
Descripción de Eterna edición de una mente con recuerdos k5j2
A veces (como en el cine) dejamos fuera las partes incómodas. Narramos el dolor para ser entendidos y siempre tendremos escenas eliminadas de un suceso doloroso. tl1u
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
En la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos de Michel Gondry de 2004, la memoria no solo es un recurso narrativo, sino la arquitectura misma del duelo amoroso. Esta película se va descomponiendo como una confesión a destiempo, no lineal, y está llena de repeticiones, de omisiones, de varias capas que se resisten a ser reveladas de forma inmediata.
A través de su estructura, Eternal Sunshine of the Spotless Mind, se convierte en una analogía precisa de cómo contamos nuestras penas, cuando queremos desahogarnos, de cómo manipulamos inconscientemente el orden, la forma y el contenido de lo que relatamos para sobrevivir emocionalmente. Cuando recordamos una relación fallida, solemos empezar por lo más reciente, por el malestar, el hartazgo, la ruptura. En ese punto el recuerdo está fresco, está lleno de ira o de tristeza. Así inicia el proceso de borrado de Joel.
Lo primero que vemos desaparecer en su mente son los recuerdos más recientes y dolorosos de su expareja Clementine. Esto coincide con lo que solemos destacar cuando contamos a otros nuestra versión del final de una historia. Lo que me hizo, lo que no funcionó, lo que no supe ver. Sin embargo, a medida de que el procedimiento avanza y los recuerdos se remontan en el tiempo, la emoción cambia. La rabia ceda ante la nostalgia, el desprecio inicial se transforma en ternura.
Los recuerdos antiguos menos contaminados por el conflicto nos revelan lo que una vez fue amor genuino y de pronto Joel ya no quiere olvidarla, quiere quedarse con lo que le enamoró al principio. Esta inversión de la cronología, de lo más fresco a lo más profundo, refleja con exactitud cómo el relato de nuestras penas es también un intento de rescatar lo perdido, incluso si al principio fingimos querer desecharlo todo en una bolsa negra de basura.
Pero la estructura también miente, o mejor dicho, omite. Aquí es donde las escenas eliminadas adquieren un peso simbólico crucial. En el corte final de la película, Joel aparece como un personaje pasivo, introspectivo, incluso entrañable, y su sufrimiento parece limpio, casi inocente. Clementine, en contraste, es caótica, impulsiva, una figura que escapa de la contención emocional. Sin embargo, las escenas borradas, y particularmente aquellas donde Joel se muestra más controlador, resentido o insensible, habrían matizado nuestra percepción, podrían haber desestabilizado la narrativa del hombre herido.
Al desaparecer del montaje, estas secuencias podrían compararse con los recuerdos que decidimos no contar cuando hablamos de nuestras penas, aquellos momentos en los que no fuimos la víctima, sino el detonante. En la edición emocional que hacemos de nuestras propias historias también hay escenas borradas, fragmentos que no compartimos porque empañarían la imagen de inocencia con la que buscamos empatía. Una de las escenas eliminadas profundiza en la ruptura entre Joel y Naomi. Naomi nunca la vemos, pero en realidad es interpretada por la actriz Ellen Pompeo.
En ella, Joel intenta justificar su decisión de terminar la relación diciendo que necesita espacio. Naomi está notablemente herida y le responde, lo que sea que creas que tienes con esta chica, una vez que se acabe la emoción, seguirá siendo el Joel con los mismos problemas. Esta línea de diálogo es particularmente significativa porque señala que Joel tiende a evitar enfrentar sus propios defectos y busca en nuevas relaciones una solución a sus problemas internos en lugar de trabajar en sí mismo.
O por ejemplo, otra de las escenas eliminadas, más reveladoras incluso, muestra a Joel retomando o con Naomi después de haberse borrado la memoria, de hacer este procedimiento con la Kuna Inc. Y como no recuerda los últimos dos años de su vida, Joel cree que terminó la relación con Naomi recientemente y se le hace fácil invitarla a salir de nuevo. Pero tras un breve reencuentro, Joel la deja abruptamente porque se siente atraído nuevamente por Clementine, que es donde empieza la película y van en el tren en Montauk.
Y esta escena eliminada sugiere que Joel actúa de manera impulsiva y egoísta, dejando a Naomi sin una explicación clara, lo que contrasta con la imagen de víctima pasiva que se representa en la versión final de la película. Después de cortarla por teléfono, podemos ver la escena del corte final donde Joel llama a Clementine y está leyendo el que ella misma escribió en su mano. En el corte final nos parecería romántico que recién llega a su casa, Joel le marca a Clementine. Sin embargo, antes de hacer eso, decide mandar al diablo lo que estaba reintentando con Naomi, pero no nos lo contaron así.
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