EEDLT (03x30) - El Monstruo de Kicevo - La Mano Negra 4v521d

Bienvenidos al Ejército de los Tristes, podcast dirigido y presentado por Alberto Rojo.

Muy buenas a todos, mis queridos soldados mecenas, y bienvenidos una semana más a un nuevo programa del Ejército de los Tristes. Muchas gracias por vuestros apoyos. La oscuridad nunca llega sin previo aviso. Todo empieza con un susurro, un eco lejano, como si las sombras pudieran hablar. Hay historias que no se cuentan porque el miedo se oculta en ellas. ¿Pero qué sucede cuando ese miedo deja de ser solo una sensación? Vamos a cruzar la frontera entre lo que creemos posible y lo que ni siquiera nos atrevemos a imaginar.

En el programa de hoy, como suele ser habitual, vamos a comenzar con uno de esos personajes oscuros que tanto nos intrigan. ¡Comenzamos! El 3 de febrero de 2008, el cuerpo de Yuvi Kalikowska, de 56 años, fue encontrado dentro de una bolsa de plástico en un bosque próximo a una gasolinera de Kicevo, en Macedonia. La mujer, desaparecida tres meses atrás, había sido golpeada, violada y estrangulada con un cable, pero tan solo llevaba muerta unos pocos días.

Se trataba del segundo cadáver hallado en menos de un año y en las mismas circunstancias. Mientras la policía iniciaba la investigación de este nuevo asesinato, el periodista de sucesos Vlado Tanevski escribía sobre lo ocurrido y entrevistaba a sus familiares. Sin embargo, las descripciones de la escena del crimen y el hallazgo del cadáver fueron tan explícitas que los investigadores empezaron a sospechar de él.

Su detención se precipitó tras matar a una tercera víctima. Reveló en uno de sus reportajes tres detalles claves que solo la policía y el propio autor conocían. Acababan de atrapar al monstruo de Kicevo, como él mismo se apodó, en sus crónicas periodísticas. Vlado Tanevski nació en 1952 en la pequeña población de Kicevo, municipio perteneciente a la actual Macedonia y que en su momento perteneció a la República Federativa Socialista de Yugoslavia.

De familia conservadora y estricta, el pequeño sufrió el maltrato físico y psicológico por parte de sus progenitores. El padre, Trakye, era un vigilante nocturno que utilizaba el cinturón para marcar la disciplina en casa y la madre, Górika, se mostraba igual de severa e implacable que su marido cuando terminaba su turno como limpiadora en un hospital. De hecho, Górika fue especialmente cruel con su hijo Vlado. Era una mujer maligna, llegó a decir el periodista ya de adulto. Su madre, además de insultarle y gritarle a su hijo.