Katharine Hepburn: La gran Kate (2014) KATHARINE HEPBURN / Biografía, Documental / Cine Clásico 1e6v6c

¿Pueden poner una mesa que no se mueva? ¿Pueden traer otra? Nadie contesta. ¿Puedes buscar otra mesa? Kate Hepburn, llámame Kate. Vamos, no seas tan formal. Esta está mejor. Es más sólida. Sácala, sácala. La dejo aquí. Llevo mucho en este negocio. Nadie había llevado a Katherine Hepburn a un programa de entrevistas. Yo le hice llegar la propuesta y me dijo... Tengo una respuesta muy breve a esa pregunta. Todos sabíamos lo que diría.

Está mejor. Así está bien. ¿Fantástico? Sí. Y precisamente porque tenía que hacer la entrevista, se obligó a hacerla. ¿Cómo se puede sobrevivir a esa moqueta? ¿De quién ha sido la idea? En el momento en el que sube al escenario, aparece en la pantalla o entra en la habitación en la que estás. Es como si empezara a sonar música. Cuando estoy sobria creo que soy absolutamente fascinante. Tal y como es mi personalidad, creo que nací en el año perfecto.

Llegaron los pantalones, los tacones bajos y también las mujeres sin pelos en la lengua. Nací en el momento preciso. Esa es la historia de mi vida. Tengo el don de la oportunidad. Katherine Hepburn es una de las grandes estrellas del cine. Durante sus más de 60 años de carrera, ha sido aclamada en incontables ocasiones, y sus cuatro premios Oscar a la mejor actriz confirman que sin duda tenía algo especial, algo que solo tienen las grandes estrellas. ¿Pero qué es? Los personajes que contribuyó a crear tenían múltiples capas.

Por eso su carrera se prolongó durante tanto tiempo, porque podía ser muy graciosa. Era muy buena en el papel de actriz protagonista, porque les daba caña a sus compañeros masculinos. Desafiaba a todos los actores con los que compartía cartel. Las estrellas venden su personalidad. Y Hepburn tenía la capacidad de ponerse terca, pero sin llegar a molestar a la gente, hasta el punto de que no volvieran a contratarla.

Ella siempre cumplía en pantalla, y era interesante. Incluso en películas que no siempre eran lo buenas que ella hubiese querido que fueran. Recuerdo una vez que íbamos todos a su casa, entre la función matinal y la de la tarde, porque ella había preparado algo para comer. El caso es que el coche estaba lleno y se metió en el maletero. Fue en el maletero hasta allí.

No pasa nada, estoy bien. ¡Qué locura de mujer! Es toda una campeona, en serio. Una golpista de campeonato. Fíjense. Tenía algo muy especial. Lo notabas en cuanto la veías.

Lo notabas.