Entrevista de Armando Pomar a Antonio Seijas 1o633e

Los lunes con Armando, con Armando Pomar.

Señoras y señores, buenas tardes. Es lunes, es radio 97.1, 95.6 y yo soy Armando, así que me toca a mí. Es radio para hablar con personajes, que son personas, con lo cual tienen que hablar mucho de su cargo, de su representación, pero también de sí mismos.

Por eso los lunes por la tarde lo que intentamos es pasarlo bien y que conozcan a ustedes distintas formas de pensar y de ser, de gente que trabaja todos los días para conseguir que estas islas sean de cada vez mejor. Así que con el permiso de Juan, que ya ha puesto todos los cables y por cierto, todas las cámaras. No sé si nos están viendo o no ustedes por streaming, pero bueno, estamos aquí. Hola, les saludo yo a la cámara y les diré que aquí conmigo, los que estén viéndonos ahora a través del programa de YouTube, está conmigo aquí Antonio Seijas. Don Antonio, buenas tardes, bienvenido. Hola, buenas tardes.

Has visto qué guapos que estamos en la tele. Sí, sí, parece una maravilla esto. La radio vista por la tele. Exactamente. Cómo cambian las cosas, ¿verdad? Esto hace 50 años sería un milagro. Era un milagro. Claro. Antonio Seijas, don Antonio Seijas, ha sido hotelero durante muchísimos años, ha trabajado como responsable de hostelería, luego se animó y se buscó dinero y se hizo empresario, tuvo un hotel que fue muy famoso durante varias décadas, el Hotel Cristóbal Colón de la Playa de Palma, muy conocido y además era una referencia para el sector turístico, porque Antonio se metió en esto de la hostelería no para ganar dinero, sino porque le gustaba la calidad y eso se le ha reconocido muchísimas veces, como tal vez se decía cuando usted estaba en el apogeo, que era usted la verdadera referencia de lo que debería ser la Playa de Palma.

Será usted contento que le traten tan bien, ¿no? Hombre, estoy sorprendido, agradablemente, claro. Decían que su cocina era superior en calidad, no me refiero a los platos que usted ponía en la mesa, no a la gastronomía, sino la instalación de la cocina, decían que era mucho mejor que muchos restaurantes de 2 y 3, bueno en aquella época no había, había de una estrella a Michelin y mucho mejor que hoteles de 5 estrellas, porque usted quería calidad absoluta en su establecimiento.

Hombre, esto es un halago y lo que buscábamos siempre era la calidad, el buen servicio, la sanidad, todo lo que se refiere. Pero mucha gente eso no lo contemplaba en su hotel.

Sí, sí, sí. Ahora quiere hablar bien de los compañeros, ¿no? No, hombre, los compañeros...

Había algunos establecimientos al final de la Playa de Palma, entrando ya en el término de Yumayor, que todavía siguen y que son una vergüenza para el sector.

Más que una vergüenza, creo que es un problema. ¿Y cómo se resuelven esos problemas? Pues yo creo que ahí hay dos cosas. El Ayuntamiento y los demás estamentos tendrían que tomar las medidas necesarias para mejorar estos establecimientos o bien reconvertirlos en otras cosas. Ahora que tanto están hablando de la vivienda, de la escasez real de la vivienda, lo que ha encarecido la vida para todos, pues quizás eso se podía reconvertir en viviendas.

¿Para alquilarlas y seguir ganando dinero o para venderlas y que el que entre...? Yo creo que sería para... Lógicamente, cuando se reconvierta una cosa de estas, siempre hay un beneficio, pero el beneficio sería para todos. Sería un beneficio social en cuanto que la gente tendría más a la vivienda y los propietarios tendrían una salida a sus establecimientos. Efectivamente, hay algunos que están muy bien y hay otros que no están bien.

Hay que reconocerlo. Una cosa es la playa de Palma y otra cosa es el arenal de Yomayor.

Sí, el puente de los extranjeros o de los judíos. O de los ingleses.

Es el puente de los judíos. El que separa una zona de la otra.

¿Qué pasa? Efectivamente, esto ya lo hemos hablado muchas veces, hay una cantidad de guetos.