Descripción de DE TAQUITO CON MARINO - miércoles 28 de mayo de 2025 721kq
Programa deportivo de amplia sintonía, emitido desde Cali, Colombia, por M3 Stereo, emisora online, de lunes a viernes a partir de las 12 meridiano. Dirige: Marino Millán 5i37p
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Marino Millán, mucho más que un comentarista.
Millán, Marino.
Ha llegado la hora, se parte el día de Taquito con Marino Millán.
A partir de este momento la farándula, la política, el deporte y los temas de actualidad nos ocupan.
Marino Millán, el comentarista más agradable a su oído.
De Taquito con Marino Millán.
Para pasarla bueno.
De Taquito con Marino Millán.
Se siente la diferencia.
Bienvenido Marino Millán, mucho más que un comentarista.
En Colombia a 13 horas y 18 minutos estamos saboreando un riquísimo tinto de café aguila roja calidad certificada.
Reanudamos de Taquito con Marino y como de costumbre con el médico César Augusto Arias.
Doctor Arias, bienvenido, buenas tardes.
Su tema del día, por favor, escuchamos.
Buenas tardes, Marino.
Dos escenarios a miles de kilómetros de distancia con el mismo objetivo, continuar con vida en el Grupo C de la Copa Sudamericana, se cumplían anoche.
En el Pascual Guerrero, América requería de un triunfo para, dependiendo del otro partido, avanzar a la siguiente fase del evento.
En el Tomás Adolfo Ducó, del barrio porteño de Parque Patricios, con el arbitraje del boliviano Jerry Anthony Vargas, y teniendo en cuenta la diferencia de gol de cada uno, 8 contra 1, Huracán podía perder hasta por tres tantos e igualmente sería primero y clasificaba.
Corinthias necesitaba ganar porque, más allá de la posibilidad de ser primeros y avanzar directamente a octavo de final sin disputar la reclasificación, podían también quedar eliminados.
En caso de igualar ante Huracán, Corinthias necesitaría que los colombianos no derrotaran a los uruguayos, mientras que de caer en la Argentina dependían del triunfo Charrúa para avanzar.
La carta de presentación del Racing de pronto le hizo creer al seguidor Escarlata que su equipo debía pasar sin mayor dificultad por este rival con cero puntos en la tabla.
Pero no fue tan así, porque si bien los visitantes no eran un dechado de virtudes futbolísticas, tampoco el equipo del Polilla tuvo la suficiente jerarquía para imponer condiciones desde el inicio.
Juan Fernando Quintero, otra vez, se convierte en la única opción de generación de juego en los locales hasta el minuto 20 cuando se sumó Lukumi.
Buena voluntad nada más.
Esas llegadas encontraron, sin embargo, a un arquero con buena respuesta en tres o cuatro ocasiones, incluyendo un tiro libre de Juanfer.
Pero una vez más, los diablos no mostraron otra opción como por ejemplo la de Duván Vergara que cuando se refugia en su campamento de la zona izquierda desaparece del partido.
Y aunque los charrúas no son un dechado de técnica, alcanzaron a llegar en tres oportunidades, aunque de manera desordenada y sin comprometer al arquero Soto.
En Montevideo no podían creer que este subracing, al terminar estos primeros 45 minutos ya tenía un punto en la tabla de posiciones.
Comenzando el segundo tiempo llegan noticias desde Buenos Aires.
Huracán comienza a hacerle la tarea a la América derrotando a Corinthians.
Los jugadores escarlatas se enteran y arrecian su llegada sobre el pórtico uruguayo.
El banco rojo hace modificaciones poniendo a Mena como un ascensor, jugando en tres posiciones diferentes en esos segundos 45 minutos.
Ingresa a Ramos para que acompañe a Holgado, pero llega el infortunio cuando Jorge Soto, en su tradicional saque a media altura, golpea la espalda del capitán visitante que casi ni se entera y Fonseca recoge el rebote y a Marco Vacío plasma en la pizarra algo que no se podía creer.
Racing estaba consiguiendo su primera victoria en esta copa y con ella también eliminando a los locales.
Sigue el momento de desesperación, desorden, angustia, tropele, empujones, reclamos, simulaciones, hasta que Pestaña capitaliza un rebote del arquero racinguista y devuelve el alma a los desconsolados seguidores americanos.
De esta manera, el equipo del Polilla salva los muebles por los pelos.
Si el resultado deja tranquilos a los hinchas, pueden salir a la luz de la pitar.
Quienes analicen el partido con otra óptica deben quedar preocupados porque al final, América fue el único equipo al que el Racing uruguayo le arañó puntos y fue patética la desesperación del técnico Da Silva señalándole al reloj al árbitro para que por favor finalizar el partido.
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