
Descripción de Edgar Allan Poe – El cuervo 61193y
El cuervo, es un poema narrativo escrito por Edgar Allan Poe, publicado por primera vez en 1845. Constituye su composición poética más famosa, ya que le dio reconocimiento internacional. Disfruta de más contenido apoyando en Patreon: https://www.patreon.com/Ellectordemedianoche o3a2f
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El lector de medianoche una vez al filo de una lúgubre media noche mientras débil y cansado en tristes reflexiones embebido inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia cabeceando casi dormido ocho se de súbito un leve golpe como si suavemente tocaran tocaran a la puerta de mi cuarto es dije musitando un visitante tocando quedo a la puerta de mi cuarto eso es todo y nada más a aquel lúcido recuerdo de un gélido diciembre espectros de brasas moribundas reflejadas en el suelo angustia del deseo del nuevo día en vano encareciendo a mis libros vieran tregua a mi dolor dolor por la pérdida de leonora la única virgen radiante leonora por los ángeles llamada aquí yace nombre para siempre y el crujir triste bajo escalofriante de la seda de las cortinas rojas llenaba de fantásticos terrores jamás antes sentidos y aquí ahora en pie acallando latido de mi corazón vuelvo a repet tiger es un visitante a la puerta de mi cuarto queriendo entrar algún visitante que a deshora a mi cuarto quiere entrar eso es todo y nada más ahora mi ánimo cobraran bríos y ya sin titubeos señor dije oh señora en verdad vuestro perdón imploró más el caso es que adormilado cuando vinisteis a tocar quedamente han quedó vinisteis a llamar a llamar a la puerta de mi cuarto que apenas pude creer que os oía y entonces abrí de par en par la puerta oscuridad y nada más escrutando hondo en aquella negrura permanecí largo rato atónito temeroso dudando soñando sueños que ningún mortal se haya atrevido jamás a soñar más en el silencio insondable la quietud cachapa y la única palabra y preferida era el balbuceo de un nombre leonora lo pronuncien un susurro y el eco lo devolvió en un murmullo leonora apenas esto fue y nada más vuelto a mi cuarto mi alma toda toda mi alma abrazándose dentro de mí no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza ciertamente dije ciertamente algo sucede la reja de mi ventana dejad pues que vea lo que sucede allí y así penetrar puedan el misterio dejad que mi corazón llegue un momento en silencio y así penetrar puedan el mister es el viento y nada más de un golpe abrí la puerta y con suave batir de alas entró un majestuoso cuervo de los santos días idos sin asomos de reverencia ni un instante quedo y con aires de gran señor o de gran dama fue a posarse en el busto de palas sobre el dintel de mi
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