Especial Piano Bar (en ausencia de Sabina) 171w2q

Bueno, pues bienvenidos todos.
En ausencia de Sabina,
porque Sabina, como sabéis, se ha ido a Suiza,
y está en las montañas suizas comiendo chocolate,
comprando Rolex y evadiendo impuestos,
pues se me ha quedado una semana libre,
y como que este año Sabina no me deja que me dedique a la música,
aprovechando el vacío de poder,
he decidido que el podcast de esta semana
lo vamos a dedicar a la música,
y estamos aquí en compañía de tres amigos,
de Isa, buenas noches, Isa.
Buenas noches. José Luis Miró, buenas noches.
¿Cómo estás, Octavio? Y el piano del Club Náutico de Palma.
Y entre los cuatro vamos a hacer un poco de charla,
un poco de piano y un poco de historias.
Y también que sepáis que todo esto sucede por gentileza
de CV Real Estate.
Que... Esto le va a molar, eh.
A CV Real Estate. Esto le va a molar.
Todo lo que sea, la belleza... Tenías que haberlo invitado.
¿Eh? Tenías que haberlo invitado también.
Ahora ya estamos quedando mal.
Ahora ya estamos quedando mal con nuestro benefactor.
No, pero el único capaz,
el único inmobiliario del mundo capaz de apoyar estas historias
es CV Real Estate.
Si os gustan los pianos de cola,
los mejores pianos de cola están en las casas de CV Real Estate.
Si os gustan los saxofones o lo que sea, o las mandolinas,
las casas de CV Real Estate están llenas,
pero hoy nosotros nos dedicamos al piano.
Y, en fin, la idea es charlar un poco...
Te cuento un poco la historia de este piano.
Sí, porque este piano tiene historia.
Este piano tiene una historia brutal.
Estamos, para que os situéis, en el Club Náutico de Palma.
En la Sala Magna. En la Sala Magna.
Vacía para nosotros. Vacía para nosotros.
Tenemos aquí pizzas por el suelo, los porros por el suelo y todo.
Es broma, es broma, que alguien lo va a oír.
Es broma.
Y lámparas de guardiola. Sí, sí, sí.
Este piano es de 1843.
Que se dice rápido esto, ¿eh?
Este piano llegó aquí al Club de Regatas.
Se sabe que llegó a Palma y que se le hizo una reforma en ese año, en 1900.
Y luego tuvo una posterior ya en los años 90, del siglo XX,
hasta estos días.
Parece ser que es el piano de concierto, es un piano de cola,
es un Bosendorfer, construido en Austria,
que es el piano de concierto más antiguo que queda en Baleares.
A ver si alguien tiene alguna cosa,
pero que esté operativo y que esté en funcionamiento.
Es el más antiguo. Es el más antiguo, piensa tú, 1843.
Lo único que no...
Es decir, se le hizo la reforma, el arpa del piano es de 1900,
pero el alma, la caja de resonancia,
lo que hace que tenga un sonido muy especial,
es el original, es el que...
La madera es extraordinaria.
La madera es extraordinaria.
Lleva el sello, si te fijas,
ahí viene el sello de Bosendorfer, en ese lado de ahí.
Si lo miráis luego, ahora tenemos la tapa aquí,
veréis que aquí está el sello, es decir, es una pieza patrimonial,
estuvo mucho tiempo sin usar y la encontró...
Bueno, cuando hubo aquí, en el club,
en los años 90 hubo una intención de recuperar piezas
y de que el club volviera a coger fuerza,
y estaba este piano,
y tuvo esa reforma que le cambiaron las cuerdas,
en los años 90 y hasta nuestros días.
O sea, me parece una virguería.
Y todo el mundo que viene a tocarlo,
y yo no sé tocar el piano, pero sé escucharlo,
todo el mundo que viene a tocarlo se queda flipado,
le encanta, a todo el mundo.
Yo estoy entusiasmado.
Yo estoy entusiasmado.
El otro día estuvimos haciendo aquí un concierto,
y estoy absolutamente entusiasmado
cada vez que tengo ocasión de tocarlo,
que ya hago unas cuantas veces, yo soy feliz.
Tiene unos graves naturales, una cosa,
es como un árbol viejo, grande, que da una sombra buena,
como un abuelo.
Fíjate que tiene dos teclas negras, al final, en los graves.
Pues le explico a Luthier que en realidad eso es para darle...
Es decir, no es para tocar esas teclas propiamente,
sino que son como una extensión para que resuene
y que tenga esos graves tan cálidos que tiene,
que son una característica.
Gusta mucho a los músicos de jazz.
Quizás no es un piano para el que puedas tener
a que venga aquí un concertista muy exigente,
porque ya es una abuelita vieja,
pero sí que para hacer jazz y determinados tipos de música es ideal.
Bueno, voy a tocar algo y charlamos un poco al respecto.
¿Alguna petición del público? ¿Algo en concreto?
Seguro que tenías algo tú pensado.
No, pasa que yo tengo... Yo voy a peñón fijo.
Tú sabes que mi pianista de referencia es Teddy Wilson.
Y el otro día, tocando aquí, me pegué en un jartón,
mi hijo, que estaba detrás mío, me dijo...
Te has quedado tranquilo de atormentar a Teddy Wilson en su tumba.