Desmantelando. E1: Blanquitud, colonialismo y Trump 6a452l

Desmantelando, un podcast antirracista, una producción de Entre Pueblos en colaboración con El Salto.

Treinta muertes al día de personas migrantes en el Mediterráneo, cinco millones y medio de personas asesinadas en la Guerra del Congo, dos mil cien defensoras del territorio asesinadas, la mayoría en América Latina.

Desmantelando.

Buenos días, buenas tardes, te damos la bienvenida al primer capítulo de este podcast que busca hacer un espacio un poco incómodo de reflexión, indagación y debate.

Vamos a cuestionarnos entre todas si estamos llevando a la práctica nuestros lemas más básicos, que somos antirracistas, antifascistas, feministas, interseccionales.

¿Lo somos? ¿Lo logramos ser? Esto es Desmantelando, yo soy Berta Camprubí, vamos allá.

Este primer capítulo lo dedicaremos a analizar la base en la que se construye el sistema capitalista, racista, patriarcal y colonial en el que vivimos.

Blanquitud, colonialismo y Trump.

Así lo hemos llamado porque, cómo no, cuando le buscamos el gancho en la actualidad a este sistema de opresión estructural, que es la blanquitud, que es la colonialidad, nos vamos a parar al magnate yanqui que aparece cada día desde un sitio distinto afirmando grandes barbaridades, afirmando y llevando a cabo acciones y políticas como las deportaciones masivas de personas en situación irregular.

Y es que en su primer mes en la Casa Blanca, Trump deportó a 37.000 personas, una cifra que en realidad es menor al número de deportaciones mensuales que realizaron gobiernos demócratas como el de Biden u Obama.

Pero es que la política de Trump consiste más bien en un despliegue de discursos y comportamientos racistas en los medios de comunicación.

Durante su campaña electoral, por ejemplo, este señor llegó a afirmar que deportaría a hasta 20 millones de personas, algo un poco difícil de realizar dado que en Estados Unidos ahora mismo hay aproximadamente 11 millones de personas en situación irregular.

Se trata más de cómo se muestran estas deportaciones al mundo que del número real de personas deportadas, que es grave igual.

Creo que todas vimos las duras imágenes de personas esposadas de pies y manos siendo llevadas por fuerzas de seguridad del estado a los aviones de deportación.

Eso es la deshumanización televisada.

Se trata de humillar y castigar a los que les ha tocado luchar para vivir, y no importa si pasa por alto incluso lo legal, lo formal o lo lícito, con tal de mandar el mensaje de quiénes son los malos y de quién manda.

Mahmoud Khalil, estudiante palestino de la Universidad de Colombia, residente permanente de Estados Unidos, es decir, que tenía su green card al día, fue detenido a inicios de marzo por hombres vestidos de civil delante de su compañera embarazada de ocho meses.

A este tipo de prácticas en Colombia le llamamos paramilitarismo.

Bueno, fue detenido en principio para ser deportado, aunque por ahora un juez federal ha bloqueado la orden.

Le recomendamos mucho leer su carta desde un centro de detención del estado de Lusiana donde cuenta que durmió en el suelo varios días y relata lo siguiente.

Ser palestino es una experiencia que trasciende fronteras.

Veo en mis circunstancias similitudes con el uso que hace Israel de la detención istrativa, encarcelamiento sin juicio ni acusación, para despojar a los palestinos de sus derechos.

De eso vamos a hablar hoy, del sistema que ha hecho que un grupo de personas tenga garantizados unos supuestos derechos humanos y otras, mientras tanto, no tengan siquiera a esa condición de humanidad o de universalidad.

Está más que comprobado que los derechos humanos definidos por las Naciones Unidas en 1948 no son en realidad para todas, todos, todes.

No son para las que navegan en patera hacia Europa, no son para las personas encerradas en un CIE y no son para las personas en situación irregular en el estado español, por ejemplo.

Sobre esta declaración, nuestra invitada de hoy se pregunta en su libro, Tumbar la Blanquitud, ¿no son acaso todos los seres humanos quienes debiesen tener el derecho de vivir una vida digna de ser vivida? ¿Quiénes son humanos, según esta declaración? ¿Son todas las personas del planeta sujetos de derecho? Ella es María Ignacia Ibarra, activista feminista descolonial y escritura de este libro, Tumbar la Blanquitud, ensayos urgentes sobre raza y colonialidad.

Originaria de Chile e inmigrante en Barcelona desde 2017.

Hola María Ignacia, ¿cómo estás? Bienvenida.

Hola Berta, muchas gracias por la invitación, por estar aquí, conversando con ustedes.

Esta temática urgente, justamente como lo planteó en el título de mi libro.