Extra sensorial cuatro 2e6n4y

Muy buenas tardes, estimados amigos, son las 12 y 22 del día miércoles 28 de mayo del año 2025.

Vamos a seguir contando esta historia que la verdad es que quiero compartirlo porque seguramente todos ustedes tienen historias extrasensoriales, es decir, más allá de los sentidos, por lo tanto, son experiencias de otras dimensiones y esas dimensiones las llevamos vestidas, no son cosas abstractas, son realidades sutiles que poseemos.

¿En qué se diferencia un otro? Pues en que uno es más burdo y el otro es más sutil y unos a otros no se pueden ver a no ser que sean sentidos pues bastante desarrollados como para verse mutuamente.

Cuando era pequeño se había inaugurado una casa de mi padre y esta tenía dos terracitas y desde allí al medio había una casetita pequeña que es donde mi padre quería siempre dedicarse a la pintura por eso lo hizo así y en una de las terrazas, una de las terrazas quedaba al lado de la casa de monseñor Rodríguez Pardo que era el arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, en esa casa vivía su hermano el padre Félix que también era cura y sus dos hermanas que sólo se dedicaban pues a a la religión católica, creo que hacían algunas rifas ahí en la iglesia del Carmen pero todo iba alrededor de la vida de sus dos hermanos que eran un arzobispo y el otro cura y esa terraza daba a la casa donde estaban siempre estas dos hermanas que era Rosa y María, les llamábamos señorita Rosa y señorita María porque nunca tocaron ningún hombre y ahí estaba la famosa Facunda que era la empleadita de toda la vida, era una señora de pollera muy fiel y siempre había el Bobby Eterno que era un perro grande lanoso color amarillo y una tarde, era la época en que me pasaron cosas raras, una tarde se me ocurre escribir, entonces yo miraba la cordillera, había allí una cordillera que se llamaba el Tunari, en esa época siempre solía estar las nieves eternas que decían que luego ya desaparecieron, siempre solía estar con una gran mancha como caída, como si fuera una plataforma de nieve, se veía de lejos y era algo místico, esa montaña a mí me hacía relacionar con otras montañas gigantes, de hecho años más tarde cuando ya había pasado los 20 años creo, yo quería saber dónde estaba esa montaña que yo buscaba entonces yo empecé a mirar diferentes lugares de montañas, pero era así como por todo el mundo veía las fotos, las más altas, las más famosas y decía no es esto, no es esto, no es esto y llegué a la conclusión de que esa montaña que yo me acuerdo no es de este planeta porque es una montaña realmente inmensa, entonces tiene otro estatus de vida por esos lugares, entonces me di cuenta que aquí en este planeta son sólo montañitas, montecitos, o sea 8.000 metros pues no es nada ante la montaña que yo recuerdo, entonces siempre había esa conexión mística