La Fórmula 06/02/2025 e6o4i

Investigar, contar, participar. Sigue la fórmula en Radio USAL.
En la fórmula, entre otras cosas, conocerás investigaciones que repercuten directamente
en nuestra salud. Entrevistas a grandes personalidades de la investigación farmacéutica,
reportajes, agenda y mucho más con la Asociación de Estudiantes de Farmacia en un espacio coordinado
por su presidenta, Raquel Marguiño Martín. La fórmula, cada 15 días, los jueves a las
8 de la tarde en la 89.0 y en radio.usal.es. Muy buenas tardes a todos, bienvenidos a La
Fórmula, el podcast que la Asociación Salmantina de Estudiantes de Farmacia lanza en colaboración
con la Radio de la Universidad de Salamanca. En este segundo episodio contamos con una persona
que es un gran profesional y una mejor persona, Alfonso Alejo Armijo, otro sureño. Muy bienvenido,
muchas gracias por estar aquí en el día de hoy. Muchas gracias a vosotros por invitarme, por
favor. Lo primero, hacer una pequeña introducción de nuestro invitado. Alfonso es doctor en química
por la Universidad de Jaén y actualmente es profesor ayudante doctor en el Departamento
de Ciencias Farmacéuticas de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca. En
esta entrevista, como ya pasó en la anterior, me acompaña mi compañera Jimena, tesorera de la
asociación. Vamos a empezar un poco sobre los inicios. ¿Qué te hizo a ti, Alfonso, estudiar
química? ¿Qué es lo que te llevó a estudiar química? La verdad es que yo nunca me planté
estudiar química. Yo quería ser profesor de matemáticas. Tengo que reconocerlo. Al final,
como nos pasa un poquito a todos, en segundo de bachiller tuve la suerte de cursar la asignatura
de química. Y la verdad es que era una de las asignaturas que no me costaba trabajo estudiar.
Sí, que siempre es lo que te ha gustado. Total, no lo sabía. Yo empecé a verla en ese momento y dije,
mira, pues se me da bien, me gusta, no me cuesta trabajo aprenderla. Entonces me planteé,
bueno pues, ¿por qué no? ¿Por qué no estudiar química? Y hasta ahora.
¿Y cómo recuerdas esos años de estudiante en química? Porque es una carrera muy bonita,
pero dura, ¿no? Sí, sí, es complicada.
¿Cómo fueron esos años? Pues mira, la verdad es que lo recuerdo
de forma muy bonita y también muy dura. Porque yo soy del último año de la licenciatura,
antes de que saliera el plan Bologna, y las carreras eran 300 créditos, pero en cuatro años. Entonces
todo estaba súper super condensado. Empezábamos las clases, pues, dían las nueve y media de la
mañana y hasta las siete y media de la tarde. Entonces por la mañana teníamos prácticas,
y por la tarde teoría, o al revés, teoría por la mañana, prácticas por la tarde,
teníamos una hora para comer… Sí, un horario bastante complejo.
Muy apretado. Y entonces, bueno, la única ventaja es que éramos muy poquitos. En mi promoción
éramos unos 30 personas. Claro, ya familia casi, ¿eh?
Totalmente. O sea, era una cosa… Pues que estábamos otra vez en el instituto. Entonces
todos nos ayudábamos, nos pasábamos los apuntes, teníamos un trato más individualizado con los
profesores. Entonces, a pesar de que era una carrera muy dura, pero al final se te hacía…
Y el ambiente que se hacía, que se fuera más fácil todo.
Se te hacía muy a menos, la verdad. Entonces, en fin, pues al final eran tus compañeros,
tus amigos y todos nos conocíamos, ¿sabes? Así que fue en ese punto súper bien.
Claro, metiendo eso, los importantes pueden ser una parte clave. Tú ahora mismo estás siendo profesor.
¿Hay algún profesor o alguna experiencia de esa época que te marcara, sobre todo tu
camino, tus decisiones de cara al futuro? Pues sí, porque mira, al final nosotros aquí
en la Universidad de Jaén teníamos un programa especial que no sé si aquí en la facultad
la tenemos porque no lo sé. Era un programa de tutorización. Entonces, todos los alumnos
de primero que entrábamos… Sí, lo tenemos allí también, sí.
¿Para qué le ha sido parte? No de primero, fue de los alumnos Erasmus el
año pasado. Pero bueno, conozco a compañeros que han sido tutores de gente de primero y
la verdad que es una experiencia súper enriquecedora para ambas partes.
Claro, nosotros lo teníamos no con alumnos, sino con profesores. O sea, eran los profesores los
que nos acogían y nos iban enseñando un poco cómo era la vida universitaria, qué es lo que teníamos
que hacer. Porque uno cuando llega en primero, la verdad que está un poco perdido.
Sí, estamos ahí un poquito… Es complicado. Entonces, bueno,
yo tuve la suerte de que me tocó un profe que era de química orgánica. Y entonces,
al final, quieras que no, pues me enseñó un poquito qué estaba investigando. Él trabajaba
con productos naturales…