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¿Cómo estáis? Bienvenidos y bienvenidas.

Aquí estamos hablando, Carreta, una semana más.

Gracias por estar, gracias por escuchar, gracias por ver.

Y bueno, vaya semana, vaya semana, con todo lo que nos ha traído.

No podíamos faltar a esta cita antes de Semana Santa.

Ya sabes que si eres de los que hacen cuaresma, lo de hoy tiene salsa.

Tiene salsa, ahí te digo.

Carne, no lo sé, pero salsa, sí.

Carlos Perdomo, muy buenos días. ¿Cómo estamos? Bien, bien, bien. Gracias.

Una semana más.

Suculenta, ¿verdad? Suculenta. Muchas noticias.

Si alguien ha pasado hambre de información, hoy se sacia.

Y pues eso.

Noticias buenas, noticias malas.

De todo. Lanzamientos, novedades.

Conciertos cancelados.

Y muchas noticias.

Entradas que no se vendieron.

Sí, sí, sí.

Bueno, vamos a empezar por lo que fue la noticia más chunga de toda la semana.

Se venía bajo el techo de una famosa discoteca en Santo Domingo, en República Dominicana.

Más de 200 muertos llevan ya, que se dice pronto.

Y estaba en ese momento celebrándose un concierto de uno de los grandes merengueros de República Dominicana, como es Rubí Pérez, y el mismísimo Rubí Pérez también falleció en el incidente.

Tristeza por ver las imágenes tan duras que hemos visto, por ver un montón de gente, bueno, por decirles de alguna manera, gente, que en vez de dedicarse a prestar ayuda a otros que lo estaban necesitando, pues se dedicaban a grabar con el móvil y a dar la visión más terrible y la peor que puede tener un ser humano.

¿Verdad, Carlos? Yo no he visto esas imágenes, no he querido verlas.

Sé que tú sí.

Sí, sí, sí, sí.

Yo estuve buscando, pues, lo que había pasado, y por TikTok, por Twitter, hay una cantidad de vídeos con ese amarillismo.

No sé si buscando un me gusta...

¿Qué necesidad hay? Buscando hacerse viral, pero las imágenes son lamentables y cómo la gente, pues, en vez de socorrer a su país, a su gente, les importaba más coger el móvil, grabar y a los minutos compartirlo por todas partes.

La gente gritando, chillando.

Aladidos de dolor.

Aladidos de sufrimiento, ese desgarre de dolor.

Y la gente con una frialdad como si...

Como si nada, como si estuvieran viendo un espectáculo.

Sí, como si, no sé, como que no pasó nada.

Madre mía.

Y grabando todo.

O sea, en la Internet hay...

Mejor dicho, ahí encuentras el antes, el después, lo que pasó.

Mejor dicho.

Tremendo.

Tremendo.

Tremendo que...

Creo que, no sé, habría que mirar un poquito los esquemas educativos en los que está nuestra sociedad asentada porque mostrar esas cosas o que esas cosas sucedan, el que haya cuatro gilipollas, porque sí, son así, que se dediquen a grabar mientras hay decenas de personas muriendo debajo de unos escombros de un accidente, evitable.

Uf.

No lo sé.

Creo que eso nos hace replantear muchas cosas de la racionalidad del ser humano.

No sé.

Sí.

Sí, y aparte de eso, sale...

Yo no sé si hubiese familiares suyos debajo de unos escombros agonizando, no sé si les importaría mucho o poco el que estuviese otro lado.