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En busca de la verdad.
LOS JUICIOS DE NÚREMBERG Y EL HOLOCAUSTO Parte 1ª

LOS JUICIOS DE NÚREMBERG Y EL HOLOCAUSTO Parte 1ª 2o366t

26/4/2025 · 36:39
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LOS JUICIOS DE NÚREMBERG Y EL HOLOCAUSTO Parte 1ª Voy a hacer antes una pequeña introducción por mi parte: se trata de hacer referencia a la serie de 53 episodios que subí anteriormente a iVoox. Como supongo que muchos quedarían escépticos de lo allí relatado, puesto que muy posiblemente nunca antes hubieran oído o leído algo semejante sobre el tema del Holocausto, y el más que probable mito de los seis millones, exagerando y falseando datos para tergiversar los hechos y llevarlos hacia el lado convenido de parte sionista, aquí, y desde otra fuente, expongo de nuevo algo que corrobora que “El mito de los seis millones” fue y sigue siendo un fraude monumental que no se sostiene en absoluto. Pero, como en tantas cosas, es más fácil creerse una mentira que reconocer que has sido engañado. Comenzamos con los juicios de Núremberg. ¿Los juicios por «crímenes de guerra» prueban el exterminio? por Mark Weber. Una respuesta común a las expresiones de escepticismo sobre la historia del Holocausto es decir algo como "¿Qué hay de Núremberg?" "¿Qué hay de los juicios y todas las pruebas?". Esta reacción es comprensible, ya que los numerosos juicios por "crímenes de guerra" de la posguerra han otorgado una legitimidad judicial explícita y autorizada a la historia del exterminio del Holocausto. 4r4o3i

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Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Los juicios de Nuremberg y el holocausto. Parte primera.

Voy a hacer antes una pequeña introducción por mi parte.

Se trata de hacer referencia a la serie de 53 episodios que subí anteriormente a iVox, como supongo que muchos quedarían escépticos de lo allí relatado, puesto que muy posiblemente nunca antes hubieran oído o leído algo semejante sobre el tema del holocausto y el más que probable mito de los 6 millones, exagerado y falseado, con datos para tergiversar los hechos y llevarlos hacia el lado convenido de parte sionista.

Aquí, desde otra fuente, expongo de nuevo algo que corrobora que el mito de los 6 millones fue y sigue siendo un fraude monumental que no se sostiene en absoluto.

Pero como en tantas cosas, es más fácil creerse una mentira que reconocer que ha sido engañado.

Comenzamos con los juicios de Nuremberg.

Los juicios por crímenes de guerra prueban el exterminio por Mark Webber.

Una respuesta común a las expresiones del escepticismo sobre la historia del holocausto, es decir, algo como ¿Qué hay de Nuremberg? ¿Qué hay de los juicios y todas las pruebas? Esta reacción es comprensible, ya que los numerosos juicios por crímenes de guerra de la posguerra han otorgado una legitimidad judicial explícita y autorizada a la historia del exterminio del holocausto.

El más importante de estos fue, con mucho, el gran juicio de Nuremberg, de 1945 a 1946, conocido oficialmente como el Tribunal Militar Internacional.

Los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia, juzgaron a los líderes alemanes supervivientes más destacados como criminales de guerra mayores por diversos crímenes de guerra, crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad.

En palabras del Estatuto del Tribunal, estos conspiradores nazis perpetraron sus crímenes como parte de un gran plan o conspiración común.

Además, entre 1946 y 1949 se llevaron a cabo 12 juicios secundarios de Nuremberg organizados únicamente por el gobierno estadounidense.

Juicios similares también fueron llevados a cabo por los británicos en Lüneburg y Hamburgo y por Estados Unidos en Dachau.

Desde entonces, se han celebrado muchos otros juicios relacionados con el holocausto en Alemania occidental, Israel y Estados Unidos, incluyendo los juicios de gran repercusión mediática en Jerusalén de Adolf Eichmann y John Dekjangu.

El trato que Alemania dio a los judíos durante la guerra ocupó un lugar destacado en los juicios de Nuremberg.

En su condena de los acusados, los aliados hicieron especial hincapié en el supuesto exterminio de 6 millones de judíos europeos.

El fiscal jefe de Estados Unidos, Robert Jackson, por ejemplo, declaró en su discurso inaugural ante el tribunal.

Los crímenes más atroces y numerosos planeados y cometidos por los nazis fueron contra los judíos.

Mi propósito es mostrar un plan y un designio al que todos los nazis se comprometieron fanáticamente para aniquilar a todo el pueblo judío.

El propósito declarado era la destrucción del pueblo judío en su conjunto.

La conspiración o plan común para exterminar a los judíos fue perseguida metódica y exhaustivamente.

La historia no registra un crimen perpetrado contra tantas víctimas ni uno llevado a cabo con una crueldad tan calculada.

Haciéndose eco de estas palabras, el fiscal jefe británico Sir Harley Swagg-Cross declaró en su discurso final ante el tribunal.

Hay un grupo al que se aplicó el método de aniquilación a una escala tan inmensa que es mi deber referirme por separado a las pruebas.

Me refiero al exterminio de los judíos.

Si no hubiera otro crimen contra estos hombres, los acusados, este solo en el que todos estuvieron implicados, bastaría.

La historia no tiene paralelo con estos horrores.

¿Cuán convincentes fueron las pruebas presentadas en Nuremberg para sustentar esas palabras tan condenatorias? ¿Cómo respondieron los acusados a los cargos? Si bien gran parte del testimonio y la documentación específicos presentados en estos juicios se han abordado en otros artículos de la revista Aquí analizamos con más detalle la fiabilidad general de las pruebas citadas en Nuremberg y en otros foros para la historia del exterminio del Holocausto.

Este capítulo también se centra en la naturaleza fundamental de estos juicios que han desempeñado un papel fundamental en la legitimación de la historia del Holocausto.

La operación de Nuremberg violó antiguos y fundamentales principios de justicia.

Los aliados victoriosos actuaron como fiscales, jueces y verdugos de los líderes alemanes.

Los cargos se crearon especialmente para la ocasión y se aplicaron únicamente a los vencidos.

Sin embargo, a la Alemania derrotada, hambriente y postrada no estaba en condiciones de oponerse a las exigencias de las potencias de ocupación aliadas.

Como incluso algunas figuras aliadas destacadas reconocieron.

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