Españoles de a pie 39 1a6i2s

Imaginen un cubo de Rubik, un rompecabezas complejo, un reto para quienes se atrevan a resolverlo, 6 caras, 6 colores, 12 giros posibles y más de 43 trillones de combinaciones.

Un sistema en apariencia caótico y enrevesado, pero que, con estrategia y conocimiento, puede resolverse en apenas 20 movimientos.

La geopolítica, como el cubo de Rubik, es un entramado de múltiples escenarios y decisiones, innumerables caminos, giros inesperados y equilibrios frágiles.

Pero, al igual que el cubo, las grandes estrategias no requieren miles de movimientos, sino unos pocos pero bien ejecutados.

Buenas tardes, mi nombre es Alejandro Jiménez y bienvenidos una semana más a Españoles de a pie y precisamente para hablar sobre la complejidad de la geopolítica y especialmente de la llegada de Trump, de cómo regresó al poder, de qué está haciendo en sus primeros días y de qué puede pasar, va el programa de hoy.

Para ello contamos una semana más con la inestimable ayuda de Arturo, ¿qué tal? Muy buenas tardes.

Y al otro lado del micrófono, a Adrián, ¿qué tal? Muchísimas gracias por venir.

A vosotros igualmente, es un placer.

Y a mi derecha, Manuel, ¿qué tal? Muy bien.

Pues sin más dilación, vamos a comenzar.

Trump se convirtió oficialmente en presidente de los Estados Unidos, jurando el cargo hace apenas dos semanas.

Un juramento que llegó con sorpresa tras una victoria contundente de Trump, que no previeron ninguna de las encuestas, pero no cabe duda que traerá numerosas consecuencias.

Pero antes de analizar, vamos a ver qué ha pasado, qué va a pasar y qué está pasando y por qué ha ganado Trump.

Hay que recordar que el sistema americano es muy diferente al español, ahí tienen tres poderes que están más o menos diferenciados, no como en España.

Tienen un poder ejecutivo, es decir, tuvieron tres elecciones diferentes.

Votaron al presidente, que ganó Trump, al Senado, que ganaron los republicanos, y al Congreso, que también ganaron los republicanos.

Pero la gracia y el quito de la cuestión es que una cosa es el poder ejecutivo, una cosa es el gobierno de Trump, la istración Trump, y otra cosa es el poder legislativo, el Senado y el Congreso.

Que funcionan las dos cámaras.

Que funcionan las dos cámaras y que las dos son importantes.

Tienen funciones diferentes, pero las dos son importantes.

No es un cementerio de elefantes como el Senado de España.

El caso es que es verdad que aunque todo lo controla el Partido Republicano, es mucho más fácil y va a tener un gobierno por lo menos los primeros dos años, bastante fácil y bastante llano, pero aún así que esté controlado por el Partido Republicano y el Senado no le garantiza que se aprueben las leyes que quiera Trump.

Pero de momento parece que se las va a aprobar.

Obviamente si se hubiese gobernado por el Partido Demócrata estaría complicado la cosa.

Pero bueno, que no pensamos que todo va a ser llano, sino que puede haber oposición dentro del Partido Republicano a Trump.

Que no es un culto al líder.

No es un culto al líder como Sánchez, que controla todo.

Pero claro, al final si...

¿Pero Sánchez? Sí, Adrián.

Sánchez y toda la política europea.

La verdad que es curioso porque aquí tenemos en Estados Unidos una figura de poder muy importante que es Trump, pero tienen una rivalidad interna, una democracia interna dentro del partido que beneficia mucho al país.

Eso es muy interesante, lo de la democracia interna, porque verdaderamente hay una democracia interna que existe, no es fake.

Aquí hay, no me suena a mí que hay.

Aquí lo pone la Constitución, pero la Constitución pone tantas cosas.

Y luego se cumple lo que se cumple.

Y luego se cumple nada.

Pero ahí hay primarias, o sea Trump para ser candidato sus votantes republicanos se tuvieron que votar.

Luego están esas cosas raras de que pueden meter muchos millones de euros en la campaña de las primarias, pero bueno, al menos hay primarias, porque es que aquí directamente no las hay.

Y son relativamente limpias.

Aquí es una cúpula que está aislada de la realidad, que decide qué diputados van en cada lista y que decide absolutamente todo.

Y esa cúpula aislada de la realidad pues a veces toma las decisiones que toma.

Pero volviendo al sistema electoral, el sistema electoral tiene algo muy importante para entender la victoria de Trump.

Y es que cada estado tiene un número de representantes.

En función de la población.

Pero aquí es todo o nada.

Es decir, tiene una serie de representantes.

Si ganas, aunque sea por 5.000 votos, por 10.000, por un pelín más, te llevas todos los representantes.

No hay proporcionalidad.

Por eso solo hay dos partidos políticos, porque no va a haber un tercero porque no salen las cuentas.

Al final es o te llevas todos o no te llevas nada.

¿Qué pasa? Que hay estados que son tradicionalmente demócratas y donde siempre ganan los demócratas como Nueva York o como California.

Y luego hay estados donde siempre ganan los republicanos como Texas o Florida.

Si vamos que si eres del otro partido ni te molestes en ir a votar prácticamente.

Es que es lo que ocurre, que al final no ganas.