Edgar Allan Poe, una vida llena de tinieblas [Capítulo 12 y último] 2s7329

Biografías y sus pasajes con luis martínez vallés era verano de mil ochocientos cuarenta y ocho cuando se publicó eureka la última de las obras que edgar alan poe vio editada en su propia vida para algunos es realmente una obra desconcertante por ejemplo en el prólogo el propio poe declara que la composición era solo un producto artístico digamos una fantasía o si se me permite la pretensión un poema en esta obra se pretende relatar el origen y la historia del universo por medio de una prosa un tanto críptica aparte de ver ciertas de las obsesiones y preocupaciones que tenía el propio autor en su obra y poesía el comienzo es en la unidad original de las primeras cosas radica la causa secundaria de todas las cosas con el germen de su inevitable aniquilación hablaba por ejemplo yo no estoy seguro de hablar y ver de que mi corazón lata y mi alma viva como si lo estoy del hecho irremisiblemente pasado de que todas las cosas y todos los pensamientos de las cosas con toda su inefable multiplicidad relacional surgió de repente al ser desde el uno primordial el relato realmente un escrito mucho más complicado de lo que podamos quizá esperar algunos piensan que qué podría estar de su su capacidad ya totalmente mermada quizá por la bebida quizá había deseos e historias que él intentó plasmar aquí de una forma realmente extraña y sin comprenderlas muy bien desde la perspectiva que por damos ponernos hoy en día por esa misma época poe compuso dos de sus poemas más famosos más famosos la lume y las campanas ninguno de los versos que escribió a lo largo de su vida estuvo tan cerca de lo que se puede denominar poesía del sonido era verano de mil ochocientos cuarenta y ocho cuando visitó a la señora look si aquella con la que había mantenido una correspondencia también claro a su marido lo hizo en lowell massachusetts allí iba a dictar una conferencia sobre los poetas y la poesía en estados unidos la señora look por cierto intento bueno quizá establecer una relación de poe con una vecina suya annie richmond en un ensayo que escribió en fecha posterior sostuvo que sintió una especie de sacudida en cuanto la vio y con estas palabras se refería a annie richmond al acercarse a mí con unos andares modestos casi indescriptibles me dije a mí mismo aquí tengo ante mí la perfección de lo natural por oposición a la gracia artificial una expresión tan intensa de romanticismo como tal vez debería llamarla o de inmaterialidad con la que como la que irradian sus ojos profundos nunca había impactado de esta manera en lo más profundo de mi corazón llegó a decir que los ojos de aquella muchacha eran espirituales las últimas digamos aventuras de poe con las mujeres realmente fueron un ir y venir no richmond dijo que parecía muy distinto a las demás personas todos los acontecimientos de su vida que él me narró tenían un fuerte aroma y realidad al igual que sus relatos intento poe en aquel mismo tiempo una bueno acercarse a una poetisa de providence sarah helen whitman incluso le mandó un poema con motivo de san valentín incluso a un conocido que tenían por ambas partes le preguntó si sabía algo de ella puente seguía intentando tener una mujer a la que aferrarse viajó de richmond en julio quiso seguir