Katharine Hepburn, inclasificable (2023) KATHARINE HEPBURN / Biografía, Documental / Cine Clásico ix2j

Catherine Hepburn. Catherine Hepburn. Catherine Hepburn.

Cuatro Óscares más que nadie. Una estadounidense excéntrica.

Cada vez que alguien compila una lista de las mujeres más iradas, en ella está Catherine Hepburn.

No tenía miedo a decir que solo quería ser famosa.

Hacía uso de su propia inteligencia y destreza para negociar tratos y cambios en los guiones.

Abrió puertas y no se dio cuenta necesariamente de que estarían allí para que otras mujeres las atravesasen.

Fue una de las primeras mujeres en usar pantalones.

Y, a veces, en usar ropa a medida con aspecto bastante masculino que las mujeres no usaban.

Los jefes de RKO le dijeron que ninguna actriz que se preciara usaría un peto en público.

Se lo quitó y caminó por el plató en ropa interior.

El vestuario es una autocomplacencia, que todos han sido lo suficientemente inteligentes como para copiar.

Kate siempre fue una persona intensa.

Era muy divertida, fascinante, ingeniosa y traviesa.

¿Y si entramos en esa casa a ver qué hay dentro? Podía entrar en cualquier parte.

La única vez que casi pierdo la vida fue cuando caí por una claraboya.

¿Robar en una tienda? No sabía que lo había hecho.

No, no roba en tiendas. Otras cosas puede.

¿Qué sucede con los ideales de las mujeres y cómo se ven a sí mismas? ¿Cómo sueñan con ellas mismas? Nadie más que Hepburn te habla sobre eso.

Por supuesto, muchas gracias a la señorita Hepburn.

Creo que la larga duración de su carrera es una inspiración para todos.

Se atrevió a decir que no a cómo el sistema la quería moldear.

¿Cómo te sientes por ser tú? Me siento muy bien por ello.

Confundió a la industria, al público, a la prensa.

Katherine Hepburn se negó a ser influencer.

Influénciate a ti mismo.

Cuando estaba empezando, solo quería ser famosa.

Pero pronto me di cuenta de que si quería durar más de cinco minutos en la industria y sobrevivir para contarlo, tenía que recordarme nunca dejar de esforzarme.

Todavía no sabía qué hacer.

Nunca dejar de esforzarme.

Todavía intento nadar los días que estoy aquí.

Me ayuda a desconectar.

Parece como si fuera ayer cuando solo era una niña, trepando árboles y peleando con los niños.

Es mi lugar seguro y siempre lo ha sido.

A pesar de todo, siempre vuelvo.

He vivido una buena vida.

Recuerdo cuando era joven.

Miraba a las personas mayores y pensaba que yo nunca sería así.

Pero os digo que la vida pasa como...

Siempre puedes llamarme señorita Hepburn, pero no seas tan formal y llámame Kate.

Aquí estoy y aquí llevo ya bastante tiempo.

Mis pies han recorrido más camino.

Tengo una pierna que me tiembla y no dejo de darme golpecitos.

No sé lo que eso significa.

Algunas cosas se han mantenido igual.

Puedo ver bastante bien y sigo teniendo muchísima energía.

Puedo seguir adelante, pero no puedo contarte qué cosas han hecho que hiciera esto, eso o aquello.

¿Cómo demonios podría contar la historia de mi vida? Katherine Hepburn nunca había salido en televisión y aceptó venir a mi estudio para una prueba.

No, mejor en la otra.

Comprobó las cámaras, las luces, los asientos, la temperatura en el estudio, llamó fea la moqueta.

¿Pueden traer una mesa? ¿John? ¡Nadie contesta! Y me sorprendió cuando me dijo de repente que por qué no hacíamos la entrevista ya.

Tengo la sensación de que millones de personas intuyen que puede tener algún principio rector, algún secreto que, si lo supieran, podrían tener tanto éxito y ser tan felices como usted parece ser.

Pero usted dice que es suerte, que no hay dos o tres.

No, a ver, en primer lugar, creo que la suerte es tener un padre y una madre inteligentes, brillantes e inspiradores.

Ya.