Dios te perfecciona /Edgar Calderon/Palabra Ungida 6d61c

Y ahora pasamos al Consejo de la Palabra del Señor, con el pastor evangelista Edgar Calderón.

¿Cuántos se quieren perfeccionar? Ah, bueno, eso sí, ¿verdad? Muy bien. Y cuando hablo de perfeccionarse es en todos los aspectos, espiritual, material, económico, físico, en todos los aspectos que todos aquellos que se acercan a usted sean impactados poderosamente por esa personalidad que usted tiene, que donde quiera que usted llegue, llegue el gozo, llegue la alegría y llegue la bendición, llegue todo lo bueno, solamente con su presencia.

Vamos a estar de pie en esta hermosa oportunidad. Bendito sea el Señor. Hablando de nuestra auto-perfección, dice la Santa Palabra del Señor en Filipenses, capítulo 1 y su verso número 6.

Carta del apóstol Pablo a la iglesia de Filipo, escrita en el primer siglo de nuestra era.

Estando ya en Filipenses 1.6, la Santa Palabra dice, estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

Te lo leo en español entendible. Estando seguro de esto, que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Es decir, hasta el día de la venida de Jesucristo.

Gracias, Señor, en el nombre poderoso de tu santo Hijo, mi humillo delante de ti, reconociendo, Señor, mi total dependencia, clamando tu sabiduría en el nombre de Jesús. Amén.

Podéis sentaros, pero no durmáis. Apreciados hermanos, el apóstol Pablo está seguro de algo, y está seguro por ejemplo directo, por experiencia personal. Yo no puedo enseñarle a ustedes lo que yo no he sentido, y no puedo compartirle lo que no he vivido, porque lo que sabemos, enseñamos, y lo que vivimos, compartimos.

Entonces el apóstol Pablo, habiendo experimentado una transformación literal, y considerando que todavía está en el proceso de la excelencia que él persigue, dice, estando seguro de esto, y usted tiene que estar seguro de algo. Puede que tenga muchas dudas de cualquier cosa, pero no me va a decir que usted tiene dudas de cómo se llama. Yo creo que a la altura en que vivimos, pasando ya de 21 años, usted está muy seguro de quién es, al menos de su cara, se puede reconocer en el espejo.

Así que estando seguro de esto, y usted tiene que estar seguro de en quién ha creído, tiene que estar seguro de su salvación, tiene que estar seguro de su redención, tiene que estar seguro del perdón de sus pecados, y tiene que estar seguro que cada cada día es una nueva oportunidad para crecer, estos son aspectos de seguridad tremenda Usted no se va a manejar un día y ya no soy yo Es inaudito, a menos que se quedara medio paranoico, loco, ¿no? Usted aún no tiene que estar seguro de quién es ¿Quién es? ¿De a quién que ha atrapado? Nadie lo puede mover fácilmente de su identidad en el Señor Yo quiero que usted, al menos que esta noche salga, seguro de la identidad Yo soy cristiano, evangélico, protestante, aleluya, con quien me llevara Porque usted es un hijo de Dios Porque aún las personas que no han nacido de nuevo, tienen esa seguridad Una vez estaba yo compartiendo el consejo de la palabra y el Señor me dice Momento, me dice, yo soy católico, apostólico, romano Ah, imagínese usted, no ha nacido de nuevo, pero bien sabe el seudónimo que le pusieron Y yo soy católico, apostólico, romano Ah, romano, le digo, ¿y en qué parte de Italia nació usted? No, me dijo, es que eso es un decir, verdad que es un decir, usted no es nada de romano Usted cuando menos es mexicano o centroamericano, para empezar Y usted sabe lo que quiere decir apóstol, porque usted dice que es apostólico Me dijo, pues sí