
Descripción de Érase una vez un circo T1/11 4f69b
Programa dirigido por Blanca Martín y Jaime Barrientos. En él hablaremos del circo político actual de España y del mundo, de forma irónica y sarcástica. 4i3m1q
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bueno, bueno, bueno. Bienvenidos a Érase una vez un circo, nuestro programa de política, críticas, risas, donde convertimos el caos, el caos político en entretenimiento, no entretenimiento, en entretenimiento todo junto.
En este circo político de cachondeo mundial veremos cómo nuestros valientes y amados líderes discuten problemas que nunca van a poder resolver ni resolverán, sobre todo entre ellos, porque el uno es feo y el otro es más, más guapa no, no, guapa no, no te van a decir más guapa no, no, al contrario, desgraciadamente por falta de conocimientos prometen cosas que no van a cumplir tampoco y además lo de conocimientos, moral, ética, principios, que los tienen o no, Jaime? Ni están ni se les espera. Ni se les conoce, tampoco.
Bueno y se culpan mutuamente de que todo sale mal y bueno y tú más y es una pena, de verdad, porque lejos de parecer un gobierno serio, serio, sensato, con aplomo, parecen pues eso, una república bananera, así lo digo o bailando posoleares, no lo sé ya, porque da pena, da pena, de verdad, muchas veces da pena este espectáculo tan grotesco que estamos dando, vamos que ya nos toman el pelo y ni nos tienen en cuenta, de verdad, es una pena. ¿Tú crees que esto es así? ¿Que ni nos tienen en cuenta? Por supuesto, es que sabes lo que pasa, que es que están en tratamiento, que es ellos tratan y yo miento.
Sí, sí, vale. Bueno, ya sabes que eso, que mi función en este programa es ser cuñado oficial de barra de bar, entonces eso ya sabes que cuando se me ocurre una tontería la tengo que soltar porque si no exploto.
Vale, entonces tú eres el cuñado de bar y yo ¿qué papel tengo? A ver, escúchame, ¿yo qué papel tengo? Dímelo. No, pues eso tienes que decidirlo tú, tienes que ver qué personaje quieres. Yo de chonis, venga, chonis, yo chonis. No, a chonis ya tenemos a una ministra. Bueno, pues tengo que imitarla, tengo que imitarla, ¿vale? No, porque no se te va a entender lo que dices, hija. Sí, no, no, pero yo voy a ser la chonis que habla un poco mejor, que habla un poco mejor. Pues me pongo a que seas chonis, me pongo, me pongo y me vuelvo a poner. Bueno, a lo que sea, me da igual, pues soy una cuñada, cuña, cuña, el cuñado y yo la cuña. O suegra, suegra.
No, que una mierda, perdón, yo suegra no, no, no, no quiero ser suegra, no quiero ser suegra. Tengo yerno pero no quiero ser suegra, fíjate tú, ¿eh? Es que mejor no ser suegra, te lo aseguro, ¿eh? Hay que pasar inadvertida, en ese papel hay que pasar inadvertida, porque es chungo. Bueno, pues mira, yo no me refiero a la suegra oficial, igual que al cuñado oficial, hay cuñaos que son encantadores y tal. Y también, cuidao una cosa, aviso para navegantes, si en tu familia crees que no hay un cuñao oficial, a ver si el cuñao oficial vas a ser tú. Espera, ¿yo tengo cuñaos? Yo no tengo ningún cuñao. Tenía pero se divorció mi hermana y no... Tengo una cuñada, pero...
No, pero es lo mismo, en cuñada no es igual que en cuñao, igual que no es lo mismo suegro que suegra.
Bueno, a lo mejor ahora tiene que ser suegre, ¿no quieres ser suegre? Yo te voy a decir una cosa, que da lo mismo cuñado que hay máximos, ¿eh? Porque cuando se juntan los hermanos...
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