
Gaspar Blondín - Juan Montalvo | Audiocuento de Terror nd42
Descripción de Gaspar Blondín - Juan Montalvo | Audiocuento de Terror m4a4
Juan Montalvo escribió este cuento en el 6 de agosto de 1858 en París. El escritor ambateño tenía la intención de escribir una serie de cuentos fantásticos. Gaspar Blondín es testimonio de aquello. Juan Montalvo (1832-1889) fue un ensayista y novelista ecuatoriano. Uno de sus libros más conocidos es Las Catilinarias, publicado en 1880. irado por escritores, ensayistas, intelectuales de la talla de Jorge Luis Borges y Miguel de Unamuno. Más contenido en ► https://kafka.ec Si tienes alguna consulta escribe a ► [email protected] Whatsapp ► +593 9845 59273 5g3v1x
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Gaspar bloom tim juan montalvo atravesada yo los alpes en una noche te ves a y me acogió tambo o posada del camino silva ve el viento lourdes inmensos rodaban al abismo produciendo en rollito funesto en la oscuridad y en medio de esta naturaleza amenazado ahora reunidos los pasajeros el dueño de la casa refirió lo siguiente no hace mucho tiempo llegó aquí un desconocido hotel más extraño y pavorosos semblante mis hijos le temieron al verle y me rogaron no recibirle en casa que secreto en lo merecía este hombre que horrible crimen empezaba sobre él no se les designe su cuarto no muy firme de ánimo yo mis amo suplicándole recogidas en el atento que era tarde si bien a ello me producía el deseo del librarme tal huésped apenas se hubo retirado cuando dos hombres armados se presentaron en el mesón ingiriendo por un malandrín cuya señas dieron eran dos gendarme es que le seguían la pista más cualquiera que fuese su calidad nunca habría ello faltado a las costumbres hospitalarias que aprendí de mis padres quienes me enseñaron a socorrer a los criminales cuando se diesen perseguidos dije pues los algo así les que no habíamos visto en ninguna persona de tal gesto como la de escribían no me lo creyeron sabuesos de fin olfato como eran y en derecho cura se dirigieron al la por ciento de aquel hombre me palacio el verlos entrar allí pues al no intervenir denunció de mi parte de atrás de cierre yo más que verme desocupados de semejante amigo más cuales no fueran mi sorpresa y mi disgusto cuando vi salir a los gendarme exclamando a don tan vero en donde le ha ocultado usted escapar siendo pudo el fugitivo dije entrar en su cuarto que no tiene salida si no es por la puerta de la cual no había apartado yo los ojos que te extraordinario era ese me amenazaron los ministerios les con volver dentro de poco provistos de mejores órdenes y no deje con turbar me aún no bien habían salido al camino cuando oímos un horroroso estrépito en el tugurios del huésped misterioso le vi en seguida aparecer en el de intel de su puerta salir precipitado y venir a caer a mis pies echando espuma por la boca todos de zapato y con torcido los gendarme volvieron le prendieron le amarraron y en volantes le llevará a pesar de la profunda oscuridad la lluvia que caía torrentes al otro día suspende el pueblo vecino que ese hombre perturba todos los alrededores hace algunos meses ocultos de día rondaba de noche se siente el cosas muy inverosímil es muy de temer si verdaderas pero su único crimen conoce sido y probado eran la muerte de su esposa su querida por cuyo amor había obrado vez acción abominable se volvió por su influencia personaje tan raro y peligroso como el la temían los niños sin motivo las mujeres evitaban su encuentro y cuando la veían mal grado suyo de pan las cruces en el pecho y aún dicen que sobre pujol su amante en las negras de acciones metiéndose tan adentro en el comercio de los espíritus malignos que le fue funesta a él mismo un día éxito a su hombre aún casero han votado tristes ruinas por las cuales nadie se atrevía pasarte noche era fama que un fantasma se había apoderado de ellas y quien las horas del silencio acudían allá una legión de brujas y demonios a consumar los más pavorosos misterios en medio de carcajadas aullidos y lamentos capaces de traer al cielo abajo suenan las doce viene el amante llama a la puerta nada nada responde sólo el lecho tú verme la bella alto a la cita un leve aleteo se deja oír sobre un viejo sauce del camino luego un suspiro largo y profundo luego estas palabras en que compró su acento mucho has tardado amigo mío y como al volverse apio el desconocido con su voz siniestra pro rompió casa maldita en bando procura desde engañarme acuérdate que la fosa húmeda todavía y que a tu me la pagarás que tienes gaspar dijo su querida arrojándose de súbito en sus brazos de qué te quejas duro duro estrecha me contra tu corazón y como el diablo de hoy hombre fuese ha cometido por un arranque de amor irreversible la abrazó como para matarla angélica ex clamaba angélica de mi alma las estrellas no son sino asquerosos insectos que roben la bóveda celeste más luego hecho de ver
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