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Piano desafinado. Piano desafinado. Piano desafinado. Eres mi amor.

Sí, por favor, nuevo programa, máxima concentración. No, mal has dicho, mal. Máxima concentración, 30 minutos por delante, no pienso desistir de esta toma, no pienso pararme en estos minutos, quizá que son los más propicios a decidir uno, interrumpir la grabación para volver a empezar acto seguido. No lo voy a hacer, no lo voy a hacer, voy a estar estos 30 minutos y me lo voy a pasar bien. De repente un optimismo jamás visto, insólito en la historia de este podcast.

Decir, oh, me lo voy a pasar bien, va a ir todo bien, lo vamos a disfrutar, va a haber todo tipo de barrenas. ¿Qué es esto? ¿Qué es esta especie de autosugestión para que todo vaya bien? Cuando se sabe perfectamente que esta especie de sugestión es perfectamente operativa. ¿Qué os ha parecido eso? Es decir, parecía que yo iba a decir, se sabe perfectamente que este autoengaño no funciona y finalmente va lo mal que tenga que ir, con independencia de la premisa que te hayas dado de que va a ir todo bien, no sé qué, no sé cuánto. No, no, finalmente he dicho, no, pues sí que funciona. Esta cosa del hábito hace al monje. Es decir, no, ¿qué mierda es esta, Miguel? Olvídate, olvídate del más mínimo pensamiento común, del más mínimo lugar común, de todo.

Olvídate. Simplemente abraza la simplicidad más apabullante, di bola, di raro, di cadena, di cadena, di concatenación también, di roca, di han roto la roca, han roto la roca con una cuerda.

No puedes decir, este podcast trata mucho más de decir simplemente han roto la roca con una cuerda que de decir, oh, las, digamos, las arengas a uno mismo diciendo que ya verás, todo irá bien, finalmente funcionan. Cuando uno encara con optimismo una tarea, finalmente va mejor que si uno la encara con pesimismo. Esa mierda, esa absoluta mierda, que no tiene nada que ver conmigo, que es más una especie de virus en el cerebro, no me interesa. Me interesa decir simplemente han roto la roca usando una cuerda. O, por ejemplo, decir, el pianista no ha venido. El pianista, que estaba convocado a una hora determinada aquí, el pianista estaba citado aquí a X hora, no ha comparecido, no ha venido, y no sabemos por qué. No sabemos por qué no ha venido.

No hemos recibido ningún mensaje por parte del pianista, ni de su entorno, ni hemos conseguido recabar ninguna información respecto a por qué, cuáles pueden ser las causas de la ausencia del pianista. Es decir, ha decidido no venir, ha tenido un contratiempo, se ha olvidado... Es decir, no lo sabemos. No sabemos. Simplemente lo único que sabemos es que el pianista no ha venido. Obviamente, teníamos su teléfono. ¿Hemos llamado al teléfono? Sí. ¿Contesta? No contesta. ¿Aparece el teléfono como fuera de cobertura o apagado o tal? No, no. Da tono de llamada, pero el pianista no lo coge. ¿Teníamos su WhatsApp? ¿Estamos en la era contemporánea? Sí, teníamos su WhatsApp, habíamos hablado con él, era un tipo, pues, estupendo, un tipo normal.

Hemos escrito, reiteradas veces, al WhatsApp diciendo, oye, ¿dónde estás? Te estamos llamando, disculpa, ha pasado algo. Oye, que esto es hoy, que esto es ahora, por favor. Esto es, yo qué sé, un concierto, algo muy importante. ¿Ha contestado? No. ¿Aparece en línea? Cuidado, esto es importante. ¿Aparece en línea el pianista? No. Es decir, ¿el pianista es un sujeto tal que ha decidido ocultar en configuración su última conexión al WhatsApp? No, no. Es de los pocos que quedamos, me incluyo entre ellos, que conservan lo de la información de su última, última vez, ayer, tal hora. Última vez hoy, a las tal. Esto lo conservo. ¿Por qué? No lo sé, la verdad, porque no es una buena información. No es una buena información que darle al otro.

Pero, en cualquier caso, este pianista hace igual y pone última vez hoy, yo qué sé, pongamos las seis, y pone última vez hoy a las 14 horas 34 minutos. Por lo tanto, el pianista no está entrando en WhatsApp. No está entrando en WhatsApp. No está, muy probablemente, no está leyendo esos mensajes, ¿no? Porque creo que aunque aparezca, aparece entregado. Pero, por ejemplo, ¿esto, hasta qué punto, está dentro de los intereses de este podcast o no? Pues bastante. Está bien, está bien. Aunque no sea, digamos, una realidad atemporal, ¿eh? La del WhatsApp, los vistos, el último momento en que uno se conectó, es una realidad muy, muy, muy contemporánea, ¿eh? Comparado con lo que tenemos aquí, que puede ser, pues, un camino.