J.R.R. Tolkien – La canción de Durin 1m3i30

El lector de medianoche el mundo era joven y las montañas verdes y aun no se veían manchas en la luna y los ríos y piedras no tenía nombre cuando during despertó y echó a caminar nombró las colinas y los valles sin nombre bebió de fuentes ignorabas se inclinó y se miró en el espejo y sobre la sombra de la cabeza de durin apareció una corona de estrellas como joyas engarzadas en un hilo de plata el mundo era hermoso en los días de durin los días antiguos antes de la caída de reyes poderosos en narcos ron y hondo lee que desaparecieron más allá de los mares del oeste el mundo era hermoso y las montañas detrás fue rey en un trono tallado en salas de pie durante muchos pilares y runas poderosas en la puerta de bóvedas de oro y de suelo y plata la luz del sol la luna y las estrellas centelleantes lámparas de vidrio que las nubes la no sé jamás oscurecían para siempre gris ya así el martillo golpeaba hecho que el cincel esculpía el buril escribía se forjaba la hoja de la espada y se fijaban las empuñaduras cavaba excavador el albañil edificaba allí se agua en el berilio verla y han ido y el metal en escamas y la espada y la lanza bridge es el escudo la marcha y el hacha incansable era entonces la gente bajo las montañas despertaba la música los arpistas tocaban cantaban los cantantes y en la puerta las trompetas sonaban el mundo es que es ahora y vieja la montaña el fuego de la forja es solo unas cenizas el harpa ya no suena el martillo no cae la sombra habita en las salas de durin y la oscuridad ha cubierto la tu moría en caza tú pero todavía parecen las estrellas alojadas en la oscuridad y el silencio del lago espejo y hasta que duren despierte de nuevo en el agua profunda la corona descansa