"El Misterio de Copper Beeches" de Arthur Conan Doyle 232n3m

El misterio de copper bíceps de arthur conan doyle mamá no es frecuente que el hombre que ama el arte por sí mismo comenzó a sherlock holmes dejando a un lado la página de anuncios el daily telegraph encuentran los placeres más intensos en sus manifestaciones más humildes y menos importantes me complace advertir watson que hasta el momento ha captado usted esa verdad y que en las pequeñas crónicas de nuestros casos que ha tenido la gentileza de redactar debo decir que embelleciendo los peces no ha dado preferencia a las número esas causas célebres y procesos sensacionalistas en los que he intervenido sino a incidentes que pueden haber sido triviales pero que daban ocasión al empleo de las facultades de deducción síntesis que he convertido en mi especialidad y sin embargo dije yo sonriendo no me considero definitivamente absuelto de la acusación de sensacionalismo que se han lanzado contra mis relatos tal vez haya cometido usted es un error a punto el cogiendo una brasa con las tenazas y encendiendo con ella la larga pipa de cerezo que sustituía a la de arcilla cuando se sentía más inclinado a la polémica que a la reflexión tal vez se haya equivocado al añadir color y vida a esos rígidos razonamientos de causa efecto que son en realidad lo único digno de mención me parece que en este punto le he hecho a ustedes justicia comente algo fríamente porque me desagradaba el egotismo que según había observado más de una vez constituía un importante factor en el singular carácter de mi amigo no no es cuestión de vanidad o egoísmo dijo él respondiendo como solía más a mis pensamientos que a mis palabras pitu plena justicia para mirarte porque se trata de algo impersonal algo que está más allá de mí mismo el delito es cosa corriente la lógica es una rareza por tanto hay que poner el acento en la lógica y no en el delito usted ha reducido lo que debía ser un curso académico a una serie de cuentos era una fría mañana de principios de primavera y después del desayuno nos habíamos sentado a ambos lados de un chispeante fuego en el viejo apartamento de baker street una densa bruma se extendía entre las hileras de casas pardas y las ventanas de la acera de enfrente parecían borrones oscuros vistos a través de espesas volutas amarillas teníamos encendida la luz de gas que caían sobre el mantel y arrancaba reflejos á la porcelana y el metal pues aún no habían recogido la mesa sherlock holmes había permanecido callado toda la mañana zambulléndose una y otra vez en las columnas de anuncios de una serie de periódicos hasta que por fin renunciando aparentemente a su búsqueda había emergido no de muy buen humor para impartir una lección magistral sobre mis deficiencias literarias por otra parte comentó tras una pausa durante la cual estuvo dándole chupadas a su larga pipa y contemplando el fuego difícilmente se le puede acusar a usted de sensacionalismo cuando entre los casos por los que ha tenido la bondad de interesarse hay una elevada proporción que no trata de ningún delito en el sentido legal del término el asuntillo en el cual intenté ayudar al rey de bohemia la extraordinaria experiencia de la señorita melissa ashram el problema del hombre del labio torcido y el incidente del solterón aristócrata fueron todos ellos casos que escapaban al alcance de la ley pero usted al evitarlo sensacional temo que este bordeando lo trivial entonces ves