla de mi sector no pudieron pasar. Bueno, no es que pudieran pasar, es que se dieron media vuelta y se fueron al Casal.

Y entonces, por aquel entonces, el secretario general de la Junta Central Fallera era Pérez Marrueco Borrego, y le dije, disculpe, pero en fin, le dije, Pérez, falles de mi sector no han podido pasar y se han tornado a casa. Yo pude hacer una ofrenda de mayo de San Josep, si te escolleras la faz. Bueno, pues hasta ahí hemos llegado. Hablé con el responsable de la policía local, me dijo que, oye, es que necesito que mañana haya un par de policías en Gran Vía para que crucen los de Ruzafa y Cuatracarreres y tal. No hay problema. En fin, para resumir, no hacerlo muy largo, no envío dos, envío cuatro. Torres padre, que todavía vive, tiene noventa y tantos ya, me dejó el equipo de música y él, por supuesto, y su trabajo. El policía se disculpó porque no me podía haber despejado la calle del Migrante porque estaban los manteros, estaban allí, dije, oye, no pasa nada, absolutamente.

Yo entré por Barcillés, acabado. Bueno, el caso es que a las once quedé con las fallas en Relogería Morera, en la calle Ruzafa, casi cruce con Colón y Jatiba, y me fui corriendo para allá y a esperarlos. Para aquel entonces, todavía la imagen no estaba puesta en el medio de la plaza, lo que había era una rampa de subida, una recta, en esa misma rampa llegó una rampita de bajada y por allí pasaban las falleras, dejaban los ramos y se ponían adentro a Mao, ese que estaba apoyado en la fachada de la Virgen. Bueno, pues lo del pensatifet, se me ocurrió decir que, bueno, no sé la cantidad de fallas que fueron, la verdad, pero fueron muchas. Que las falleras mayores y un presidente se quedaran en el tarimao aquel de subida y bajada, en el tarimao aquel de subida y bajada.