Enfoque. Cine iberoamericano siglo XXI 18-02-2025 3f1t70

Cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine.

Enfoque.

Todo en la vida es cine y lo sueno.

Cine iberoamericano del siglo XXI.

Cine, cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine.

Todos los martes a las nueve de la noche con Charo García Diego.

Buenas noches queridos oyentes de la radio de la Universidad de Salamanca.

Esa radio tan importante porque es universitaria.

Y si no captamos a la audiencia universitaria, si no les contamos cosas, ¿a quién se las vamos a contar? A todo el mundo, pero bueno, los universitarios siempre han tenido mucha importancia y esperamos que las sigan teniendo, aunque en conexión con varios catedráticos de varias universidades españolas me han mencionado que el análisis pínico y la crítica está cada vez más a la baja, que diríamos, pero bueno, no vamos a quejarnos, sino vamos a celebrar con alegría con nuestros invitados un premio.

Yo tengo que decir que de los premiados a los Goya en 2025 he tenido la suerte de entrevistar a Aracha Echevarría, a Paula Ortiz, a Sandra Romero, a Blanca Torres, a Paula Palacios, a Almudena Carracedo y a David Bautista.

Y supongo que a lo mejor me olvido de alguien, seguro que ha pasado también por aquí.

Y desde aquí darles enhorabuena a ellos por los temas tan decididos como Aracha, como Almudena, como David Bautista.

Hoy tenemos la alegría de entrevistar al codirector Néstor López junto a Carlos Valle del cortometraje que se ha dado el premio al Goya, al mejor cortometraje documental, y también a conocer toda su productora.

Buenas noches, ¿cómo estáis? Hola, muy buenas.

Vamos a ver estas preguntas para Néstor que tiene prisa porque se va a Berlín, cosa que celebramos desde aquí.

Imagino que con el documental.

A buscar presupuestos, a buscar producción, a buscar dinero, que el cine sin dinero no se puede hacer.

Néstor, ¿cómo está la salud de las producciones de cortometraje aquí en España? ¿Cómo lo notas? Bueno, lo que noto es que ha crecido mucho la producción de cortometrajes en España en los últimos años.

De hecho, si no me equivoco, hace muy poquito fue el país que más cortometrajes produjo, no sé si hace un par de años o algo así.

Eso demuestra que hay mucha inquietud, que hay mucha formación, que hay muchos recursos, que hay muchos medios, y eso hace que el formato crezca.

Pero bueno, también, por otro lado, el formato crece más rápido que la cultura que existe alrededor del cortometraje, desde el punto de vista del público y desde el punto de vista institucional.

Siempre van como un pasito por detrás a la subida del formato.

Entonces, yo creo que la salud es buena, pero también, por otro lado, hay una sobresaturación ahora mismo de producción de cortometrajes.

O sea que, bueno, una de cada otra, Darrell.

Néstor, ¿qué os lleva a realizar un corto como Semillas de Kibu, donde hay tanto dolor y es tan brutal, tan apocalíptico? Y no sé cuántas cosas más.

Cuéntanos un poco, porque cómo os habéis puesto en o con el Congo y con esta situación tan brutal.

Bueno, lo que nos ha llevado a hacer Semillas de Kibu es precisamente el propio poder del cine.

Yo como cineasta considero, y lo dije en el discurso de los Goya, que el cine es un pico para abrir un agujero en un muro e invitar a todo el mundo a que se asome y conozca otras cosas.

Entonces, la guerra que sufre Kibu desde hace ya 13 años, que a su vez es heredera de la Segunda Guerra del Congo, que a su vez es heredera de los colonialismos e invasiones del Congo, que ya llevan 200 años en la República Democrática del Congo, ha hecho, a lo largo de las décadas, que normalicemos lo que ahí ocurre, que es como su situación normal y que, de alguna manera, como nos pilla un poco lejos y son gente racializada y pobre, pues que nos viene bien.

Entonces, ¿qué pasa? Que no se mira hacia allí, se oculta lo que pasa allí, a nadie le interesa, es un conflicto fantasma, pero lo que está ocurriendo es de una gravedad extrema que además nos toca a nosotros, porque desde Occidente expropiamos sus recursos y nos aprovechamos de sus recursos para sostener nuestros mercados económicos.

Pero a cambio, 400.000 desplazados la semana pasada, 4.000 muertos estos últimos días.

Es decir, que hay un conflicto.