Dejar IR #161 155p1z

Una creencia es la óptima, es la mejor, siempre estamos en constante evolución y habrá creencias que nos van a ayudar a dar un salto en nuestra vida, pero esa misma creencia que fue tan útil para nuestra existencia y nos ayudó a evolucionar, muchas veces termina siendo la creencia que nos está deteniendo. En su momento yo lo experimenté con el amor propio, yo me fanaticé al amor propio, me individualicé, me aislé de toda la gente por la necesidad de encontrarme conmigo mismo, pero llegué a un punto que ese aislamiento, esa individualidad, imposible podría decir, ese egoísmo que yo necesitaba para reencontrarme con mi amor propio, empezó a ser dañino para mi siguiente paso a la evolución.

Como tú bien lo dices Juan Trips, pues de aquí a aquí me sirvió esta creencia, pero de acá para acá ya no me está sirviendo y yo necesito depurar, necesito purificar, volverme a reiniciar y soltar esos antiguos comportamientos que puedo llegar a generar un apego, porque en su momento me sirvieron, fueron útiles y desde un posible agradecimiento o un romanticismo que hay por este punto evolutivo que nos ayudaron, generamos un apego a estas creencias y como bien lo dice el budismo, el mayor apego es a nuestra propia identidad y el poder desprendernos de lo que nosotros creemos que somos, nos conecta al infinito, nos conecta a las infinitas posibilidades de que realmente no nos identifiquemos con una etiqueta, con una forma de ser, con unas creencias, sino simplemente permitirnos experimentar desde el momento presente, que no hay etiqueta, no hay un lugar a donde ir, simplemente es la experimentación pura de la propia existencia y eso nos va a llevar a nuestra versión más elevada, nuestra versión más amorosa.

Entonces gracias hermano Juan Trips por ya inspirarme, por ya inspirarme en este punto, cerramos con Jessica Villa, Jessica Villa cuéntanos ¿Qué te está costando dejar ir? ¿Qué quieres dejar ir con esta meditación del día de hoy? Creo que viene muy de mano justo con lo que decía Juan Trips, realmente para tomar o para cambiar las decisiones que estamos teniendo tenemos que modificar con la persona con la que nosotros nos estamos identificando, si yo me identifico con una persona saludable voy a empezar a tener hábitos, comportamientos, por ende decisiones que me alinean a eso y aunque yo de manera consciente me pueda identificar como una persona saludable, de manera subconsciente yo puedo tener otra información, entonces a fin de cuentas vuelvo a este mismo punto que todo va a retornar a esto, es dejar ir esa versión de nosotros que ya no nos está funcionando, que ya puede ser la parte controladora, puede ser la parte temerosa, puede ser la parte que no se arriesga a tomar decisiones diferentes, simplemente verlo interiorizando a partir de lo que voy compartiendo y al final en la meditación iremos soltando con amor y con la finalidad, como a fin de cuentas como es la vida, lo único constante en la vida es el cambio, un río aparentemente de manera superficial puede ser el mismo, pero no es la misma agua que corre, no hay la misma fauna, no hay la misma flora, todo instante y todo momento se está transformando lo que estamos viviendo y es ese permiso de permitirnos fluir, soltar, intercambiar lo que estamos experimentando y no alclarnos y no quedarnos con lo que el ego cree, el ego cree que todo lo del pasado se tiene que replicar en el futuro, el ego quiere permanecer lo mismo, por eso cuando nosotros, y pasa mucho con los que tienen hijos, tienen el primer hijo, está fabuloso y dicen, voy a tener un segundo hijo porque seguro va a ser igual de fabuloso o mejor, y sale peor, porque justamente este es el engaño del ego, el ego como se, el ego vive del pasado, quiere hacernos creer que el pasado se va a perpetuar en el futuro y al igual que nosotros, nosotros podemos morir y renacer todos los días, ser una persona distinta en cada momento de nuestro día a día, pero este apego que hay a la idea que yo tengo de mí, a lo que siempre ha sido, yo les comparto, a mí me costó despegarme del arón gordito, o sea, aunque yo había bajado de peso y yo ya tenía un cuerpo normal, yo seguía teniendo la misma mente y el mismo chip de un gordito y hasta que me di cuenta que mi cuerpo físico podía cambiar, pero lo que no había cambiado era mi mente, yo seguía teniendo mis chips del arón gordito, el arón que se culpaba, el arón que entraba mucho en la gula y a pesar de que ya mi cuerpo no estaba en esa sintonía, mi mente seguía ahí y yo tuve que cambiar y dejar ir ese chip y sobre todo esto, que es lo que yo les digo mucho en acompañamientos a ustedes, matar con el cuchillo del amor a mi antigua versión, dejar atrás y soltarlo y darme la oportunidad de empezar de nuevo, yo siempre invito a estos cambios con un cambio de look, con un cambio del cabello, con un cambio del estilo de ropa, esto me va a ayudar a que de manera física, tangible,