Ep. 11 - Españolazos Anónimos con Jose F. Peláez 4m4a4n

José, ¿ya no hay columnistas como los de antes?
Me temo que como los de antes no, pero no sé si eso es bueno o malo.
No sé si eso es bueno o malo. Estamos en otros tiempos, evidentemente.
Los columnistas de hoy son columnistas de hoy.
Yo no soy muy nostálgico, creo que en general vamos a mejor en casi todo.
Pero sí que quizá en el oficio no...
En cuanto al respeto al oficio sí que quizá molaban más los de antes, vivían para eso.
Ahora desgraciadamente es complicado.
Javi, ¿cómo de español te sientes hoy?
Como Francisco Umbral, que me casé con España.
Lo estaba pensando, digo, hoy es el día de Francisco Umbral.
Hoy tiene que salir el señor Paco, obviamente.
Pues como haría España he quedado el lunes, precisamente, Javier.
O sea que mira, parece que está preparado, pero no, no.
El propio lunes...
En la dacha, en Majadonda, para hablar con ella de unos temas y...
Y nada, hay que decir que más al cuento no puede venir la cosa.
La Ingobernable, un podcast sobre marca España.
Pues con las cosas claras, bienvenidos, bien hallados a este nuevo episodio de La Ingobernable,
un podcast sobre marca España.
Y hoy tenemos con nosotros a quien ya habéis escuchado, que es José F. Peláez,
magnífico Margarito en Twitter, lo pondremos porque no es magnífico exactamente,
está hecho en cortito, magfico, Margarito, en Twitter.
Que según él mismo, en esa red social de la que todo el mundo habla, aunque hay cuatro gatos,
escribe en ABC, en Norte de Castilla y colabora en la brújula de Onda Cero.
El resto del tiempo, según él mismo, trabaja.
En el eso de no trabajar, es bastante bueno, en la parte de escribir, es muy bueno.
Por no decir que es una de las mejores plumas patrias de columnistas,
ahora que ya hemos ido perdiendo a los clásicos, como avanzábamos en la entradilla.
Y muestra de eso es el premio que te han dado hace poquito,
el premio David Cistaud de Periodismo, así que felicidades por lo que toca.
Muchas gracias.
Y en realidad lo de trabajar es más o menos como dice Javi,
fulaneando todo el día, eso es así, lo de no trabajar es fulanear.
Joder, macho, ya me gustaría.
La verdad es que no, yo creo que nos quejamos mucho.
Yo soy bastante, me gusta mi trabajo, soy bastante feliz haciéndolo
y tampoco nos matamos, tío.
Quiero decir que nos quejamos mucho, pero no nos matamos.
Dicho esto, trabajamos mucho y es jodido, eh.
Hay que quejarse que si no te bajan la cuota, claro.
Manuel Vázquez, el de los TVOs, Manuel Vázquez el de Anacleta y todo eso,
dedicó muchísimo tiempo a intentar crear una máquina
que le permitiera hacer TVO sin trabajar.
Sí, sí, fantástico, eh.
La verdad es que era un genio, como está claro, vamos,
que era un genio esto lo confirma.
Pero qué decir, la gente se queja muchísimo, yo creo que no es para tanto,
pero dicho esto, joder, trabajamos mucho, la verdad.
Pues una de las cosas precisamente de esta otra parte del trabajo
que quería, por donde quería enfocarlo,
es una de las columnas que haces habitualmente en ABC,
es Acotaciones de un oyente, que vas al Congreso
y escuchas un poco lo que hay.
Y la verdad es que no hemos hablado mucho, o sea,
hemos hablado mucho de política en este podcast,
pero no nos hemos centrado en el Congreso,
no hemos ido a la actualidad.
¿Cómo lo ves, cómo se ve el Congreso?
Porque luego esas otras, no podemos leer las columnas,
o yo no puedo, que no estoy suscrito a docento, esto es así,
pero no sé tú cómo lo ves.
Mira, Acotaciones de un oyente, ya sabes,
es un espacio que es, creo que lo tomo por aquí, mira.
Joder, macho, parece que está todo preparado.
Este es un tomo que se llama Acotaciones de un oyente,
que son justamente las crónicas fundamentales
de Wenceslao Fernández Flores en ABC.
Entonces, bueno, hubo quien me dijo,
tío, cómo eres tan sumamente soberbio
de poner el mismo nombre que Wenceslao,
que es un maestro de esto, ¿no?
Y yo intenté explicar que es precisamente lo contrario.
David Gistau en su momento también mantuvo ese nombre.
Entonces, a mí me parece que lo humilde es diluirse
en algo que te sobrepasa y que es mucho más grande que yo.
Wenceslao lo llamo así, Cristóbal lo llamo así,
¿quién coño soy yo para venir a cambiarlo, no?
Entonces, me parece que justo lo humilde
es seguir con ese nombre.
El Congreso es una cosa que los que somos demócratas
y formalistas y así un poco enamorados
de las instituciones como concerto y tal,
pues te ponen los pelos de punta, la verdad.
Estar allí es una cosa muy importante,
no es cualquier sitio.
Tú ves quién ha estado allí, ya no sólo como parlamentario,
sino todos los reyes, Isabel II, tal,
Alfonso XIII, todo eso.
Todas las coronaciones que ha habido,
hasta Cánovas, no sé qué, el mismo 23F,
todos los cronistas que ha habido
y te ponen un poco los pelos de punta.
Es algo importante, es algo grave
que me quito más a la ligera
y es algo que es muy divertido.
También es cierto que tenemos sesiones
que son un coñazo terrible,