Enigmas de la Historia P 13 Jarabo Patricia F Montaño MK ULTRA 6m1w55

Bienvenidos a esta segunda temporada de Enigmas de la Historia.

Como me ven en la cara, estamos muy contentos de estar otra vez aquí con ustedes.

Y esperamos seguir sorprendiéndoles con nuevos personajes y nuevas historias, en fin, nuevos enigmas.

Quiero hacer un alto en el camino para agradecer a toda la gente que nos está viendo.

Quiero dar un fuerte abrazo a toda la gente de Vigo, que nos sigue por Televigo, la televisión de cerca.

A toda la comunidad valenciana, este verano he estado allí de vacaciones y la verdad que la acogida ha sido fantástica.

Darles un millón de gracias.

Y también a Teletoledo, que es donde yo vivo y donde realmente sé que nos siguen con muchísimo cariño también.

Hoy vamos a empezar con un caso que en su época dio bastantes titulares a los periódicos.

Vamos a empezar con un hombre que presumía de ser un caballero español, pero me temo que no era más que un infame camorrista, que terminó en una noche de locura convertido en un asesino sanguinario.

Empezamos otro Enigmas de la Historia.

¿Recuerdan ustedes una serie de televisión de la primera cadena de los años 80 llamada La Huella del Crimen? Yo he de reconocer que no tenía edad para verla entonces, pero sí, la veía a escondidas.

Yo era un niño muy curioso, ¿qué le vamos a hacer? Pues en uno de esos casos, hay otro del que hablaremos otro día, pero como decía, uno de los casos que me dejó impactado de por vida, ese fue el de Jarabo.

José María, esto lo tengo que leer, José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris, nombre larguito, era un jeta, era un niño bien de los muchos que pululaban por la posguerra española.

También era sobrino del presidente del Tribunal Supremo, pero sobre todo era un chulo, un mujeriego, un jugador y un borracho.

Jarabo, Jarabo niño, viene al mundo el 28 de abril de 1923, en el seno de una rica familia madrileña.

Tras la guerra civil, que al parecer marcó a Jarabo por presenciar tiros en la nuca en su propio jardín, estudió bachiller en el acreditado colegio madrileño Nuestra Señora del Pilar.

En su juventud, se fue a vivir la vida a Puerto Rico y a Cuba, donde acabó siendo condenado por un jurado estadounidense por explotación sexual a mujeres.

Los hechos relataban que Jarabo conocía a las mujeres, bebía y las hacía beber, también las drogaba, para después hacerles fotografías en posturas pornográficas.

Pasó tres años en prisión, en los que realmente no se aburrió, allí aprendió artes marciales y sobre todo consumió marihuana, opio, cocaína y morfina.

Tras ser puesto en libertad, bajo fianza, se mudó, se trasladó a Nueva York, donde entró en o con el mundo del tráfico de drogas.

Pero en el año 1950, le pillan, con lo que viola la libertad condicional y vuelve a España.

Le empujan, mejor dicho, a volver a España.

Durante ocho años, lleva una envidiable vida de alarde y de lujo, gastando sumas enormes de dinero para la época.

Drogas, juergas y prostitutas ocupan su tiempo de búsqueda del placer, hasta que hago todos los 15 años.