La injusticia se predica en los salones del Reino | Relatos de Ex Testigos b117

Vamos allá, vamos a ver si podemos meter aquí el primer testimonio del Cuénteselo a Inma de...

¿Hola? Hola Inma, ¿me oyes? Sí, te oigo perfectamente, ¿cómo estás? Es un gusto hablar contigo porque te oigo siempre muy bien.

Muchas gracias, hombre, intento tener una buena conexión. Eso lo hemos aprendido en la Escuela Teocrática, la buena comunicación.

Muy bien hecho, muy bien hecho.

El sonido modular...

Bueno, pues cuéntame.

Esas son las cosas buenas que hemos podido aprender, ¿no? Siempre puede haber algo positivo de todo esto, ¿no? Siempre debe.

Claro, bueno, que te quería contar una curiosidad, más que nada porque hace algún tiempo pusisteis un vídeo de los hermanos que habían estado en prisión de la cárcel Modelo, de Barcelona.

No sé si tú te acuerdas de ese vídeo que presentasteis.

Es un vídeo de la Watchtower, ¿no? Que presentaba y que ponía como ejemplos a personas que habían estado en la cárcel y que llevaba a las mismas personas que habían estado en la cárcel.

Alguien me comentó algo de eso, sí.

A ver, recuérdame la memoria, por favor.

Claro, allí iba el hermano José Luis, que lo presentaban y hablaba... o sea, lo ponían en la cárcel Modelo, visitando la cárcel Modelo, porque allí pues habían estado en Barcelona.

Creo que fue en un broadcasting, ¿no? ¿No fue un broadcasting? Puede ser un broadcasting, sí, puede ser un broadcasting que hiciste, no era un directo.

Entonces yo te chaté varias veces y te decía que lo conozco, que lo conozco, tú no acabas de entenderlo.

No sé si puedo decir su apellido, del apellido del hermano que salía, es que allí ponía José Luis, ¿no? Lo digo porque, curiosamente y la casualidad, es que esa persona me llevó durante un tiempo al estudio, mientras yo era un bebé, un niño.

Qué casualidad, ¿no? ¿Qué pequeño era el mundo? No puede... ¿Perdona? Qué pequeño era el mundo, ¿no? Sí, claro, bueno, dentro de los testigos...

Claro, yo al principio no lo reconocía porque, claro, estaba bastante más mayor, pero, claro, cuando vi que se llamaba José Luis, en Barcelona, cárcel Modelo, yo recordé que cuando él salió de la cárcel, el hermano que entonces me llevaba a mí el estudio se fue de precursor regular y yo pasé a ser su estudio, ¿no? Entonces tú eres un niño, no elegías, mi padre era opositor, ¿no? No quería que estudiáramos y entonces mi madre era la que organizaba un poco todo y yo iba a la casa de este hermano y allí hacíamos el estudio.

Pues, en principio, pues, hombre, yo he hecho un poco de todos, ¿no? Pero entonces ya estábamos, pues, la verdad que lleva vida eterna, de ahí para adelante, ¿no? Estamos hablando un poco de los años setenta y algo, ¿no? Setenta, setenta y algo, ¿no? El hermano se llama, no sé si puedo decir el apellido, ¿no? ¿Puedo decir el apellido del hermano, el primer apellido solo? Tú, el responsable eres tú completamente, o sea que...

Bueno, en principio no creo que sea ningún secreto porque el hombre, por lo que yo vi, se ha encontrado bastante bien y se encuentra, y ha perseverado en su idea y en su religión, ¿no? Se llama José Luis Buño, es una persona, una persona maravillosa, la verdad, encantadora, maravillosa, como muchos testigos son.

Él posteriormente se casó, tuvo una hija que se llama María, curiosamente.

Yo, entonces, mi relación con él era muy correcta, ¿no? Como la persona que me iba al estudio y demás, ¿no? Hasta que yo me bauticé, pues, bastante joven, la verdad, sobre los dieciséis años me bauticé.

Aunque, en realidad, los ancianos se quejaban mucho de mí y no querían dejarme bautizar porque decían que yo buscaba, que yo estudiaba la Biblia para buscar incongruencias.

Bueno, tampoco es un problema, quiero decir...

Claro, claro, a mí lo que me sorprendía es que las buscara, ¿no? Ellos estaban constantemente invitando a investigar, a saber, a decir, a ver si era realidad o no lo que creíamos, ¿no? Y claro, yo investigaba mucho y, hombre, incongruencias se encontraba muchísimas, ¿no? Muchísimas, porque evidentemente entendemos que la Biblia es un libro que se ha escrito durante muchísimos años y que todas las traducciones, todos los personajes de los que se habla no se conocieron siquiera, nunca conocieron, ¿no? Los evangelistas no conocieron nunca a Jesús, por ejemplo.

Entonces, claro, el tema es que yo, incluso de pequeño, siempre ponía todo a la vista.