Gustavo Campana: escuchá la entrevista completa 631838

Aquí estamos, aquí estamos. Hay algunos oyentes que después de escuchar a García Cuerva, estoy refiriéndome a los oídos de Buenos Aires, cuando le advierte a Ambilei que hemos pasado todos los límites, cuando lo cuestiona textualmente el terrorismo en las redes sociales, lo único que hace es enfrentar todos contra todos, cuando pide que no haya tanta crueldad y que no se deje a un lado, no solamente a jubilados, sino a los desposedidos.

Repensamos, ¿cuántas argentinas en 215 años? Recién hablábamos con la profesora, mujer que estudia desde el Conicet en la Universidad de Mar del Plata, así como también Juan Enrique, ¿cuántas argentinas de entregadores, de entregadores? Alguien ahí recién se alarmaba, el presidente nos lleva escarapelas, está vendiendo toda la Argentina, ¿cuál es la identidad? Se pone frente a San Martín, como yo te contaba y con quien vamos a hablar hoy nos va a enseñar, Rivadavia no lo dejó bajar a San Martín, eran otros negocios, eran otras ambiciones, otros proyectos, San Martín venía por otra historia y Rivadavia por un negocio.

Gustavo Campana, enorme periodista, enorme investigador social y histórico. Gracias Gustavo.

Gracias, por favor. Un abrazo para vos y para todos los compañeros y compañeras de la radio, ¿cómo va? ¿Cuántos países, encontrados y desencontrados? Porque digo, caudillos, constitución, 1873, proyectos para tener una razón de ser y de pronto después de 215 años te lo tiran por la ventana.

¿Qué mirada tenés de estos días que están pasando? Bueno, en principio son distintos capítulos de dos miradas, no más, hay un proyecto de país, uno solo, que confronta contra un proyecto de colonia hace 215 años. En mayo de 1810 lo que tenías era un grupo que con mucho perfume de revolución sa soñaba con algo nuevo, con soberanía, con independencia, con decisiones autónomas, con equidad, con justicia para los pueblos originarios y ahí tenías unos pibes como Monteagudo, como Mariano Moreno, algunos un poquito más maduros como Castelli, como Belgrano, y después tenías otro sector de la Junta que en algún cajón del escritorio de Saavedra tenía guardado un teléfono de la Infanta Carlota o algún celular de Londres para entregarle lo que habían conseguido porque querían ser ellos los nuevos ojos del rey, como dice la etimología de la palabra virrey.

Por lo tanto llevamos 215 años de una batalla inconclusa entre el modelo de país y el proyecto de colonia que representa ahora mi ley como parte de estos cuatro últimos avances del neoliberalismo desde la dictadura para acá, pasando por el venemismo y el macrismo, por lo tanto es entrega, muerte de la industria nacional para no tener independencia económica y tampoco soberanía política y fundamentalmente dejar en manos de la metrópoli como sería en términos de 1810, hoy sería del imperio, de Washington, o como quieras llamarle, nuestros recursos naturales y fundamentalmente convertirnos otra vez en compradores compulsivos de productos elaborados, pero es un proyecto al que hoy le sobran 20 millones de habitantes sin industria.

Yo digo, hay un paradigma donde es cierto, a lo mejor, que ese modelo industrial 30, 40, 50, 60, es eso, se fue reconvirtiendo, pero las estrategias geopolíticas no se modificaron porque si hoy te quieren desarmar, te quieren desarmar todos los de tierra del fuego, es para que una base, y eso lo sabemos, un comando sur del este al oeste pueda llevar, traer, deponer los milicos, por supuesto, para que no los toquen, pero ya sabemos qué pasó cuando los británicos hoy por hoy flamean ahí, se están llevando todo lo que hay entre petróleo e inductícolas, malo estratégico naturalmente.

Tierra del Fuego es Malvinas y la Antártida, es la provincia más grande de la República Argentina y si vos abrís el mapa bicontinental y sacás a la Antártida de ese rectangulito al que siempre es condenada al pie del mapa argentino, en otra proporción, por supuesto, si vos lo abrís de par en par, Tierra del Fuego es el centro geográfico de la República Argentina y la Antártida no es otra cosa más que la Antártida.