Familias adjudicatarias del Manto de la Virgen de los Remedios en la tradicional subasta (02-05-2025) 81m1i

Radio La Roda 107.6 FM El pasado 27 de abril se celebraba la subasta del manto y las andas de la sagrada imagen de nuestra patrona la Virgen de los Remedios con motivo de su estancia en nuestra localidad.

Recuerden que fue un acto que emitimos en directo desde Radio La Roda.

Primeramente fue el manto el que se subastó. Estaba Federico Jiménez haciendo de maestro de ceremonias y fueron tres familias las que este año se han quedado con el manto de la Virgen. Por 2.100 euros la familia Martínez Martínez, Castillo Simarro y Atencia son las encargadas de poner y quitar el manto a la imagen de nuestra patrona la Virgen de los Remedios en estos días en los que está aquí en La Roda entre nosotros.

Desde que la imagen llega al término hasta que volvemos a llevarla la semana que viene al término para que se marche a su santuario o para llevarla a su santuario en Fuensanta. Hemos concertado una entrevista con tres mujeres que son de estas tres familias y han tenido la amabilidad de estar esta mañana aquí en la mesa de tertulia de Radio La Roda con la audiencia de esta emisora municipal. Son Remes Simarro Ortega, Paqui Atencia López y Luisa Martínez Serrano.

Buenos días y bienvenidas.

Hola, buenos días.

Agradeceros muchísimo de verdad de corazón que estéis aquí esta mañana.

Bienvenidas a Radio La Roda y bueno estamos hoy a 30 de mayo, nos trajimos a la imagen de la Virgen el día 18, son ya unos días de estancia aquí.

¿Cómo estáis? Pues muy bien. Muy emocionadas. Muy contentas de tener los mantos en nuestras casas, como bien sabrá toda la audiencia que nos está oyendo, que los mantos de viaje los tenemos en las casas y disfrutando de la gente que va a verlos y nosotros de enseñarlos. La verdad es que es un auténtico privilegio.

Pues eso, siempre lo decimos, el privilegio de poner y quitar el manto que este año, en este 2025, se reparte entre tres familias. Esto parece como que es menos trabajo, no lo sé. Es la primera vez que os quedáis con, que tenéis el privilegio del manto de la Virgen, ¿no? Es la primera vez. Sí, sí, la primera vez. A lo largo de vuestras vidas, ¿no ha sido...? Yo tuve o cuando se lo quedó al grupo de bodas de plata de mis suegros, pero ya hace 25 años.

Pero fuera de eso los hemos visto por conocidos que también se lo han quedado. Pero bueno, esto es una responsabilidad. Sí, también, también. Muchísima. Es un privilegio y es una responsabilidad. Muchísimos nervios que se pasan arriba también.

El día 27 de abril, cuando se os adjudicó el manto, supongo que fueron momentos de emoción, ¿cómo...? A ver, esto es un poquito así cotilleo, ¿no? ¿Cómo quedasteis las tres familias para, bueno, pues decir, oye, vamos a echarnos adelante y vamos a este año a...? Bueno, pues fue un poquillo... Vamos a ver, tenemos relación porque somos socias de la Asociación de Vecinos de La Roda. Sí. Entonces, en una reunión que hubo, pues quedamos en quien quisiera y, bueno, pues salimos las tres. Fue vísperas de la subasta y decidimos ir adelante.

Y ahí salió la cosa. La verdad es que fue una cosa sin pensar. Porque yo, particularmente, sí es verdad que me ha llamado muchas veces pujar por el manto de la Virgen. O sea, podía hacer por circunstancias y por cosas, pero era de unas cosas de las que yo las tenía pendientes, sí es verdad.

Y ya cuando hablamos, Remi y yo que estuvimos hablando y tal, pues la verdad es que dije ahora es la mía. O lo hago ahora o... Sí. Y luego también con Paqui, las tres, y la verdad es que muy contentas.

Esta es una cosa que no te lo imaginas hasta que no estás. Yo me pasa como a Luisa. Yo, de verdad, mi familia lo sabe, que el que quería el manto era mi padre. Por desgracia, el pobre ya no está con nosotros. Y cuando me lo dijeron, ellas lo saben, que yo no me lo pensé. Y así es que, pues nada, hemos tenido el privilegio, estábamos teniendo el privilegio de disfrutarlo con nuestra familia, con nuestros amigos.

Yo particularmente, ellas lo saben y también lo han hecho igual que yo, lo hemos llevado a determinadas casas, las nuestras, las de mis suegros, la casa de mis padres, lógicamente, y de familiares y personas que, por desgracia, están enfermas. Y la verdad es que es una cosa que no te lo imaginas hasta que no estás.