Leonard Fraser “El Animal De Rockhampton” e5c1b

Un depredador acechó las calles de Queensland, dejando tras de sí una estela de terror, víctimas inocentes y escenas de violencia indescriptible. Secuestros a plena luz del día, ataques salvajes y un macabro ritual que heló la sangre incluso de los investigadores más experimentados. Cuando por fin cayó el responsable, el país descubrió que el horror real puede superar cualquier pesadilla. ¿Qué clase de monstruo fue capaz de tales atrocidades? La historia detrás de estos crímenes no solo estremece, desafía los límites mismos del mal. Hoy en Los Sábados, mando yo, Leonard Fraser, el animal de Rockhampton.

Bienvenidos un viernes más a Los Sábados, mando yo. Madre mía, ya casi casi podríamos decir que tenemos temperaturas veraniegas en casi toda España y la única que se libra creo que es mi querida dama. Pero bueno, vamos a empezar a presentar a los del equipo. Lucas, el fértil padre de nueve, conde de los cambios de pañal, templario de yo he venido aquí a escucharos, gobernador de los desastres controlados y guardián de las noches en vela, forjando orden en el caos y gloria en cada desvelo. Hola amigo, ¿cómo estás? Muy buenas noches, ¿qué tal? Pues nada, aquí pues con otro viernes más de Los Sábados, mando yo. Ay, mando yo, mando yo, mandamos todos.

La verdad es que somos tan bien allegados, estamos tan unidos, que aquí puede mandar cualquiera. ¿Y cómo no? ¿Quién puede mandar también? Pues quién va a ser, mi dama oscura, señora de las islas, madre de volcanes, dueña de Calimas, diosa de las correcciones, ataque de las conjunciones, la quinta mazona del apocalipsis, la que no ha de ser nombrada para evitar que se trabe, irreverentemente, rebelente. Hola amiga, ¿cómo estás? Hello, pues bien. ¿Todo bien? Me he librado, me he librado, esta vez me he librado por la zona en la que vivo, pero mañana, ay, quién sabe.

Ay, hija, todo no va a ser aquí. Aquí hemos tenido una tormenta, pero más bien eléctrica, que te diré que yo creo que ha contribuido solamente a que suba el calor. Siempre, en verano, cualquier cosa que pase, las presiones, esto es para más calor. Esto es para peor, porque luego ya empiezan la gente de los lugares, esto es estar en el suelo metido y entonces con las cuatro gotas que han caído, sube, sube, sube, y es que dices, madre mía, se me quitan las ganas de vivir solo de escucharles.

Aquí vamos directamente al grano, aquí ni explicaciones ni nada. Cualquier cosa es cuatro gotas y tal, y tú dices, ay, qué bien, qué bien, un poquito de fresquito. Esto es para más calor. Es como, déjame disfrutar, por favor, déjame disfrutar.

Eso es lo mismo que decir para hoy, hambre para mañana, es lo mismo.

Efectivamente. Y ahora sí, con quién vamos. Por Dios, no me puedo olvidar de quien pone la imagen, de quien pone el sonido. Su excelencia, el duque de los decibelios, marqués del píxel perfecto, abridor de melones, oficial del reino.

No hay tema tabú o conversación compleja que no esté dispuesto a destripar con precisión quirúrgica. Larga vida a Israel, el señor de los sonidos, imágenes y melones.

Y no me digas, porque yo le voy a decir, hola, cómo estás? Y él va a decir con sueño. Hola, cómo estás? Bien, bien, bien, bien.

Estamos bien. Ay, menos mal, no tienes sueño hoy, o sí? No, no, estamos bien. Bueno, hoy estamos bien porque ya nos hemos tomado nuestra bebida ahí energética, no? De momento no, pero... No, pero te la tomarás.