LDD18x27 - La vida social de las bacterias 365a5s

Soy Arturo, rey de los Bretones.

¿Rey de los qué? De los Bretones.

¿Quiénes son los Bretones? Todos nosotros, todos somos Bretones.

Y yo soy el rey.

No sabía que teníamos un rey.

Creí que éramos una colectividad autónoma.

La vida forma parte de este planeta desde hace aproximadamente 4.000 millones de años.

Desde entonces se ha multiplicado y diversificado colonizando los rincones más recónditos y extremos.

La mayor parte de ese tiempo la vida en la Tierra ha estado gobernada exclusivamente por microorganismos unicelulares.

De hecho, aunque no nos veamos, la inmensa mayoría de la vida sigue siendo microscópica.

Las bacterias llevan miles de millones de años multiplicándose, diversificándose, evolucionando.

Es decir, experimentando con diferentes estrategias de supervivencia y reproducción.

Y, por supuesto, no iban a renunciar a una de las estrategias más eficaces y repetidas por la naturaleza.

La cooperación.

¿Podemos considerar a las bacterias como seres sociales? Manuel Espinoza Urgel desarrolló esta pregunta en su libro La vida social de las bacterias.

Manuel es investigador científico en la Estación Experimental de Zahidín, asociada al CSIC, donde además coordina la Unidad de Cultura Científica.

Sobre sus líneas de investigación, la verdad es que no quiero contar mucho, por no hacer spoiler de lo que nos va a contar.

Pero sobre todo su investigación se centra en la comunicación entre bacterias, e incluso con otros reinos de la vida.

Bueno, algo ya he adelantado.

Manuel, bienvenido a la Linterna de Ógenes.

Muchas gracias, Arkadius.

Bueno, una bacteria es un microorganismo.

Y aunque el ser humano solo ha sido consciente de su presencia hasta hace tiempos relativamente recientes, llevan por aquí desde mucho antes que nosotros.

Pero además, ¿las bacterias están por todas partes? Pues sí, están por todas partes.

Realmente es algo de lo que no hemos sido conscientes a lo mejor hasta hace relativamente poco, pero básicamente mires donde mires, incluso mirándote al espejo, aunque te veas a ti mismo, lo que estás viendo a la vez, si te mirases con un microscopio, son miles de millones de bacterias viviendo sobre tu piel, en tu interior, realmente casi en cualquier sitio donde hemos buscado los hemos encontrado.

Incluso en ambientes super extremos, ambientes en los que cualquier otra forma de vida no sería capaz de sobrevivir.

O sea que para empezar, estar en cualquier lugar, en cualquier lugar del planeta, y entiendo que también de gran diversidad, ¿no? Sí. Esa es una de las razones por las que yo me he encontrado.

Y entiendo que también de gran diversidad, ¿no? Sí. Esa es otra de las cosas que en los últimos años, y con los avances de todas las técnicas genéticas, nos hemos dado cuenta de que hasta hace relativamente poco podíamos cultivar en el laboratorio unas cuantas especies y pensábamos que eso más o menos era lo que había por ahí fuera.

Hoy en día nos hemos dado cuenta de que hay mucho más, que no somos capaces de que crezcan en nuestro laboratorio, pero que por evidencias genéticas sabemos que están ahí.

Así que sí, realmente hay muchísima diversidad.

En la naturaleza, además, como nos cuentas en el libro, las bacterias no suelen vivir como células aisladas, sino que se encuentran habitualmente formando comunidades.

Y según cuentas en el libro, una de las estrategias más frecuentes es el desarrollar una capa mucosa que la protege, una biopelícula.

¿Qué es esa biopelícula? Bueno, una biopelícula básicamente es, o entendemos como biopelícula, una comunidad de bacterias, de muchas bacterias, que pueden ser de una especie o de varias especies diferentes, que van a estar protegidas, como tú decías, por una envuelta que producen ellas mismas.

Y esa especie de capa mucosa las va a proteger frente a agentes externos, las va a hacer más resistentes a condiciones de estrés, como puede ser la desecación, como puede ser la radiación ultravioleta o incluso antibióticos o antimicrobianos.